S. RAMU
Gerente de
la Editorial Teosófica, Adyar
Yoga esencialmente significa
armonía. El Yoga de Compasión es estar en armonía con un estado del ser que
es compasivo.
La compasión es una
conciencia marcada y sensibilidad por el sufrimiento que uno presencia, con
un profundo anhelo por verlo aliviado. La compasión literalmente significa
“sufrir con”, lo que implica reciprocidad en la experiencia del sufrimiento.
La compasión es bondad amorosa, expresada en el contexto del sufrimiento.
Buddha significa “el
despierto”. Él despertó a la compasión cuando se sensibilizó por el
sufrimiento que presenció.
La
compasión no es la relación entre quien da y quien recibe. Es una relación
entre iguales. La compasión se hace real cuando reconocemos nuestra
humanidad compartida. –Pema Chödrön
La compasión no es la simple
muestra de bondad o simpatía hacia alguien que sufre. Requiere de una
identificación completa con el sufrimiento experimentado por otro y por
aliviar ese sufrimiento.
La compasión es uno de los
“poderes latentes en el hombre” que alivia el sufrimiento. La Teosofía nos
enseña que el cosmos está guiado por la justicia y el amor. Existen
diferentes clases de amor, tales como el amor patriótico, el amor filial, el
conyugal, etc. Un tipo de amor es la bondad expresada como compasión para
aliviar el sufrimiento.
A menudo la compasión genuina
sólo fluye de un corazón que ha sufrido. El corazón que se ve afectado por
la angustia de otros es más capaz de aliviar el sufrimiento efectivamente
que una mente que se aflige al ver el dolor.
Annie Besant sintió gran
compasión por el terrible estado de las niñas que trabajaban esforzadamente
en la industria de los fósforos. Es el sufrimiento causado por la mera
injusticia del hombre contra el hombre que hizo que personas como Annie
Besant, Gandhi, Nelson Mandela y Martin Luther King Jr. emprendieran causas
compasivas.
El sufrimiento abrumador de la
humanidad se produce por la intolerancia, falta de compasión, odio,
prejuicio, ira, miedo, avaricia, deseos de gratificación, supersticiones
religiosas, búsquedas materialistas ciegas, egoísmo, tendencias violentas,
ilusiones sobre la naturaleza de la existencia e ignorancia de las verdades
fundamentales que gobiernan la vida y todas las relaciones que la vida
implica. Un teósofo ayuda a aliviar el sufrimiento y se esfuerza por
eliminar la causa raíz del dolor.
Sólo el
desarrollo de la compasión y la comprensión de otros, puede brindarnos la
tranquilidad y felicidad que todos buscamos. – S. S. Dalai Lama
La compasión ennoblece la vida
de todos. H. P. Blavatsky dijo que “La religión y la filosofía deben ofrecer
la solución a todo problema. Pero la religión y la filosofía están tan lejos
de la solución como siempre lo estuvieron… para éstas debe haber en algún
lugar una solución consistente.” Yo sugeriría que la posible “solución
consistente” a la que HPB se refirió puede muy bien ser la “Compasión”.
El verdadero teósofo es un
yogui compasivo. El teósofo permite seriamente el permanente desarrollo del
poder de la compasión, que está “latente en él”. El teósofo se da cuenta que
sólo por su vida compasiva puede despertar la compasión en otros.
Los actos
más simples de bondad son mucho más poderosos que mil cabezas inclinadas en
oración. –Mahatma Gandhi.
La espiritualidad se relaciona
con el nivel de consciencia y hay marcas o firmas de la consciencia
superior. La compasión es la firma de la consciencia superior. Los grandes
sabios sintieron compasión por quien sufre, producido por la asociación del
espíritu con la materia o del ser espiritual envuelto en el materialismo,
que esencialmente es la ilusión de confundir el mundo fenomenal por la
Realidad.
La
compasión es la más magnánima de las virtudes, la que mueve al mundo.
