domingo, 29 de junio de 2014

Mi Karma soy yo

Desde la Atalaya



 RADHA BURNIER

 Mi Karma soy yo

   El Karma de todo lo que hacemos es parte de un Karma mayor que es el del mundo, como lo señala lo que se da a continuación; todo el proceso es uno. El Karma no es algo externo sino que es lo que nosotros mismos creamos. Por lo tanto, cada uno de nosotros debe hacer lo correcto desde un punto de vista mayor, como lo destacan las palabras del Sr. Jinarâjadâsa. El Karma que creamos no es una expresión de alguna fuerza o persona ajena a nosotros mismos. Por lo tanto, debemos tratar de hacer incluso en este momento lo que es correcto.

   Es una afirmación cierta que todo en la vida, lo que parece bueno como lo que no, es nuestra propia responsabilidad. Como todos los maestros nos dicen, cada uno de nosotros debe aprender el principio de Unidad. El pasaje incluido, escrito por el Hermano Jinarâjadâsa, enfatiza que debemos comprenderlo totalmente y vivirlo, que es la dificultad que enfrentamos. Todo parece estar afuera, que es ajeno a nosotros. Esta lección es difícil de aceptar incondicionalmente, pero debe ocurrir. Es una de las razones por la que el principio de Fraternidad se enseña en la Sociedad, y quien lo cumple avanza rápidamente. No sirve de nada decir que la otra persona se equivocó o que produce más daño que nosotros. Lo que se necesita es que todos nos demos cuenta del inmenso trabajo que debemos cumplir y la lección que tenemos que aprender. Esperamos que el siguiente pasaje no sea sólo para un momento de lectura, sino algo que se arraigue en el interior, crezca y subordine todo lo que sea menos importante.

   “Es para nosotros un axioma que lo Divino y el hombre son uno”. Pero también lo es, aunque poco comprendido, que el hombre y todo el proceso de evolución, en el que él es un integrante, también son uno. Normalmente, cuando el individuo siente la presión de la evolución, está preparado para considerar ese proceso como algo impuesto sobre él desde el exterior. Por lo tanto es natural que sienta que todas las dificultades de la vida tales como mala salud, pobreza, limitaciones de todo tipo, son los ajustes de su Karma arreglados para él, por los Señores del Karma, para ayudar a su crecimiento. Eso es perfectamente verdadero. Pero la verdad más profunda es que todos esos arreglos son realmente las operaciones de su propia voluntad. Se debe dar cuenta que, de alguna manera misteriosa, los ajustes de los Señores del Karma son ajustes hechos por él mismo, y decretados por su propia voluntad. Cada hecho que le sucede, particularmente los de carácter doloroso, debe ser reconocido por él, no sólo como el resultado de su propio Karma y por lo tanto como decretado por él, sino más aún como una expresión de su propio yo. “Mi padre y yo somos uno” no debe permanecer meramente como un intelectualismo, porque la Unidad existe no sólo en el reino del Espíritu, sino también en el de la materia.

   Se afirma en Luz en el Sendero, “Ningún hombre es tu enemigo, ningún hombre es tu amigo. Todos son igualmente tus instructores.” Pero estos instructores, tanto amigos como enemigos son él mismo; y en realidad es él, quien se enseña a sí mismo los principios de la Unidad, por intermedio de ellos. El primer vislumbre de la verdadera percepción de toda la existencia viene cuando lo “externo” y lo “interno” se perciben como los dos lados de un medallón, siempre inseparables en una unidad, aunque cada uno se pueda observar por separado.

   Existe un bello ejemplo de esta verdad en el relato de un yogui hindú que vivió en la época del Motín Indo. Su meditación constante fue por supuesto percibir la Unidad o Dios. Un día estaba meditando en cierto lugar, y en su proximidad estaban ocurriendo los violentos hechos del motín. Los soldados británicos que peleaban con los rebeldes tropezaron con este santo, pero no se dieron cuenta que era un santo; él trataba de comprender la naturaleza de Dios, no era un rebelde. La historia relata que uno de los soldados corrió hacia él y lo mató con la bayoneta. Pero mientras el soldado corría hacia él, el yogui lo miró serenamente y se dijo a sí mismo “Incluso  tú eres Él.” Él había esperado mucho tiempo para que llegara el Señor, y el Señor vino de ese modo particular.                                              

   Es esta misma enseñanza de la Unidad la que tenemos en nuestra Cadena de Unión: “Hay una Paz que sobrepasa el entendimiento, mora en el corazón de aquellos que viven en lo Eterno. Hay un Poder que renueva todas las cosas, vive y actúa en quienes reconocen la Unidad del Ser.” El aspirante comienza a vivir esta enseñanza en su vida sólo cuando pone en práctica la verdad que subyace en las palabras: “Incluso tú eres Él”. Todo hecho en la vida, agradable o desagradable, cada dolor, cada fracaso, es decir, todo lo que consideramos como el no-Yo, se debe percibir de algún modo misterioso como el Yo.

   Pero aún más que esto, cada objeto y hecho se debe percibir, aunque al principio sólo sea con la imaginación, como él mismo. Los diversos aspectos de la manifestación son encarnaciones de la Unidad, y no existe separación para aquél “que ve”, entre él mismo y la Unidad. “Yo soy Él” no sólo debe significar que el hombre y lo Divino son uno y no dos, también debe querer decir que ´Yo´ soy la roca, la planta, el animal, el pecador, el santo, cada hecho del día en mi vida y en la vida del mundo. Especialmente debe significar, ya que somos hombres y tenemos limitaciones humanas, que lo que los hombres consideran como “desagradable”, lucha, dolor, desilusión, fracaso, también son la Unidad, y también “yo”.



Las cajas de bebés aumentan

   El periódico The Guardian Weekly del 22 de junio 2012 tiene un artículo sobre “Cajas de bebés”. Al parecer, a los bebés que no son deseados los ponen en estas cajas, principalmente lo hacen los padres de los bebés. Afuera de los hospitales, una campana le avisa a alguien en el hospital que tome al bebé y lo cuide. Esta práctica se dice que ocurre en Alemania, Austria, Suiza, Polonia, etc. Muchos niños, “muchos” es un hecho relevante por la razón de que estos bebés no tienen a nadie que los cuide, quedan librados a la compasión del personal del hospital.

   Esto ha salvado a gran número de bebés, y muchos de ellos pasan a padres adoptivos. Pero existen personas importantes que afirman que el niño tiene el derecho de conocer a sus padres. ¿Puede un bebé saber la diferencia entre los padres biológicos, y los “padres” afectuosos que los cuidan? Dicen que las cajas de bebés son para ayudar a identificar a los padres y establecer una relación con ellos. En primer lugar, si no son deseados, ¿cómo podemos esperar que los padres, o uno de ellos, tal vez la madre, quiera cuidar al niño después que fue rechazado? De todos modos, la controversia parece continuar, y es considerada solamente desde el punto de vista de los intereses materiales.

   Desafortunadamente, los bebés no tienen el derecho a decir lo que desean. Ciertamente, al ser tan pequeños no saben lo que quieren. Mandred Weber, Vice-Presidente del Partido de las Personas Europeas escribió una carta al periódico The Guardian: “Aunque estoy convencido que un niño se cría mejor dentro de una familia unida, la seguridad de los niños es una prioridad mayor que el deseo de conocer a sus padres biológicos.” En una encuesta suiza, en 2011, vieron que el 87% afirmó que las cajas de bebés son útiles, e incluso muy útiles, y que todos los hospitales deberían tener la ventaja que éstas brindan.

