jueves, 5 de noviembre de 2015

Considerando el siguiente paso en la ascensión a la cima

 
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Ravi Ravindra
(Conferencia de la Convención, Adyar; 30 de diciembre de 2006)

  Permítanme comenzar con un misterio muy grande, que todos podemos percibir con relativa rapidez. Cada sabio en la historia de la humanidad -y eso incluye a todos los sabios, sean ellos Musulmanes, Cristianos, Indos o Budistas- han dicho que todo el universo está saturado de energías y vibraciones sutiles. Naturalmente, en diferentes lugares y diferentes culturas, estas vibraciones y energías sutiles son llamadas Alá o Brahman o Espíritu Santo o Mente Búdica. Para no preocuparse  por esto, y para una aproximación no dogmática, usaremos una frase neutra como 'energías sutiles'. Lo importante es que estas energías son más conscientes que nosotros, y que ellas saturan todo el espacio. No hay un solo sabio en la historia que no haya dicho algo similar a esto. Este espacio no está en ninguna otra parte. Este campo de batalla, aquí alrededor nuestro, está  pleno  de estas vibraciones; también el espacio dentro de todos nosotros -el de ustedes, así como el mío. El asombroso misterio, un gran enigma, es que uno no está en contacto con estas energías dentro de uno ni alrededor de uno. ¿Cómo puede ser eso? ¿Cómo es que ahora mismo yo no estoy en contacto con el Espíritu Santo o con Brahman? Y usted también. ¿Cómo es que usted no está en contacto con Alá? Si estuviéramos en contacto con el Gran Espíritu Omnipresente, estaríamos de pie de manera diferente, nos sentaríamos de manera diferente y tendríamos una mente y sentimientos diferentes. Como todos sabemos, Arjuna le pregunta a Krishna en el Bhagavad Gita, "¿Cómo se pararía, se sentaría, como caminaría una persona de sabiduría firme (sthitaprajña)?".  La presencia del Espíritu Santo en nosotros debe marcar una diferencia en la manera en que hablamos, nos sentamos, y nos ponemos de pie.

Para mí, esto sigue siendo un misterio muy grande. Lo sabemos, lo hemos oído, ha sido dicho desde miles de años atrás por todos aquellos que de alguna manera se han interesado, pero parece que no representa ninguna diferencia para nosotros. Permítanme tomar una analogía muy simple. Todos están de acuerdo, por ejemplo, que ahora mismo, en este lugar, podemos tener las ondas de radio generadas por la Orquesta Filarmónica de Berlín interpretando a Mozart, o la Estación de Radiodifusión de Delhi, con Ravi Shankar tocando el sitar, o alguna música de Carnatic originada en Chennai. De hecho, todas estas ondas están aquí; considerando el número de estaciones de radio transmitiendo en alta frecuencia sobre el planeta, ¡es casi asombroso que usted y yo podamos dar una vuelta por aquí sin tropezar con estas ondas materialmente! Sin embargo, el hecho es que no oímos nunca estas diferentes clases de música que se ejecutan, o ninguna música en absoluto, porque no tenemos una radio apropiadamente sintonizada. Y análogamente eso es el quid de toda práctica espiritual, o de transformación, o de sadhana.

La razón de que yo no estoy en contacto ahora mismo con Brahman es porque no tengo un aparato apropiadamente sintonizado, porque no estoy armonizado debidamente, física, intelectual, o emocionalmente. De igual manera, no estoy en contacto con energías sutiles porque  no tengo un sintonizador apropiado o el aparato debidamente armonizado o alineado. Dado que ésta es la mayor dificultad humana, prácticamente todos los grandes sabios han tratado esta cuestión tanto en función de las manifestaciones de ese alineamiento erróneo, como en función de sus causas. Por ejemplo, el Buda identificó la principal manifestación de este desequilibrio como sufrimiento (dukkha) y la causa de él como el egoísmo (tanha). Patañjali tiene un modo bastante interesante y diferente de referirse a ello; para él la causa de sufrimiento es guna – vrtti - virodha, la desigualdad entre lo que la mente piensa que es, y lo que realmente es. Para Krishnamurti, la principal manifestación del problema es el conflicto, y la fuente de ello es el pensamiento. Hay muchas maneras de decir la misma cosa, absolutamente correctas. Muchos de estos sabios han sido afectados ellos mismos por diversas manifestaciones,  y por consiguiente enfatizan o acentúan diferentes causas. Pero sin embargo, esto es algo que  necesitamos para regresar una y otra vez. No obstante necesitamos escuchar a los sabios, ellos pueden ayudarnos. Sin embargo, no pueden hacer el trabajo por nosotros. Así que necesitamos saber cual es nuestro desequilibrio, y qué lo causa. Simplemente les recuerdo el sincero comentario de Sankara: la enfermedad no puede curarse sin tomar la medicina, diciendo simplemente ‘medicina, medicina, medicina'. Así que espero que ustedes tomen algo de esta medicina.