Thiruvalluvar.
El estado compasivo está
marcado por un nivel elevado de consciencia cuando uno está profundamente
emocionado por el sufrimiento. En ese estado de compasión surge de nosotros
un caudal de bondad creativa. Valmiki, Vyasa, Shakespeare, probablemente
Homero también, son ejemplos de esta creatividad. Estos autores nos dieron
obras de arte de creatividad, conmovidos por los predicamentos humanos
fundamentales, como se ven en los exámenes de resistencia, por el dolor y el
sufrimiento que esas personas deben soportar. Finalmente, es la creatividad
la que resuelve los problemas humanos, alivia el sufrimiento y agrega dicha
a la vida.
Hasta que
extienda el círculo de su compasión hacia todas las cosas vivas, el hombre
no hallará la paz. –Albert Schweitzer.
Compasión hacia todos sin
excepción es la religión universal que es la base de todas las verdaderas
religiones. “Samatvam Yoga Uchyate”, Yoga es la ecuanimidad (Bhagavadgitâ),
“recta comprensión” o el “recto conocimiento” mencionado en varias
escrituras, significa sin discriminación y unidad. Un Yoga superior es la
capacidad de considerar todo como “lo mismo”, en el sentido de cada una y
todas las entidades de los hombres y los materiales a nuestro alrededor,
como “que son una porción de Brahman, la energía Primordial”. En el
Bhagavadgitâ se recomienda quedar establecido en “la igualdad” y la
ecuanimidad para una acción yóguica perfecta. El espíritu de la unidad es el
fundamento de la verdadera acción compasiva.
La compasión es nuestro primer
instinto básico. Todos los mamíferos, dice el Dalai Lama, practican una
compasión básica que surge del lazo madre-infante. Nosotros los humanos por
lo tanto, tenemos por naturaleza, un sentido de amor y afecto.
Nuestro instinto natural está
obstruido por el intelecto analítico de nuestra mente condicionada y sus
pensamientos. La consciencia es nuestra cualidad esencial y la compasión es
la facultad innata. En la comprensión de este condicionamiento, existe la
posibilidad de trascender las limitaciones y despertar la compasión. El
egoísmo es un fuerte impedimento para la práctica del Yoga de Compasión.
Muchas personas se preguntan
por qué las enseñanzas de los sabios, santos, filósofos y humanistas no han
elevado nuestra consciencia individual y colectiva al nivel deseado de
compasión? ¿Por qué existe una total ausencia de sensibilidad? ¿Por qué
estamos dormidos? Incluso cuando se ve la compasión, parece una experiencia
ocasional en vez del alivio a una vida dominada por el conflicto.
Es un poco
incómodo que después de cuarenta y cinco años de investigación y estudio, el
mejor consejo que le puedo dar a la gente, es que sean mutuamente un poco
más amables. –Aldous Huxley
Muchos países gastan enormes
cantidades de valiosos recursos para aumentar rápidamente los sistemas de
seguridad, detección del crimen y el sistema de justicia criminal, y también
en el estilo de vida relacionado con temas de salud. Sería bueno si le
dieran preferencia a la educación en los años de la formación, a valores
universales tales como la vida compasiva y a un modo de vida modesto, en el
que se considere la prevención de gastos innecesarios de recursos y su uso
para causas más productivas. Padres, maestros y profesionales de la salud
deberían dar el ejemplo de un estilo de vida modesto y compasivo. El
Presidente Obama dijo, al hacer un comentario sobre una tragedia reciente
ocasionada por el hombre, “deberíamos preguntarnos si estamos haciendo todo
lo que podemos para ampliar el círculo de compasión en nuestras propias
comunidades.”