   Al parecer existe la idea de que el responsable es el padre, lo que hace surgir la pregunta de si de alguna manera el tema se considera desde el punto de vista de los bebés. En países como India, se abandonan muchos bebés recién nacidos, se los arroja a pozos o a basureros, o los abandonan de diferentes modos. La madre a menudo no es responsable: teme lo que la gente pueda decir. Es más, muchas veces ella también necesita protección.

   La opinión de que todo niño tiene el derecho de conocer su origen es relativa porque el niño puede llegar a saber con el transcurrir del tiempo que sus padres lo abandonaron como un trozo de papel inservible. Por lo tanto, no parece correcto enfatizar la necesidad por parte de los padres. Lo necesariamente esencial es que el niño crezca en un ambiente bueno y de amor. En las condiciones referidas, mientras el niño esté vivo y lo cuiden, debemos sentirnos felices. No es necesario o incluso correcto interferir en los sentimientos de un niño que es aceptado y cuidado por personas afectuosas. Podemos estar totalmente de acuerdo con el sindicato social cristiano y el Sr. B. Posselt que lo representaba: “Nuestras experiencias con las cajas de bebés aquí en Munich, por ejemplo, organizadas por un monasterio, han sido positivas… Para mi es esencial proteger y salvaguardar la vida de niños en situaciones extremas. Todos los demás problemas se pueden solucionar con buena voluntad, mientras el niño esté vivo. No es decisión de la Comisión de la Organización de las Naciones Unidas qué hacemos para ayudar a los niños que nacen o están por nacer.”

   Yo misma he contactado a más de un niño abandonado que crece con una familia. Son felices, y como los niños deseados, anhelan una vida agradable. No habrían sido felices con el padre o los padres que no los querían. Verlos felices hace a otros felices también. A la niña o el niño no les preocupa dónde nacieron y otras circunstancias que los rodeaba en ese momento. Lo importante es que crezcan bellamente.



El individuo medio-humano

   La Ley de Karma nos trae otra vez al nacimiento en el cuerpo físico, a veces en el de un hombre, y otras en el de una mujer, para ayudarle a la conciencia a despertar y crecer poco a poco. Esto fue considerado por un académico de la Universidad de Cambridge en un feliz artículo que destaca que existe todo un proceso de evolución que tiene lugar para llevar varias situaciones a un nivel más elevado. De modo que el insecto crece hacia un nivel más elevado, y a otro más elevado aún, hasta que surge la etapa humana y luego la super-humana, sobre la que sabemos muy poco. En este proceso de una evolución en expansión, el hombre no es aún un ser humano completo, sino que está en vías de serlo. Existe todavía mucho del animal en el gran número de personas que ha alcanzado esta etapa de tener un cuerpo físico humano, pero que tiene muchas características animales, algunas más cerca del humano real y algunas todavía en el nivel animal. La mayoría de ellas es una mezcla de ambas.

   El ser humano promedio actual es esta mezcla, la proporción varía de un individuo a otro, por lo tanto nadie es igual a otro. Desafortunadamente la mayoría de nosotros no sabemos que algunas de las características que exhibimos mientras enfrentamos las circunstancias del presente, son realmente los restos de encarnaciones previas en vidas pre-humanas. Los grandes seres humanos, como el Buddha, están libres de impedimentos de vidas pasadas. Son totalmente humanos, algunas veces más que humanos.

   Si pudiéramos comprender más claramente todo el desarrollo, es decir, el proceso evolutivo, comprenderíamos mejor cómo crecemos realmente, no simplemente cómo se desarrolla la forma física. Si pudiéramos comprender esto, veríamos que la mayoría de los seres humanos todavía no está en el nivel esperado. Por lo tanto, la evolución es un tema importante que tenemos que comprender tanto como sea posible, no sólo la condición física actual, sino la parte que juega en el despertar espiritual.

   Quienes no son cuidadosos con los niños, o que están absortos en sí mismos y los descuidan, los maltratan, e incluso los abandonan por cualquier razón, exhiben imperfecciones en su propio ser. Tomará bastante tiempo para que una persona en esta etapa llegue a ser totalmente humana. Si pudiéramos comprender más todo esto, nos encontraríamos más libres de coacciones, creciendo con más felicidad y no meramente con los así llamados placeres de una vida superficial.

domingo, 22 de junio de 2014

Espiritualidad en el lugar de trabajo




F. M. SAHOO

Profesor Investigador en el Instituto de Gerenciamiento Xavier, Bhubaneswar, India.

 La espiritualidad era un tema considerado inapropiado para la investigación social y conductual. Muchos científicos conductuales consideraban la espiritualidad como de interés fundamental para los filósofos. Sin embargo, la situación mundial y el clima empresarial en la actualidad han enfatizado la urgente necesidad de debatir y practicar la espiritualidad en el lugar de trabajo.

   Algunas personas, por supuesto, se sienten escépticas respecto a si la espiritualidad se puede mezclar con el trabajo. Otros se sienten nerviosos de que se les imponga cierta presión religiosa donde trabajan. E incluso otros se entusiasman ante la posibilidad de una revolución espiritual en el trabajo. La palabra “revolución” tiene dos significados principales. El primero es la revolución fundamental. La otra definición es igual de importante. ¿Qué hace la tierra cada veinticuatro horas? Completa una revolución, regresa donde comenzó. El segundo significado de “revolución” es “regresar donde se ha comenzado”.

   La humanidad experimentó ambos tipos de revolución cuando los astronautas fueron por primera vez a la luna. Se habían manifestado tecnologías revolucionarias. Un cambio igual de fundamental tuvo lugar en nuestra conciencia. Edgar Mitchell, un astronauta estadounidense en el vuelo del Apolo 14, expresó:



La poderosa experiencia de ver la Tierra y todo nuestro sistema solar con el cosmos en segundo plano, tuvo un profundo efecto en mí, un sentido sobrecogedor de estar conectado con el universo, de sentirme relacionado con todas las cosas… Fuimos a la luna como técnicos, regresamos como humanitarios.



Definir espiritualidad

   Aunque la mayoría de las personas se describen como espirituales, definen el término de muchas formas diferentes. Los expertos también varían en sus definiciones. Una investigación en Internet revela más de cinco mil definiciones de espiritualidad. Algunas de las definiciones citadas frecuentemente se dan a continuación:

Lo mejor de aquello que es humano
Una búsqueda de significado existencial
Las dimensiones humanas trascendentales.
  Sin embargo, Pergament y Mahoney (2005) definen la espiritualidad como una búsqueda de lo sagrado. Existen dos términos clave en esta definición: búsqueda  y  lo sagrado. El término “búsqueda” indica que la espiritualidad es un proceso, implica esfuerzos para descubrir lo sagrado. Las personas pueden tomar un número virtualmente ilimitado de senderos en sus intentos de descubrir y preservar lo sagrado. Los senderos espirituales pueden ir de las instituciones religiosas tradicionales a las avenidas no tradicionales.