Nuestro principal obstáculo yace en la auto-preocupación, y también en sus manifestaciones, que son fuente de desconfianza generalizada en cada uno de nosotros. La ansiedad, miedo, temor, todos estos están incluidos bajo la categoría de una desconfianza generalizada. Si cerramos nuestros ojos por 20 segundos solamente y vemos qué está pasando en la mente, nos encontraremos a nosotros mismos preocupados por algo o por alguien. De hecho, estoy completamente persuadido de que lo dicho por Descartes: "yo pienso, por lo tanto yo existo" no es muy aplicable a la mayoría de nosotros, quienes apenas pensamos. Él debería haber dicho: "yo temo, por lo tanto yo existo". Eso sería mucho más universal.

Otra manifestación, que también es fuente de una difundida auto-preocupación, consiste en otorgarse importancia a sí mismo -un deseo de ser especial, estar separado y ser diferente de todos y de todo lo demás. Hegel comenta en alguna parte que cada ego en el universo está en competición con cada uno de los otros egos y desea destruirlos.

¿Cuáles son las causas de esta situación? Escogeré tres o cuatro de éstas, porque pienso que son muy importantes para enfocarnos en ellas plenamente. La primera es la Ley. Hay leyes de espacio y tiempo, y no es fácil para nosotros escapar de ellas. La  más relevante desde el punto de vista de esta discusión es la ley de Karma.

Y por supuesto, está la ley fundamental de inercia. Ésta también es la primera ley de movimiento de Newton que dice que a menos que usted haga algo, nada cambiará. La ley de Karma tendrá sus movimientos. Nada cambiará a menos que yo emprenda algo intencionadamente.

Podríamos poner ligeramente esta ley con más precisión en lo que se refiere a la física, pero para nuestros propósitos ahora, habrá que decir que a menos que nosotros hagamos algo, nada cambiará. Es muy importante reconocer la importancia de la ley, por la cual se dice también, por ejemplo, que cuando algunas personas absolutamente superiores pasan a ser libres de la ley de Karma, también se vuelven libres de la ley del Tiempo. Todas las leyes operan en el espacio y  el tiempo. Las diferentes dimensiones del tiempo están en diferentes ubicaciones y hay diferentes leyes; no obstante, todas las leyes se aplican en alguna forma de espacio y tiempo, por lo cual  si alguien está realmente libre de la Ley de Karma, decimos que la persona está libre de la esclavitud de Yama, el guardián de la Ley. También todos sabemos que moksha o nirvâna se dice que está más allá de la Ley, libre de toda causa. El Nirvâna no es gobernado por la Ley. Así,  liberarse de la Ley es posible. Tenemos un profundo comentario de San Pablo en el Nuevo Testamento dónde él habla de Cristo como habiendo acabado la ley y volviéndose él mismo uno con la ley. Así, el ir más allá de la Ley es  parte del requisito para cualquier transformación mayor hacia la libertad. ¡Por otro lado, demos gracias a Dios que hay leyes! A pesar de esto, la gente trata de salirse con la suya con respecto a todo tipo de cuestiones, como sabemos. No necesitamos recordarnos de la esclavitud de la Ley sólo cuando existe un problema que necesitamos superar. La libertad Real no es contraria a la Ley ni a pesar de la Ley, de hecho está fundamentada en la Ley. Tenemos una descripción muy interesante de esto en las líneas de la apertura del Evangelio de San Juan. La Ley llegó a través de Moisés, pero el amor y la gracia a través de Jesús Cristo. Mas no como una contradicción de la Ley, sino reemplazándola en cierto modo.