Una sociedad que promueve la
indulgencia, la gratificación y demasiada competitividad basada en la
explotación, es muy poco plausible que sea sensible al sufrimiento de sus
semejantes los seres humanos, y que sea compasivo. La riqueza económica
creada sin alimentar a su vez los valores, tales como la compasión, sólo
conducirá hacia la envidia, la tensión social y crímenes violentos; además
de la fácil disponibilidad de armas. Muchos consideran que leyes más severas
se harán cargo de estos problemas. Es sorprendente que la inter-conectividad
y la vida compasiva casi no se enseña a los niños y a los jóvenes. Y sin
embargo la gente se queja del aumento de conflictos y violencia. La
educación está diseñada para hacer que la gente piense que sólo cuenta el
intelecto: saber cómo resolver problemas, cómo arreglárselas, cómo
identificar una ventaja y alcanzarla. Pero las funciones del intelecto son
insuficientes sin amor, amistad, compasión y empatía.
El intelecto es una
herramienta del ego y observa todo desde el punto de vista de “¿Qué hay allí
para mí?” Una de las causas de falta de compasión es que estamos
condicionado para juzgar, evaluar y preguntar “¿qué hay allí para mí?”
¿Podemos trascender ese deseo psicológico para que la compasión pueda fluir
sin dificultad? “¿Qué hay en el intelecto o la razón? Avanza unos pocos
pasos y allí se detiene” dijo Swami Vivekananda.
Si no es
templada por la compasión y la empatía, la razón puede conducir a hombres y
mujeres hacia un vacío moral. – Karen Armstrong.
Uno de los rostros humanos del
ego es el egoísmo. Este aspecto del ego carece de cualquier capacitad de
empatía, compasión, generosidad o amor; y lo peor de todo es que nunca jamás
reconocerá lo que es sagrado. El despertar de la compasión requiere de la
sublimación del ego.
No hay duda que la compasión
es la sabiduría más elevada, pero para hacerla real y sustentable, debe
estar enraizada en la realización de la verdad de la unidad del ser.
Armonizar con la “unidad del ser” es el Yoga final. En ese sentido Cristo y
Buddha fueron verdaderos yoguis y la personificación de la compasión. “El
´ser´ es igual en todos” dijo Ramana Maharshi. Todos los seres tienen una
experiencia de “Yo soy” y es la misma en todos. Yo soy esto y tú eres
aquello (identidad), es una superimposición que parece dar origen a la
separación. La ilusión del sentido de separación y la total compasión no
pueden coexistir. La compasión es comunión del espíritu con el espíritu, y
al ser el espíritu el mismo en todos los seres, implica automáticamente la
unidad del ser. En otras palabras, la compasión debe estar enraizada en el
espíritu de la unidad. A la compasión no se la puede generar, enseñar,
despertar o practicar en soledad. Muchos pueden preguntar: “Cómo se
despierta la compasión?” Pero el “cómo” implica un proceso que funciona
principalmente al cambiar algo que está hecho de materia. En el contexto
espiritual es la realización más que el proceso que produce una
transformación esencial.
Para concluir, reflexionemos
en las palabras de Samdong Rinpoche:
Deberíamos
ser conscientes de la miseria existente en el mundo en general y de todos
los seres humanos en particular. ¡Sean conscientes y siéntanlos! Al
sentirlos, desarrollarán un bondadoso amor y compasión hacia todos los seres
vivos, y en la medida en que la compasión se desenvuelva dentro de ustedes,
vuestra ilusión del yo disminuirá. Estas dos cualidades de compasión y
bondadoso amor en una persona indican que está comenzando a desarrollar la
espiritualidad. Tal vez al principio las expresará de modo limitado, pero
luego abarcará todo el universo. El poder de la compasión y la sabiduría son
mucho más fuertes que el poder de la ignorancia y el odio. Al ser esto así,
deberíamos llenar nuestras mentes de compasión, bondadoso amor y sabiduría,
e irradiarlos hacia todos los seres vivos, junto con un fuerte deseo por su
felicidad. Nunca olviden enviar la fuerza del bondadoso amor hacia todos los
seres vivos.