   Mientras que “religión” y “espiritualidad” se usaban de modo intercambiable hace tiempo, actualmente existe una clara diferencia entre ambas. Religión, representa un sistema institucional, formal, externo, doctrinal y autoritario. En comparación, espiritualidad denota una expresión individual, subjetiva, emocional e interna.

   En los últimos años los psicólogos han llevado a cabo un gran número de estudios para examinar la relación entre la experiencia religiosa y la salud mental. Los descubrimientos nos dejan perplejos. Algunos estudios indican una asociación positiva entre ellos, mientras que otros muestran una relación negativa. Por lo tanto, los psicólogos han diferenciado dos formas de experiencia religiosa: religiosidad externa y religiosidad interna. La religiosidad externa se indica asistiendo a lugares de adoración, con rituales y otro comportamiento externo. La religiosidad interna se refiere a actitudes y valores. En consecuencia, la espiritualidad ha sido equiparada con la religiosidad interna.

   La espiritualidad, definida como una búsqueda de lo sagrado, no sólo ilumina el proceso de búsqueda, también implica esfuerzos para mantenerse en lo sagrado una vez que ha sido descubierto. Las personas pueden tomar muchos caminos para descubrir y conservar lo sagrado.

   ¿Cuáles son las raíces de este proceso de descubrimiento? Algunos señalan el rol de una base genética innata. Otros han destacado el rol de hechos críticos en la vida. Los desafíos que enfrenta la gente pueden revelar limitación humana, y predisponerlos a descubrir lo sagrado. Además, el contexto social, incluyendo la familia, las instituciones y el ámbito cultural, juegan importantes papeles en estimular el proceso de descubrimiento.

   El proceso de búsqueda o santificación tiene tres implicancias importantes para nuestras vidas. Primero, es probable que preservemos y protejamos objetos sagrados. Segundo, es posible que dediquemos más de nosotros mismos en la búsqueda de lo sagrado. Tercero, es probable que obtengamos más significado, fortaleza y satisfacción de los aspectos sagrados en nuestras vidas.



Inteligencia espiritual

   El enfoque sistemático hacia el estudio de la espiritualidad se ha centrado alrededor del concepto de inteligencia espiritual. La evolución del interés en esta área también ha seguido una secuencia lógica de hechos. Es un caso conocido que los investigadores y los agentes de cambio estaban interesados en el estudio de la inteligencia racional durante la primera parte del siglo veinte. Ellos midieron la inteligencia de modo operativo y expresaron la capacidad intelectual en la forma de coeficiente intelectual (CI). El CI se consideró un indicador estable y fuerte de logros académicos y éxito profesional.

   Sin embargo, a mediados de los noventa se vio un cambio drástico en estos argumentos. El libro de Goleman, Emotional Intelligence (1991) (Inteligencia Emocional), popularizó el concepto de coeficiente emocional (CE). Esto fue fortalecido por los descubrimientos neuro-psicológicos que evidencian que nuestro cerebro, aunque estructuralmente uno, tiene dos unidades funcionales: el cerebro que siente y el cerebro que piensa. En términos evolutivos, el cerebro que siente es más viejo que el cerebro que piensa. El psicólogo Roger Sperry (1981), galardonado con el Premio Nobel, mostró que el hemisferio izquierdo del cerebro está relacionado con la lógica y el lenguaje mientras que el derecho está asociado a la emoción y formas de reconocimiento. CE es un requisito básico para el uso efectivo del CI. Si las áreas del cerebro del “sentimiento” están dañadas, pensamos menos efectivamente.

   Por lo tanto, la primacía de la inteligencia emocional se reconoció en la década del 70. Comparado con la inteligencia racional, el CE fue considerado como un fuerte indicador del éxito académico y ocupacional. Pero el principio del siglo marcó otro desarrollo interesante y duradero. El concepto que unifica la inteligencia racional y la inteligencia emocional avanzó para explicar nuestra búsqueda de significado y valores.

   La inteligencia espiritual se refiere a esa inteligencia con la cual ubicamos nuestras acciones y vidas en un contexto más amplio, rico y que otorga significado. Es un fundamento necesario para el funcionamiento efectivo del CI y del CE.

   El diccionario Webster define espíritu como “principio vital, que da vida a un organismo físico en contraste a sus elementos materiales”. En otras palabras, es el “aliento de vida”.

   La inteligencia espiritual nos motiva a hacer preguntas fundamentales. ¿Por qué he nacido? ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Cuáles son mis metas importantes? Los antropólogos y neurólogos argumentan que es este anhelo de significado y su valor evolutivo lo que ha motivado a los humanos a salir de las cavernas. Este anhelo también es responsable del crecimiento del cerebro humano.

   Ni el CI ni el CE, de modo separado o combinados, son suficientes para explicar toda la complejidad de la inteligencia humana. El CI y el CE toman parte en actividades limitadas, mientras que el coeficiente espiritual (CS) toma parte en actividades imperecederas. El CS no tiene una relación indispensable con la religión. Para algunas personas, el CS puede encontrar un modo de expresión por medio de la religión formal, pero ser religioso no garantiza el CS.



Evidencia científica

   Existe, por cierto, gran cantidad de evidencia científica para el CS. En los últimos años, estudios neurológicos, psicológicos y antropológicos de la inteligencia humana y del proceso lingüístico ofrecen evidencia de apoyo.

   Primero, a principios de la década de 1990, un neuro-psicólogo, Michael Persinger, descubrió que la actividad del lóbulo temporal está relacionada con visiones místicas. Más recientemente, un neurólogo, V. S. Ramachandran, en la Universidad de California, identificó un centro espiritual incorporado entre conexiones neuronales en los lóbulos temporales del cerebro. Ramachandran (1997) denominó a este centro “el lugar de Dios”. En escaneos tomados con un tomógrafo de emisión de positrones (TEP) estas áreas neuronales se encienden siempre que los sujetos de la investigación son expuestos a debates de temas espirituales o religiosos. Estos varían con las culturas. Los occidentales responden a la mención de “Dios”. Los orientales responden a símbolos que son significativos para ellos. Se puede indicar que el escaneo del TEP es una de las técnicas de imágenes modernas. Por medio de una inyección se pasa una sustancia radioactiva inofensiva a áreas neuronales del cerebro. La concentración de esta sustancia es profunda en las áreas del cerebro involucradas en una actividad particular en un momento dado. Por supuesto, el lugar de Dios no prueba la existencia de dios, pero muestra que el cerebro se ha desarrollado para hacer “preguntas fundamentales”, tener y usar una sensibilidad para valores y significados más amplios.

   En segundo lugar, el trabajo del neurólogo austríaco, Wolf Singer, en la década de 1990, sobre el problema vinculante, muestra que existe un proceso neuronal en el cerebro dedicado a unificar y dar significado a nuestra experiencia. Es el proceso neuronal que literalmente “une” nuestras experiencias. Antes del trabajo de Singer sobre oscilaciones neuronales unificadoras simultáneas por todo el cerebro, los neurólogos y científicos cognitivos sólo reconocían dos formas de organización neuronal en el cerebro. Una de estas formas, conexiones neuronales seriales, es la base de nuestro CI. Los tramos neuronales conectados de modo serial le permiten al cerebro seguir reglas, pensar lógica y racionalmente paso a paso. En la segunda forma, atados de hasta cien mil neuronas se conectan en forma aleatoria a otros atados masivos. Estas redes neuronales son la base del CE.