Otra manifestación así como una causa de esta falta de alineamiento es la necesidad de aprobación. Existe una incertidumbre profundamente asentada, acerca de si estoy haciendo o no las cosas correctas. Así, la necesidad de aprobación es muy fuerte -de los padres, la tradición, las escrituras, los maestros, de alguien o del otro. Sin embargo, incluso en esto necesitamos apreciar la sutileza del asunto de que se trata. Detrás de esta fuerte necesidad de aprobación, hay también una búsqueda de excelencia. Si yo hago algo, supongamos que resuelva un problema en física, o realice alguna escultura, es muy satisfactorio decir que soy yo mismo el único que puede juzgar el grado de excelencia de esta obra. Eso puede estar bien, pero si yo realmente quiero tener esto publicado en cualquier parte, en cualquier diario, ya no podré erigirme en el único juez acerca de su excelencia. Si usted realiza una escultura y nadie está dispuesto a comprarla, su excelencia se vuelve algo  cuestionable. Podría ser el caso, claro, que el juicio de las  personas esté equivocado. En cualquier caso, la necesidad de aprobación no siempre será descartada como sólo una señal de inseguridad; también podría ser una búsqueda por una medida objetiva de mérito. Para cada aspecto del ego existe igual rango de posibilidades. Otra necesidad es la de ser especial. Eso no sería tan malo, pero cada uno de nosotros necesita ser más especial que el otro. La cosa interesante es que de cierta forma es verdad: yo soy especial. Pero también lo es cada uno de los demás. Cada uno de nosotros es completamente único, aunque puede decirse que hay sólo una Energía Divina que se manifiesta de diferentes maneras. Krishna dice en el Bhagavadgita que todo esto que hay es Krishna. No obstante, aún  Krishna no puede reemplazar un simple niño.

Existe el total cuestionamiento de la unidad de todo y al mismo tiempo la unicidad de cada ser y cada cosa es una expresión única. Permitiendo la inmensidad de las tradiciones y la posibilidad de encontrar las excepciones a cada generalización, podemos aún decir que en las tradiciones de la India, en general, se considera a la individualidad como una señal de ignorancia. En las tradiciones bíblicas -Judaísmo, Cristianismo, e Islamismo- por otro lado, la falta de individualidad es una indicación de falta de responsabilidad. ¿Ahora qué queremos escoger, ignorancia o irresponsabilidad? Claro,  podemos citar los sabios de una tradición u otra, pero no podemos olvidarnos de que ahora estamos en una cultura planetaria, y los sabios no son exclusivamente los sabios de India. Hay también otros sabios. La mitad de los sabios del mundo no pueden estar totalmente equivocados. Por consiguiente, yo los invito a reconsiderar, a revisar  este problema de la individualidad. En las tradiciones bíblicas, incluso en la presencia del Omnipotente, los profetas de Judea expresan su defensa; ellos hablan a Dios de hombre a hombre y argumentan con Él. No hay problema de fundirse dentro de la vasta consciencia o el principio divino que forma la unidad espiritual de todo lo existente, o cualquier cosa de esta naturaleza. La individualidad es la señal de la responsabilidad: soy responsable por este mundo, y soy responsable por mis acciones, y no puedo fundirme en la inmensidad simplemente.

Lo que nosotros tenemos son dos tipos diferentes de énfasis. En un caso, está el énfasis en la Unidad de todo lo que hay. Generalmente, en la literatura India, y en particular en las filosofías influenciadas por la Vedanta, hay sólo el Uno, nada más. Por otro lado, en la tradición bíblica el énfasis está en general en la unicidad de todo. Irónicamente ambos "unicidad"  y "unidad" se derivan  de la misma raíz latina, uno. Pero, tal como sabemos ahora, en inglés se dicen las cosas de manera bastante diferente. Aquí me gustaría sugerir que no debemos tomar una especie de actitud misionera, la cual simplemente dice que aquéllos que discrepan con nosotros o aquéllos que tienen un punto de vista diferente simplemente están equivocados. Eso no sería muy generoso o útil, sobre todo si realmente deseamos tomar a todos los sabios del planeta como algo en serio. Por consiguiente, necesitamos regresar a los principios.

