viernes, 19 de agosto de 2016

La Condesa Wachtmeister refiriéndose a Annie Besant



 


ISAAC JAULI
Miembro de la ST en España y ex Secretario General de la ST en México, actualmente trabaja en los Archivos de la ST en Adyar.
El artículo está basado en una charla dada en la Sede Internacional en Adyar el 1ro de Octubre del 2015


La Doctora Annie Besant, segunda Presidente Internacional de la Sociedad Teosófica (ST), nació el 1ro de Octubre de 1847. Era tan conocida en todo el mundo que cualquier noticia relacionada con ella era leída por todos con sumo interés. Tuvo una vida tan dramática que de muchos modos ella simboliza algunas etapas del desarrollo general.

La autobiografía de Besant, escrita en 1893, describe su vida hasta 1891, el año que marca el fallecimiento de Madame H. P. Blavatsky (HPB), Co-Fundadora de la ST junto al Coronel Henry Steel Olcott. La autobiografía de Annie Besant revela tantos eventos asombrosos, que es una de las biografías más fascinantes que puedan leerse. Pero el año 1891 sólo marcó el punto medio de su memorable e incomparable vida.

Uno de esos eventos involucró a W. Q. Judge, que prosiguió luego de la partida de HPB y que produjo muchos interrogantes en algunos miembros de la ST alrededor del mundo. Al respecto, me gustaría compartir los siguientes hechos sobre la vida de Annie Besant, puestos en circulación en un mensaje privado impreso por la Condesa Constance Wachtmeister en tal controvertido momento ('H.P.B., y la Presente Crisis en la Sociedad Teosófica', por Constance Wachtmeister, Women's Printing Society, 66, Whitcomb St., Ltd, Londres, W.C.: blavatskyarchives. com/theosophypdfs/wachtmeister_hpb _and_the_present_crisis_1895.pdf).

La Condesa sintió la responsabilidad de publicar este mensaje porque ella era una de las miembros más antiguas de la ST, y porque tuvo una relación de amistad íntima con HPB durante los últimos seis años de su vida. Por ello, se sintió profundamente destinada a compartir con los miembros de la ST algunos de los pensamientos que HPB había guardado para sí, porque se sintió sorprendida por los eventos que habían tenido lugar en el caso del Sr. Judge y la Sra. Besant. La Condesa manifiesta en su mensaje impreso:

HPB siempre me dijo que su sucesor sería una mujer, mucho antes de que Annie Besant se hiciera miembro de la ST. Ella hizo algunos intentos con diferentes personas con la esperanza de encontrarla, pero no tuvo mucho éxito, así que se deprimió y desanimó mucho, y dijo 'Ya no queda nadie para tomar mi lugar cuando me marche'. Sólo fue cuando Annie Besant se unió a la Sociedad que su esperanza revivió, porque parecía sentir que en ella había encontrado un sucesor. HPB me dijo esto.

            Pero la Condesa tenía serias dudas sobre esta candidata que HPB había encontrado y continúa diciendo:

Yo estuve tan desanimada con los fracasos anteriores [los fracasos con los sucesores potenciales], que estaba determinada a protegerme y a no aceptar a Annie Besant a menos que estuviera completamente convencida de su desinterés de propósito y de su integridad. Pensé que también era posible que fuera una mujer ambiciosa, que se había integrado a la Sociedad Teosófica con la idea de gobernar y de tenerlo todo bajo su control, así que la observé minuciosamente, examinando cada acción desde este punto de vista.

Sin embargo, gradualmente la Condesa cambió de parecer desde que escuchó sobre la vida de Besant, una vida de sacrificio constante y de esfuerzos por corregir sus propios errores. Con un poder de voluntad indomable, supo superar los obstáculos que se le presentaron. En palabras de la Condesa: 'Me veo obligada a confesar que mis suposiciones han sido injustas y erradas'. La prueba que terminó de convencer a la Condesa la expresó de esta manera:

Un día vi a Annie Besant envuelta en una nube de luz, del color de la del Maestro. Él estaba parado a su lado con la mano sobre su cabeza. Yo dejé la habitación y rápido corrí donde estaba HPB y hallándola sola le dije lo que había presenciado y le pregunté si esto era una señal de que el Maestro había escogido a Annie Besant como su sucesora. HPB replicó 'Sí' y luego se alegró de que lo hubiera visto.

Esta no fue la única experiencia de este tipo que presenció la Condesa, como ella misma relata:

Otra vez, una tarde acompañé a Annie Besant a un pequeño salón en Londres, donde ella daba una conferencia a unos trabajadores, cuando de repente el Maestro estaba a su lado y habló con una elocuencia que nunca antes había escuchado de sus labios; fluyó de ella como un torrente de fuerza espiritual. Debo agregar que desde entonces y aquí en la India, tengo pruebas repetidas de que ella estaba en comunicación directa con el Maestro.

La condesa deja muy claro en su mensaje que durante el último año de vida de HPB, cuando vivía en Avenue Road, Besant pasaba algún tiempo con HPB cada tarde recibiendo enseñanzas ocultas. Y antes de que Besant partiera rumbo a América con un mensaje de HPB para los Hermanos Americanos, HPB le dijo a la Condesa:

El Maestro se comunica verdaderamente con Annie Besant, su desarrollo en esta vida ha sido realmente rápido; es la explosión repentina a través de la cáscara de todo el desarrollo y conocimiento obtenidos en sus vidas previas de ocultismo.

La Condesa señala finalmente que HPB escribió una carta a W. Q. Judge con fecha 27 de Marzo de 1891, de la que ella poseía de una copia. En esta carta HPB describió a Besant como:

...el alma de honor y de veracidad sin concesiones... un diamante inquebrantable,... tan transparente que nadie puede ver lo lleno que están sus bordes, de puro entusiasmo y Teosofía inalterable. INEGOÍSMO Y ALTRUÍSMO son los nombres de Annie Besant... Judge, ella es una mujer maravillosa, mi mano derecha y sucesora.

La Condesa termina su mensaje diciendo: 'Luego de que HPB falleciera en Londres, fui notificada de que el [su sello] anillo se le entregara a Annie Besant según sus indicaciones expresas; supe entonces que Annie Besant era su sucesora'.

Finalmente podemos decir que 'para conocer a un ser humano, tenemos que conocerlo desde su nacimiento hasta su muerte'. Estas son palabras de la Dra., Annie Besant, pero no podemos omitir el considerar los incidentes narrados por la Condesa Wachtmeister, que nos ayudan a tener una visión de esta gran alma que difundió las enseñanzas Teosóficas alrededor del mundo y supo cómo hacer para que llegaran a miles de corazones.