   Las computadoras seriales y paralelas existen y tienen diferentes funciones, pero ninguna de las dos funciona con sentido. No existe ninguna computadora que pueda preguntar ¿“por qué?”. El trabajo de Singer sobre las oscilaciones neuronales unificadoras ofrece el primer indicio de un tercer tipo de pensamiento, pensamiento unitivo, y un tercer modo de inteligencia que lo acompaña, el CS. La inteligencia espiritual puede considerar preguntas fundamentales de porqué, de motivación, de significado.

   Tercero, Terrance Deacon, neurólogo y antropólogo biólogo de Harvard, ha publicado recientemente un trabajo nuevo sobre el origen del lenguaje humano (The Symbolic Species, 1997). Deacon muestra que el lenguaje es una actividad exclusivamente humana, esencialmente simbólica, que otorga significado, que co-evolucionó con el rápido desenvolvimiento de los lóbulos frontales del cerebro. No existe ninguna computadora, ni tampoco los simios más avanzados (con raras y limitadas excepciones), que puedan usar el lenguaje, porque carecen de la función del lóbulo frontal para que emplee el significado.



Parámetros operativos del CS

   En términos evolutivos, el CS nos ha “unido” para volvernos las personas que somos, y nos da el potencial de más “uniones” para mayor crecimiento y transformación. Usamos el CS para tratar problemas existenciales. El CS nos hace darnos cuenta que tenemos problemas existenciales y nos permite solucionarlos. El CS es nuestra brújula “en el límite”. Los problemas existenciales más desafiantes de la vida existen fuera de lo esperado y lo familiar, fuera de las reglas dadas, más allá de la experiencia pasada, más allá de las habilidades conocidas. En la teoría del caos, “el límite” es el borde entre el orden y el caos, entre lo conocido y lo desconocido. Es el lugar donde podemos ser más creativos. El CS, nuestro profundo sentido intuitivo de significado y valores, es nuestro guía en el límite. El CS está en nuestra consciencia. Usamos el CS para ser creativos. Lo necesitamos cuando tenemos que ser flexibles, visionarios y creativamente espontáneos.

   Podemos usar el CS para volvernos espiritualmente más inteligentes, respecto a la religión. El CS lleva a la esencia de las cosas, a la unidad detrás de las diferencias. Una persona con elevado CS puede practicar cualquier religión, pero lo hará sin estrechez ni prejuicio. De modo similar, una persona con elevado CS podría tener muchas cualidades espirituales sin ser religioso.

   El CS nos permite integrar lo intra-personal y lo interpersonal. Ayuda a trascender la brecha entre el yo y los otros. Aunque la inteligencia emocional incluye ambos componentes (habilidad interpersonal e intra-personal), el CS se necesita para unir la separación entre ambos.

   Finalmente, podemos usar nuestro CS para solucionar los problemas del bien y del mal, de la vida y la muerte, y de los orígenes más profundos del sufrimiento humano. Los indicadores de un CS altamente desarrollado incluyen lo siguiente:

Capacidad de ser flexible;
Elevado grado de auto-consciencia;
Capacidad para enfrentar y usar el sufrimiento;
Capacidad para enfrentar y trascender el dolor;
Cualidad de ser inspirado por la visión y los valores;
Renuencia a causar daño innecesario;
Tendencia a ver la unidad en la diversidad;
Tendencia a preguntar “¿por qué?” o “¿y si…?”, y a buscar respuestas esenciales.


Estrategias pragmáticas

   Relacionado con el aumento de interés en la inteligencia espiritual, la espiritualidad en el lugar de trabajo comenzó como un movimiento a principios de la década de 1990. Surgió como un movimiento de la clase media, con individuos que buscaban vivir su fe y/o valores espirituales en el lugar de trabajo. Al poco tiempo aparecieron muchas organizaciones que promovieron este movimiento.

International Centre for Spirit at Work (Centro Internacional para el Espíritu en el Trabajo) (www.spiritatwork.org)
World Business Academy (Academia Empresarial Mundial) (www.worldbusiness.org)
Spiritual Business Network (Network Empresarial Espiritual) (www.spiritualbusiness.net)
Foundation for Workplace Spirituality (Fundación para la Espiritualidad en el lugar de trabajo (www.workplacespirituality.org.uk)
   A fines de la década de 1990, The Academy of Management (Academia de Gerenciamiento) (www.aomonline.org) formó un grupo de interés especial llamado Grupo de interés en Gerenciamiento, Espiritualidad y Religión. Esta es una asociación profesional de profesores de gerenciamiento de todo el mundo que enseñan e investigan sobre espiritualidad y religión en el lugar de trabajo. Esta acción a cargo de la Academy of Management fue un paso significativo al legitimizar la espiritualidad en el lugar de trabajo, haciéndolo en el lugar de trabajo como campo de estudio. De modo similar, la División 36 de la Asociación Psicológica Estadounidense (Psicología de la Religión y la Espiritualidad) lanzó un Periódico nuevo en 2008 para reflejar el movimiento de interés. La investigación que se realiza en India se difunde por medio del Global Dharma Centre (Centro de Dharma Global) (www.globaldharma.org) y Tiempos de India (website.http./spirituality, indiatimes.com).

   El International Centre for Spirituality and Work provee una definición operativa.

   La espiritualidad es un atributo humano innato. Todo el mundo lo lleva al lugar de trabajo, como parte integral de sí mismo. La espiritualidad es un estado o experiencia que puede darle a los individuos dirección o significado, o proveer sentimientos de comprensión, apoyo, integridad interna o conexión. La conexión puede ser con ellos mismos, otras personas, la naturaleza, el universo, un dios, o algún otro poder supernatural.

   La definición implica un componente vertical y otro horizontal. El componente vertical representa un deseo de trascender el ego individual o el yo personal. El componente vertical podría ser Dios, el Espíritu, el Universo, la Naturaleza, el Poder Supremo, o alguna otra cosa. Esta dimensión se experimenta como un sentido consciente de profunda conexión con el Espíritu Universal/Dios. Esto podría ser experimentado internamente como momentos de asombro o experiencias pico. Un fuerte componente vertical sostenido refleja un comportamiento externo como el de una persona (o grupo) que es centrada y que es capaz de acceder a la sabiduría y a una profunda fortaleza interna. Generalmente se requieren momentos de quietud con la naturaleza y otras actividades o prácticas reflexivas. Los ejemplos incluyen ambientes para meditar, tiempo para reflexiones compartidas, silencio antes de las reuniones, plegarias y apoyo para que los empleados tomen un tiempo para el desarrollo espiritual.

   El componente horizontal representa un deseo de ser serviciales a otros seres humanos y al planeta. En lo horizontal, buscamos lograr un cambio por medio de nuestras acciones. Un fuerte componente horizontal se demuestra por una visión y valores bien alineados, orientados al servicio y la compasión. Una persona con fuertes componentes verticales y horizontales tiene una clara comprensión de la meta, la ética, los valores y las actividades.