Ante todo, necesitamos recordarnos a nosotros mismos que la mayoría de estos sabios han dicho repetidamente que lo que realmente es, no puede ser expresado en palabras o lógicamente. Por cierto, el Buda parece haber sido la única persona consistente sobre esto y él se negó a describir el nirvana. Pero sus seguidores han sido rápidos para dar alguna descripción. Esto es una dificultad humana. No podemos hacer nada sobre esto. Aunque,  no obstante los sabios siguen recordándonos que realmente no puede hacerse. Lo que realmente es  peor, es decir lo que no puede decirse. Supongo que la implicación es que lo que se está diciendo no es peor de lo que se dice, sino que es un poco perturbador del punto de vista del portavoz.  No obstante, aun persisto en decir algo, similar a los seguidores del Buda.

Tenemos una situación muy similar en la física moderna, la que no es ahora realmente muy moderna; esto era hace casi cien años. A  principios del siglo veinte tuvimos una crisis total en la física, la que fue resuelta finalmente por la mecánica del quantum y la crisis es simplemente esto: que partículas pequeñas, podemos decir los electrones, en buenos y repetidos experimentos, se comportaron completamente como ondas. Pero al mismo tiempo, hay otros experimentos en los cuales las mismas entidades se comportaron como partículas, en lugar de ondas. Pero en la física clásica (es decir, la física mecánica anterior al quantum) había sólo dos categorías: tenía que ser una onda o una partícula. Esto llevó a una crisis mayor en la física. Había muchos chistes sobre esto en los laboratorios de física en los años 1920. Ellos decían que los lunes, miércoles, y viernes había ondas; y los martes, jueves, y sábados había partículas, y en domingo el bondadoso Señor descansaba. La crisis en la Física fue resuelta tomando conciencia que nuestra lógica común, la lógica Aristotélica, que dice que  'X ' y 'no X ' cubren todo el universo del discurso no es aplicable, y que necesitamos un tipo diferente de lógica.

Es en cierto modo, la misma situación aquí. Los sabios en cualquier tradición están usando un completo panorama de la cultura—idioma, historia, tradición—en las cuales ciertas cosas han sido expresadas de cierta manera. Cuando algo es expresado por los grandes maestros de una cierta manera, entonces todos se les unen. Es común seguir repitiendo lo que los grandes maestros han dicho. Y toda nuestra experiencia puede ser entendida en esas condiciones. Pero grandes maestros en otra tradición también han dicho lo mismo de otra manera.

Los invito a pensar que estas estructuraciones culturales son como estructuraciones experimentales; ellas confirman nuestro lenguaje, que se deriva principalmente de la tradición, religión, y las filosofías. Ambos lenguajes reflejan así como modulan para la próxima generación sus expresiones, y por consiguiente es casi inevitable que en una tradición dada una forma de mayor expresión es lo que le da el sentido. En la tradición de India, generalmente, los sabios han afirmado repetidamente la unidad de todo lo que hay. Todo lo demás está a un nivel más bajo de consciencia. En el modo bíblico, tiene sentido hablar de la unicidad de todo. Incluso en la presencia del Omnipotente, los profetas de Judea mantienen su unicidad.

En las tradiciones de India se pone mucho énfasis en el nivel de consciencia que casi parece estar ausente en las tradiciones bíblicas. En algunos círculos académicos hay ahora un creciente interés en el estudio de la consciencia pero los estudiosos en estos campos casi nunca se refieren a las tradiciones bíblicas; ellos encuentran ejemplos de niveles de conciencia principalmente en las tradiciones Hindú-Budistas. Sin embargo, en la tradición bíblica precisamente por esta razón es este énfasis en la unicidad, y la responsabilidad individual correspondiente para la acción correcta, por que lo que está enfatizando son niveles de consciencia. En las tradiciones de India, cada sabio ha dicho que la causa principal de todos nuestros problemas es la ignorancia, y por consiguiente naturalmente la solución es jnana, o cierta clase especial de conocimiento, no el conocimiento  científico usual.