   La espiritualidad en el lugar de trabajo significa que los empleados se nutren en ambas direcciones, la vertical y la horizontal. Es sobre los individuos y las organizaciones, es ver el trabajo como un sendero espiritual, como una oportunidad de crecer y contribuir con la sociedad de modo significativo. Es sobre cuidado, compasión y apoyo a otros, sobre integridad y sobre las personas siendo veraces consigo mismas. Significa que los individuos y las organizaciones intentan vivir sus valores más plenamente en el trabajo que realizan. Ejemplos de la espiritualidad organizativa vertical incluyen tiempo de meditación al iniciar las reuniones, retiros o tiempo de entrenamiento espiritual establecido para los empleados, ambientes apropiados para las prácticas de plegarias de los empleados. Las compañías con un fuerte sentido de espiritualidad horizontal tienen en cuenta lo siguiente: un comportamiento considerado entre los compañeros de trabajo, una orientación de responsabilidad social, un fuerte compromiso de servicio hacia los clientes, sensibilidad medioambiental y actividades de servicio comunitario. Las dimensiones verticales y horizontales deberían estar bien integradas de forma que la motivación (que surge de lo vertical, y las acciones (que surgen de lo horizontal) estén explícitamente unidas.

   La determinación a crear un ambiente de trabajo más espiritual ha comenzado. En líneas generales se incluyen las siguientes actividades:

1.      Programas sobre la pérdida de un ser querido

2.      Exhibición con información sobre un buen estado de salud, y su distribución

3.      Programas de asistencia a empleados

4.      Programas que integran el trabajo y la familia

5.      Sistemas de gerenciamiento que estimulan la transformación personal y espiritual

6.      Liderazgo sobre el servicio, el deseo de servir a los demás

7.      Administración, liderazgo que apoya el crecimiento y el bienestar de los demás

8.      Programas diversos que crean culturas inclusivas

9.      Integración de valores esenciales, y decisiones y prácticas empresariales

   La determinación a lograr un cambio en el mundo toma formas prácticas principalmente en tres niveles: individual, liderazgo y organizaciones. El debate de estrategias específicas en estos tres niveles aporta claridad para una comprensión de componentes prácticos de la espiritualidad en el lugar de trabajo.



Esfuerzos individuales

   La espiritualidad en el lugar de trabajo toma una forma tangible sólo cuando los individuos, líderes y organizaciones trabajan armónicamente hacia tales objetivos. Los individuos necesitan desarrollar un carácter espiritual en el lugar de trabajo. El carácter espiritual se muestra con la siguiente ecuación:



Carácter espiritual=

Contexto espiritual + objetivo espiritual

+ valores espirituales

deseos del ego



   Como se indicó, los individuos necesitan trabajar en el contexto espiritualizado por sistemas de creencia comprensivos. Los individuos deberían creer que el bien colectivo es posible por medios espirituales. Esto es estimulado por objetivos o propósitos espirituales. Más aún, se deben buscar valores espirituales. Por supuesto, los valores espirituales son básicamente valores humanos tales como la verdad (satya), rectitud (dharma), paz (sânti), amor (prema) y no violencia (ahimsâ). Aquí nuevamente, el amor es la fuerza unificadora. Las palabras impregnadas de amor constituyen la verdad. La acción con amor da origen a la rectitud. La emoción colmada de amor genera la paz. La comprensión con amor toma la forma de no violencia. Cuando los individuos integran sus palabras, sus pensamientos, su emoción y acción con el amor, se preservan y promueven los valores humanos. El otro principio guía para el individuo es su respuesta a la consciencia, una indicación interna. Las personas pueden enfrentar algunas situaciones cuando la decisión organizativa está en conflicto con la consideración moral de los individuos. En estas difíciles situaciones, la gente con carácter espiritual escucha los dictados de su propia consciencia. Al llamado de la consciencia muchos individuos se han aventurado a oponerse a las prácticas inmorales y corruptas de la organización.

   La rica tradición de la herencia humana les aconseja a las personas “comenzar pronto, conducir lentamente y llegar seguro”. Los maestros espirituales de India han aconsejado comenzar pronto. Un pequeño desarrollo todos los días puede ser muy útil.

   Al practicar la espiritualidad en el lugar de trabajo uno debe percibir la espiritualidad como la base del éxito. La espiritualidad en el lugar de trabajo no es una calle de sólo un sentido, es de dos sentidos. Uno debe trabajar para crecer espiritualmente y la espiritualidad en aumento es fundamental para trabajar mejor. Finalmente uno debe expresar el pensamiento y hacer lo que dice. Los líderes con una base espiritual ayudan en gran medida los intentos individuales.



Líder espiritual

   Cualquiera que exprese su Yo espiritual con confianza, puede ser un líder espiritual, ya sea que influya a uno, a diez o a cientos. Los líderes que se  basan en la espiritualidad, manifiestan cuatro facultades clave.

Tienen una visión de la vida que sostienen con claridad. Tienen una definición clara de la espiritualidad; conocen su propia relación entre la espiritualidad y la religión. Continuamente preguntan: “¿Cómo puedo enfocar esta situación desde mi punto de vista espiritual de la vida?”
Exploran su espiritualidad desde el interior. Carl Jung afirmó: “Quien mira hacia fuera sueña, quien mira hacia adentro despierta.” Tal líder mira su corazón. Toman un tiempo regular para alimentar su crecimiento espiritual, identifican su objetivo y valores espirituales en la vida y constantemente examinan su pureza y unidad de pensamiento, acción y palabras.
Encarnan sus principios espirituales en su liderazgo. Ven la espiritualidad como la base de su éxito. Aprecian el trabajo en términos de oportunidad y crecimiento espiritual. Buscan “expresar y hacer lo que piensan”.
Se comprometen en actividades revolucionarias. Promueven un cambio fundamental basado en su punto de vista espiritual.
   Cuando un ejecutivo dirige su empresa desde un punto de vista espiritual, ¿cambia su definición de “línea de base”? El término “línea de base” originalmente significaba la última línea de una estimación de ganancias, los beneficios que quedaban después que se deducían los costos de los impuestos. Con el transcurrir del tiempo, su significado cambió a algo amplio “el resultado clave”, o los “resultados más importantes” de un emprendimiento.

   Cuando nos enfocamos con una base espiritual en medidas de una “línea de base”, es más posible que permanezcamos elevados en nuestra visión. Es más factible que veamos más allá del objetivo de ganancia, incluso más allá del interés propio de la organización, y más allá del bienestar de la sociedad en términos materiales. Es posible que encarnemos al Espíritu, el que puede ver lo que es eternamente importante, y asegurarnos que el tiempo y la energía que pasamos en el trabajo realmente contribuyan con lo que es esencialmente importante.

   Además del esfuerzo de los líderes con una base espiritual, las organizaciones necesitan adoptar algunas prácticas útiles en esta dirección.



Alma organizativa

   Desde la caída de Enron y Worldcom, los escándalos corporativos han marcado la consciencia del mundo empresarial. Actualmente la gente quiere hacer negocios con compañías que tengan firmes valores morales. El desafío para el comercio, sin embargo, es crear una atmósfera cordial basada en valores, sin que afecte negativamente su línea base. El Alma en el trabajo dice que la espiritualidad colectiva no sólo puede lograr empleados más felices, sino que puede aumentar las ganancias en las empresas.

   Benefiel expresa que la espiritualidad y las ganancias se pueden combinar, de modo que esos dos objetivos trabajen en sinergia. Ella escribe: “las organizaciones espiritualmente arraigadas, se desempeñan mejor y enriquecen más a sus inversionistas”. Los exhorta a los demás a seguir un nuevo modelo comercial y cosechar enormes recompensas que son más que económicas. La sinergia se puede lograr adoptando ciertos caminos.

   Articular valores. Es posible ayudarle al alma incluyendo un lenguaje preciso en declaraciones de visión y misión. Por ejemplo, la declaración de visión del Document Management Group (Dublin, Ireland) incluye un compromiso para construir un lugar de trabajo en el que “nuestra gente pueda encontrar significado, sentido y éxito por medio de su trabajo, y donde los valores del personal y del lugar de trabajo se unan para lograr una mayor armonía externa y una vida espiritual”. La armonía entre los intereses financieros y los humanos conducen hacia organizaciones más saludables y felices.

   Combinar las personas con la visión. Un medio solidario debe encontrar a personas con formas de pensar similares. La aerolínea Southwest Airlines (USA), por ejemplo, contrata por actitud y entrena habilidades. Se piensa que la congruencia con su misión elevará la retención de empleados y la satisfacción de los clientes. Esto bajaría costos y elevaría ganancias.

   Actividad especial del departamento de personal. La importancia dada al alma organizativa puede tomar formas manifiestas. El sector de personal de la organización necesita dedicar tiempo y energía en entrenar a los empleados a integrar la espiritualidad con su comportamiento laboral.

   Crear estructura específica y procesos. La estructura y las prácticas se pueden adoptar para incentivar la espiritualidad en el lugar de trabajo. Por ejemplo, en Grayston Foundation en Nueva York, un momento de silencio marca las reuniones de negocios, y el equipo de conducción experimentado realiza trimestralmente retiros en otra parte. Texas Instruments provee “Habitaciones para la serenidad” donde los empleados experimentan momentos de calma. Esto fortalece la armonía entre los objetivos financieros y los intereses humanos.



Conclusión

   El debate sobre la espiritualidad en el lugar de trabajo no descarta la posibilidad de comentarios por parte de los críticos. Sin embargo, la mayoría de los críticos señalan los elementos de conflicto y confusión que surgen de prácticas religiosas en las organizaciones. Los críticos dicen que la espiritualidad y las prácticas religiosas son un tema de creencia personal y no deben ser parte de las organizaciones. Consideran que tal clima diluiría y distorsionaría las metas organizativas. Sin embargo, un examen detallado y concienzudo de las crisis e incertidumbres actuales profundizan nuestra impresión de que la necesidad de un clima espiritual es posible que solucione el problema del auto-interés. La preservación y promoción de bienes comunes seguramente se facilitará por medio de una revolución espiritual que se establezca en los lugares de trabajo en la actualidad.

 

Referencias

Benefiel M., Soul at Work. Spiritual Leadership to Organization, Seabury Books, New York, 2005.

Hill P. C. y K. I. Pergament, Avances en la conceptualización y medida de la religión y la espiritualidad, American Psychologist, 2003, 58, 64-74.

Johar D. y I. Marchall, Spiritual Intelligence, Bloomsbury, London.

domingo, 15 de junio de 2014

Madame Blavatsky y Teosofía




 Daniel Ross Chandler

 Blavatsky: un Retrato

 Helene Hahn von Rottenstern nació en Ehaterisnoslav, Ucrania, en el seno de una familia noble en 1831. Esta extraordinaria mujer se convirtió en Madame Helena Petrovna Blavatsky, una de las fundadoras de la Sociedad Teosófica y una prolífica escritora de Teosofía. Posteriormente, esta pensadora no convencional se caracterizó como una persona de hablar áspero, una bohemia fumadora empedernida que comía excesivamente y dormía poco. Ella se aseguró un lugar permanente en la historia por adherirse a un esoterismo ecléctico y presentarse como una clarividente viajera del mundo que estudiaba y comprendía los misterios. El pintoresco Coronel Henry Steel Olcott se unió a sus esfuerzos; él suspiraba por un Newton moderno, quien deduciría de una presentación moderna, las leyes que gobiernan la comunicación de los espíritus y demostraría con certeza matemática la inmortalidad del alma. El abogado de New York que ayudó a la provocativa aristócrata fue convencido que los fenómenos espirituales no son milagros sobrenaturales sino manifestaciones materiales gobernadas por leyes naturales. Estos colegas teosóficos propusieron un cambio paradigmático del espiritismo a la Teosofía, un cambio de los médium que manipulaban los espíritus de los muertos a adeptos que persuadían a espíritus elementales. Estos pioneros que fundaron la Sociedad Teosófica conjuraron en una formula contemporánea una sabiduría antigua que resolvería la confusión filosófica y el caos moral del siglo diecinueve que envolvía al mundo occidental, impeliéndolo peligrosamente hacia la guerra. Mientras el Coronel era el administrador que organizaba al creciente movimiento teosófico, Madame Blavatsky permanecía como el genio carismático y la bohemia reina del salón. HPB, como sus estudiantes la llamaban, ejerció una considerable influencia en el pensamiento occidental, ejercitó poderes extraordinarios cuando materializó tazas y platos, soportó injustas calumnias y burlas del público, y permaneció como una crítica inconmovible, sincera y franca que denunció la hipocresía y el prejuicio. Ella se aseguró la fama permanente por su amplio conocimiento metafísico, el cual expresó en forma escrita a través de una inmensa literatura que atrae a los buscadores espirituales de todo el mundo.

 Desde la temprana infancia en Rusia, Madame Blavatsky atrajo la atención con sus poderes psíquicos, aunque no estaba interesada especialmente en atraer el interés público sino en descubrir las leyes y principios que hacían posibles estos fenómenos. Se convirtió en una estudiante seria que investigaba la  metafísica, y viajaba considerablemente. Buscó el conocimiento esotérico oculto en fuentes orientales, que fue una hazaña extraordinaria para una mujer del siglo diecinueve. Durante la década de 1870, regresó a los Estados Unidos por segunda vez, encontró al Coronel Olcott, y fue una de las fundadoras que estableció la Sociedad Teosófica en New York en 1875. En 1878 fue la primera mujer rusa en tener la ciudadanía norteamericana. El 25 de mayo de 1880, Madame Blavatsky y el Coronel Olcott fueron los primeros norteamericanos en aceptar formalmente el Budismo, cuando se arrodillaron ante una gigantesca estatua que honra al Buddha en Ceilán, y tomaron Pancha Sila al recitar en un inglés defectuoso los Tres Refugios y los Cinco Preceptos profesados entre los budistas Theravâda. Cuando adoptaron el Budismo, no estaban convirtiéndose a él, sino simplemente observando las formas de una religión particular como una expresión de la sabiduría interna divina que es la Teosofía. En 1882 estos colegas teosóficos establecieron la sede internacional de la Sociedad Teosófica en Adyar, cerca de Madras. En 1885, Madame Blavatsky viajó a Europa, donde completó su opus magnum, La Doctrina Secreta.