Esto no es lo que la tradición bíblica dice. Allí, el predicamento de la causa de la dificultad humana es la obstinación o terquedad,  y la correspondiente desobediencia al poder de Dios. Por consiguiente, la solución es la obediencia al poder de Dios que requiere fe. Si usted considera la totalidad armónica de la Biblia, encontraría unas pocas citas, pero muy pocas, bajo la palabra "conocimiento". Y si usted buscara bajo la palabra 'auto-conocimiento ', no encontraría absolutamente ninguna cita. Si usted mira la totalidad armónica de los Upanishads o del Bhagavadgita, hay páginas y páginas de citas bajo las dos palabras "conocimiento" y "auto-conocimiento". Hay una diferencia entre estas dos principales tradiciones. Sus consecuencias son diferentes. Podemos mirar a La Divina Comedia de Dante y El Libro tibetano de los Muertos como ejemplos. El último constantemente está hablando de varios niveles de conciencia, pero en el anterior lo que nosotros encontramos son niveles diferentes de conciencia, aunque específicamente este nombre no se usa: Judas en el más profundo de los infiernos, donde hay una falta completa de movilidad. Yendo a lo superior y los cielos más altos, hay más y más virtuosos, o consciencias dirigidas, acción. En el cielo más alto que Dante se permite ver, como es descrito en el último canto de La Divina  Comedia, él dice:

                 Allí mi voluntad  y mi deseo fueron uno con el amor,

                  El amor que mueve el Sol y las otras estrellas.

 Lo que tenemos en un caso es el énfasis en la conciencia, la acción correcta, la moralidad. La recta acción llevará al recto conocimiento que es el principio fundamental en la tradición bíblica. Por otro lado, en India el recto conocimiento llevará a la recta acción. Vemos que hay diferencias bastante fundamentales. Claro, estas diferencias que estoy señalando son realmente las diferencias en la filosofía y la lógica. Sin embargo, son muy serias, intensamente profundas, diferencias experienciales que son difíciles de decir. A pesar de todo, no podemos descartar la totalidad del cuerpo literario lingüístico-filosófico en estas tradiciones, porque esto es lo que influye en  todos. La mayoría de nosotros no tiene la visión beatífica, la visión para ver más allá de nuestro mundo profundamente condicionado por nuestro lenguaje, filosofía y religión. Estamos en este lado del velo, y a menos que reconozcamos estas diferencias mayores, realmente no apreciaremos el valor de las otras culturas.

Si  deseamos tener un discurso planetario, no podemos tener un punto de vista que simplemente desconozca la mitad del mundo, o la mitad de los sabios. Con eso no ganaremos nada. Por otro lado, las paradojas  parecidas pueden invitarnos a regresar a lo fundamental, para comprender que la descripción no es la cosa real, y para no ser seducidos así por una descripción u otra. De hecho, es bueno tener variedades de descripciones: algunas personales, algunas transpersonales, o algunas festivas, algunas no festivas, para que uno tenga un sentido de magnificencia de la realidad, y de algo que realmente está más allá de nuestra lógica, nuestro lenguaje, y nuestra mente, por lo menos de la mente ordinaria.

Otro requisito con que cada persona sensata estaría de acuerdo pero nadie realmente lo practica, es simplemente reconocer que uno no sabe todo lo que hay que saber. Todos estaríamos de acuerdo que ésta es una declaración de sentido común, pero que yo mismo no practico el sentido común, porque estoy constantemente contando lo que alguien está diciéndome. Es por esto que les pido presten atención a lo qué está pasando en ustedes cuando me escuchan. Es como si lo que usted dice tiene que ser aprobado por mí, como si yo supiera todo, y ahora puedo sentarme y juzgar todo lo que los demás dicen. Ésta es la manera de la mayoría de nosotros—incluyéndome. Es difícil vivir en el conocimiento de no saber todo. En general, aparte de algunos momentos excepcional-mente extraños, no permitimos la celebración del misterio, en parte porque hay un deseo de controlar todo. La celebración no permite el controlar. Es un hecho fisiológico simple que el miedo y el  maravillarse no pueden coexistir. Éste no es un problema nuevo. Indra dice en el Rig-veda:



                                No conozco quien soy,  aun

                                Vanidoso en la mente vago en el

                                 mundo.



Éste es Indra hablando; él es el jefe de los dioses. ¡Los dioses también tienen  problemas, tal como nosotros!

¿Qué sigue después de todo esto? Necesitamos la libertad del tiempo, y del conocimiento, que son siempre del pasado; de otra manera no sería ningún conocimiento. Así que necesitamos la libertad para el conocimiento, y especialmente la libertad del conocedor que está aislado del resto de la total inmensidad, que es lo que se designa literalmente como "Brahman". Si yo estoy separado del resto de la inmensidad, entonces yo estoy haciendo simplemente mi propia cosa, y entonces puedo garantizar que estoy atado a lo más pequeño de mi propio ego. Así necesito libertad para este conocedor.