 Blavatsky como escritora

 A través de muchos escritos, Madame Blavatsky compartió con sus lectores su tremendo conocimiento. Incursionó en el mundo de las filosofías, la religión, la cultura oriental, la simbología, la literatura esotérica, los fenómenos psíquicos y la metafísica. A partir de ella apareció una interminable corriente de artículos en periódicos y revistas. Su primer gran libro, Isis Sin Velo, hizo sensación cuando se publicaron los dos volúmenes en New York en 1877. La primera edición fue de mil copias, y se hicieron tres reimpresiones durante los primeros siete meses. Abordando ambiciosamente los misterios que relacionaban la ciencia antigua y moderna, y la teosofía, el Volumen I aborda la alegada infalibilidad atribuida a la ciencia, mientras que el Volumen II analiza la infalibilidad asignada a la religión. De manera enormemente exhaustiva, ella se desliza de la filosofía griega antigua referida a la materia y la fuerza, profesada por Pitágoras y Platón, a las enseñanzas cabalísticas patrocinadas por ciertos rabinos judíos que presentaban una interpretación mística de sus escrituras. Blavatsky analizó la interpretación dada a las historias mitológicas contenidas en muchas escrituras, habló de magia, escudriñó la literatura egipcia antigua, analizó filosofías clásicas, y comparó las religiones del mundo. El propósito de Blavatsky era hacer un llamamiento para que se reconociera la filosofía hermética, la antigua Sabiduría-Religión universal.

 Isis sin Velos

 Henry Steel Olcott colaboró con Madame Blavatsky en la escritura de Isis sin Velos. Por diez años estos “Mellizos teosóficos” vivieron juntos mientras se escribía el manuscrito; el Coronel dedicó el tiempo libre que le quedaba de su trabajo como abogado profesional, para ayudar a Blavatsky con el proyecto de esta publicación. Olcott encontró una editorial, editó el borrador y corrigió las pruebas. Isis Sin Velos apareció en septiembre de 1877.  La primera edición que constaba de mil copias se vendió en diez días, aunque la crítica negativa de los periódicos consideró al libro como “basura descartable”. El contenido intelectual era extraordinario. En su contenido había referencias a la evolución, la doctrina oculta, enseñanzas budistas e hinduistas y denuncias anti-católicas. Un lector atento podía observar el descontento de Madame Blavatsky por el cristianismo y una ardiente defensa que confirmaba la sabiduría antigua. De esta sabiduría antigua, ella afirmaba, emanaron las más grandes tradiciones religiosas del mundo; a esta fuente común convergen todas estas tradiciones de sabiduría. Además de confirmar que estas religiones mundiales se promulgaron a partir de una fuente primordial, Isis Sin Velos explica que estas tradiciones enseñan la única verdad eterna y tienden hacia un fin único común. A través de estos dos volúmenes, Blavatsky combinó un estudio histórico evaluando la religión, información científica, y un entusiasmo por buscar la verdad contenida en las religiones. Exploró la manifestación de fuerzas ocultas, desde la antigüedad hasta el interés del siglo diecinueve por el Espiritismo.  Mientras analizaba la filosofía antigua y la ciencia contemporánea, Isis Sin Velos está impregnada con su persistente preocupación por el conocimiento oculto, la sabiduría antigua, y las enseñanzas profesadas por sabios adeptos. Blavatsky estudió las fuentes a partir de las cuales surgió el Cristianismo primitivo, incluyendo al movimiento gnóstico que existió antes, durante y después de los comienzos del Cristianismo. Analizó el misterio que envolvía a Jesús. Al aclarar la persistente búsqueda de la humanidad para desentrañar la realidad espiritual, criticó al materialismo generado por la investigación científica contemporánea y el oscurantismo que socava la genuina religión. Al reflexionar ampliamente en la religión y las tradiciones místicas, en el estudio clásico y en las observaciones empíricas de la naturaleza, sostenía que un buscador sincero podía comprender la existencia de Dios y la inmortalidad del espíritu humano por el estudio de la ciencia y la religión. Distinguió los principios esenciales que subyacen en las filosofías antiguas. La primera y mayor composición literaria de Blavatsky promovió el restablecimiento de la filosofía hermética y una antigua Sabiduría-Religión universal.

 Las fuentes de las cuales bebe la Teosofía contemporánea indican que los diversos movimientos dentro de la tradición esotérica aparecieron en Caldea, Persia y Babilonia. Por siglos, Egipto fue un repositorio que preservaba la tradición de sabiduría. La Cabala y el Zohar reflejan una influencia de esta sabiduría. Zoroastro, Lao-Tse, Confucio, Shankara y Gautama Buda profesaron estos preceptos. En las Escuelas de Misterios situadas en la Grecia clásica, los estudiantes eran instruidos en la sabiduría antigua por Platón, Pitágoras y Plotino. Los Neoplatónicos y los Neopitagóricos combinaron la filosofía Griega con las enseñanzas orientales, especialmente la sabiduría recibida desde la India. Un alejandrino, Amonio, empleó la palabra “Teosofía”. En el siglo tercero, fundó un sistema teosófico ecléctico, el cual intentó reconciliar todas las religiones y países dentro de un sistema ético común. Los primitivos cristianos gnósticos instruyeron sobre numerosas enseñanzas encontradas en la sabiduría antigua. En la tradición cristiana, los evangelios y las epístolas indican que Jesús enseñó el conocimiento exotérico al público en general y reservó la sabiduría esotérica para seguidores selectos. Los Teósofos contemporáneos están convencidos que los fundadores que establecieron las grandes religiones mundiales diseminaron los principios contenidos en la sabiduría antigua. Dentro de la tradición occidental, el movimiento Teosófico aseguró la expresión a través de los filósofos griegos Pitágoras (siglo 6 aC) y Platón (siglo 5 a 4 aC); los maestros gnósticos Simón el Mago (siglo 1 dC) y Valentino (siglo 2 dC); y los filósofos neoplatónicos Plotino (siglo 3 dC) y Proclo (siglo 5 dC). Pitágoras estableció una comunidad espiritual en Krotona en el sur de Italia, donde él enseñó la trasmigración de las almas, la unidad entre todas las formas de vida y la purificación ascética. Dentro de la escuela herética cristiana llamada Gnosticismo, los adherentes consideraban al mundo material como intrínsicamente malo y enseñaban que la liberación provenía de la iluminación espiritual. Inspirado por los filósofos Platón y Amonio Saccas, Plotino concibió un mundo ideal que contenía tres hipóstasis. Estos principios incluyen el Uno (to hen), el Intelecto (nous) y el alma (psiche). El Uno expresaba la suprema esfera del ser, más allá de la comprensión humana y trascendiendo las diferenciaciones y formas. Los humanos son potencialmente divinos, a través de la participación en el Uno podrían obtener la unión a través de la contemplación y la auto-purificación. Luego de la muerte de Plotino, estas enseñanzas fueron publicadas como las Enéadas.

 Una ortodoxia antimística dominó la Cristiandad europea durante la Edad Media. Las tendencias teosóficas aparecieron en el predicador y escritor alemán del siglo trece Meister Eckhart. Educado en la orden dominicana y persistentemente un cristiano declarado, Eckhart profesó una distinción entre Dios concebido en términos personales y Dios como Realidad Ultima, al que llamó la Divinidad. Empleando terminología negativa, a veces la Deidad era referida como la “Nada”. Se descubren curiosos paralelos entre la teología de Eckhart y la Advaita Vedânta no dualista adoptada por el filósofo indio del siglo nueve Sankara. Tanto el indio como el alemán reconocieron la imposibilidad de describir la divinidad con palabras y recurrieron al uso del vocabulario negativo.