Hay también el requisito para la libertad de la necesidad de saber. La celebración es algo completamente diferente cuando hay libertad de la necesidad de saber. La necesidad de saber siempre tiene un elemento de control en ella. El conocimiento científico es un ejemplo muy bueno de esto. Esto también es verdad en otros campos. El real vairagya es un tema de desencanto con este ser que está atado a las pequeñeces y necesita controlarse. Vairagya no es la indiferencia al mundo o el no-envolvimiento en él. No es un tema de libertad para mí mismo, sino un tema de libertad desde mí mismo. Por otra parte, está siempre el ‘yo, yo, yo.’

En los Yoga-sutras, Patañjali recomienda abhyasa y vairagya. Sólo digo que el real vairagya es libertad desde mí mismo. La práctica de Abhyasa, por otro lado, es necesaria para que mi yo, mi ego, pueda ser pulido y afilado lo suficiente para ser un buen instrumento, y así sea de real servicio a algo que es más elevado que yo mismo. Necesito un ego centrado, precisamente para poder ser cada vez menos auto-centrado.

Hay un mito muy popular en India, llamado el samudramanthana, batiendo en una mantequera del océano lácteo. Hay daityas que constantemente luchan con los adityas que son más sabios pero más débiles que los daityas. Ambos, daityas y adityas tienen el mismo padre, Kasyapa que literalmente significa "visión", pero sus madres son diferentes. La madre de los daityas  es Diti que quiere decir 'limitada', y la madre de los adityas es Aditi que quiere decir ilimitada o inmensa. Así que, nosotros tenemos este constante forcejeo entre los resultados de la visión limitada y los hijos de una visión inmensa. Aquéllos con visiones amplias a menudo son más débiles que aquéllos con visión limitada. Finalmente, cuando los adityas atraen al sostenedor cósmico, Vishnu, les aconseja que ellos necesitan batir en una mantequera el océano lácteo para encontrar amrta que les dará la fuerza y les liberará de la muerte. ¡Sin embargo, ellos no pueden batir en una mantequera el océano sin la ayuda de sus primos fuertes de visión pequeña!

Necesitamos reconocer que las profundidades no pueden existir sin la superficialidad. Así que mis partes superficiales también necesitan ser invitadas, ellas también necesitan hacer su cooperación,  mi competitividad también necesita abrirse paso. Esto es lo que finalmente lleva a la determinación, la fuerza de voluntad, la habilidad de llevar a cabo los proyectos. Sin embargo, podemos ver que aunque el ego es un sirviente muy bueno, tiende a ser un mal amo ¿Pero quién quiere librarse del sirviente? ¿Quién quiere matarlo? Lo invito, por consiguiente, para no ser cogido en una expresión sólo porque los sabios lo han dicho. Necesitamos cuestionar todo esto. El esfuerzo siempre es uno e individual. No necesitamos generalizaciones o abstracciones; lo que necesitamos es la Primera Persona Universal quien puede cantar su propia y única canción, no para el engrandecimiento personal, sino para la gloria de Dios. Nadie más puede cantar mi canción. Naturalmente, esto no sólo es verdad para mí, sino  también para cada uno de nosotros. ¡Cada uno debe cantar su propia y única canción; al mismo tiempo, todos nosotros la emanamos de la misma fuente divina!

Así que, la individualidad es una parte de la Unidad, es la forma de manifestación. La Individualidad celebra la Unidad. Este intento para cantar mi canción no está excluyendo a alguien más, pero sí debo reconocer que a menos que pueda simultáneamente ser totalmente único y también uno con la Fuente, no soy una real persona. Tomando la analogía antes mencionada, nuestra individualidad, verdadero ser, tiene ambos aspectos: el aspecto onda con lo que es unidad con el Todo, y la partícula -como aspecto con lo que es la individualidad.

Así ésta es mi invitación para ustedes: intentar ser verdaderas individualidades. Esto, por supuesto, es una invitación a una especie de cima. Pero es importante recordar siempre que a menos que preste alguna atención al próximo paso, voy a andar ligero. Es una necesidad invisible pero de valor, escalar la cima de cualquier montaña. Pero el próximo paso puede ser visible, y necesitamos ser cuidadosos con él. Cada uno de nosotros necesita preguntar, "¿Cuál es mi próximo paso?".