 Cuando se restauró la enseñanza clásica durante el Renacimiento Europeo, los estudiantes redescubrieron a Platón y a Plotino mientras que las especulaciones teosóficas eran expresadas por Nicolás de Cusa, Paracelso y Giordano Bruno. Mientras el Renacimiento creaba una fusión que reunía el materialismo y el misticismo, individuos inquisitivos investigaban en alquimia, magia y ocultismo. Buscadores curiosos estudiaban el Platonismo e investigaban la literatura que trataba con la naturaleza de la realidad y los escritos del neoplatonismo que trataban sobre los niveles de la realidad. Un movimiento judío místico ampliamente extendido emergió entre los estudiantes que exhibían una fuerte incursión en la Cabala. Otros buscadores investigaban en el Hermetismo, un movimiento helenístico místico, ocultista, astrológico y alquímico. Giordano Bruno, que fue quemado en la pira como hereje, consideraba a Jesús como un sabio, un mago; él concluyó que la religión hermética sobrepasaba al cristianismo. El prefacio de Blavatsky de Isis sin Velos contiene  esta petición de la noble rusa para que se reconozca la filosofía hermética, la Religión-Sabiduría antigua y universal.

 Dos europeos que dieron ímpetu al pensamiento teosófico fueron el zapatero Jacob Bohme de finales del siglo dieciséis, y el filósofo alemán romántico del siglo diecinueve Friedrich Schelling. Bohme construyó un concepto en el que imaginaba a Dios como la Base o la sustancia primordial del Ser; desarrolló un concepto dialéctico de la realidad como una interacción entre opuestos. El sistemático filósofo Schelling reafirmó el pensamiento teosófico dentro de un marco idealista, romántico; reafirmó la conclusión esencial mística que Dios debe experimentarse directamente para conocerlo. La más rica, la más profunda fuente del pensamiento teosófico es la filosofía india: los más antiguos Vedas, escrituras hindúes que expresan el misticismo esencial; los Upanishads, escrituras filosóficas-especulativas; y el Bhagavadgitā, un clásico de la literatura.

 La Doctrina Secreta

 La Doctrina Secreta presenta y explica tres proposiciones fundamentales:

 I. Un PRINCIPIO Omnipotente, Eterno, Sin Límites e Inmutable, sobre el cual toda especulación es imposible, porque trasciende el poder de la concepción humana, y sólo podría ser empequeñecido por cualquiera expresión o comparación de la humana inteligencia. Está fuera del alcance del pensamiento, y según las palabras del Mândûkya es “inconcebible e inefable”.

II. La Eternidad del Universo in toto, como plano sin límites; periódicamente “escenario de Universos innumerables, manifestándose y desapareciendo incesantemente”, llamados “las Estrellas que se manifiestan” y las “Chispas de la Eternidad”. “La Eternidad del Peregrino” es como un abrir y cerrar de ojos de la Existencia por Sí Misma”, según dice el Libro de Dzyan. “La aparición y desaparición de Mundos, es como el flujo y el reflujo regular de las mareas.”

III. La identidad fundamental de todas las Almas con el Alma Suprema Universal, siendo esta última un aspecto de la Raíz Desconocida; y la peregrinación obligatoria para todas las Almas, destellos suyos, a través del Ciclo de Encarnación, o de Necesidad, conforme a la Ley Cíclica y Kármica, durante todo el término de aquél. (Vol I. pp. 79-82)

 Estas proposiciones no son una revelación nueva, sino una sabiduría antigua transmitida a través de generaciones pasadas, a veces diseminada entre la población general como enseñanzas exotéricas y a veces reservada para una minoría selecta como conocimiento esotérico. Apareciendo a través de las épocas y aún dominando una cultura completa tal como la Grecia clásica, estas proposiciones se percibieron de forma diferente. Varios aspectos se enfatizaron periódicamente, pero los principios fundamentales permanecieron inalterables. Se le asignaron diferentes nombres a este conocimiento: sabiduría antigua, la filosofía perenne y la tradición primordial. Las enseñanzas esotéricas imparten conocimiento oculto o secreto sobre la naturaleza visible e invisible, procesos, la humanidad, el lugar y la posición que ocupa dentro del universo. Estas enseñanzas antiguas explican los principios metafísicos que sostienen todo el universo. En la cultura occidental, esta sabiduría antigua se la criticó como abstrusa y oscura, aunque este conocimiento presenta los principios universales que gobiernan todos los fenómenos naturales e impregnan el cosmos. Al genuino conocimiento esotérico se lo considera como que amplía o suplementa la información científica. En vez de confinar sus investigaciones al universo físico percibido empíricamente, los buscadores inquisitivos que buscan la sabiduría antigua, comprenden la naturaleza como una unidad extensa en la cual el mundo físico consiste de una cubierta exterior o velo externo; reinos invisibles ocultan los elementos causales que producen los fenómenos perceptibles comprendidos en la esfera externa. Como un científico que estudia el universo empíricamente percibido, un aspirante que busca la sabiduría antigua y estudia el conocimiento esotérico indaga los principios y proposiciones que explican al universo en el cual la humanidad es un componente inseparable.

 Recapitulación

 A través de sus escritos, la Sra. Blavatsky expresó su visión teosófica. Los tres principios fundamentales fueron presentados como principios inviolables que impregnan al universo y son inherentes a la humanidad. En la primera proposición afirmó una fuente oculta que describe como un principio omnipresente, sin límites, inmutable, el cual la noble rusa consideró como la Realidad absoluta una que antecede a los seres manifestados y condicionados. Esta causa infinita y eterna se describe como la raíz sin raíz de todo lo que fue o será. Blavatsky llamó a este Absoluto, Seidad antes que Ser; la Seidad está más allá del pensamiento o la especulación. Lo eterno, inmutable que presentó como la Seidad permanece como principio en los aspectos sin comienzo ni final, no simplemente como latente dentro de cada átomo sino que es el universo. Esta Realidad Absoluta tiene tres aspectos: Movimiento Abstracto Absoluto, Espacio Abstracto Absoluto, y Duración. El Movimiento Abstracto Absoluto es la ideación pre-cósmica, la raíz de la cualidad que hace posible la creatividad, la fuente de la conciencia individual. El Espacio Absoluto Abstracto es el espacio precósmico, la raíz de la cualidad que hace posible las formas y da la cualidad material a la creación, el substrato en que se apoya la materia y la potencialidad a partir de la cual proviene la materia que puede ser conocida en el mundo físico. La duración es la raíz del tiempo, a partir de la cual el principio de orden viene a la manifestación. La duración es la raíz de la cualidad que hace a la acción posible. De la Realidad absoluta los humanos derivan la conciencia, la mente, el poder de pensar, la capacidad de crear, y la materia a partir de la cual las cosas son creadas. A partir de esta Realidad los humanos derivan el tiempo, que provee libertad para la acción creativa. A partir de esta verdad sublime viene el principio de la Vida Una.

 La comunidad humana es una ley ineludible a través del cual la Vida Una se manifiesta. Esto supone reverencia no sólo por la humanidad, sino por todas las criaturas sensibles y toda vida.

 La segunda proposición confirma la universalidad absoluta que caracteriza la ley de periodicidad a través de la cual la Vida Una funciona. La ley de periodicidad se extiende hacia los límites más lejanos de todo lo que los humanos pueden comprender y más allá. Mme Blavatsky describió a māyā como el poder de creación, acción y todo lo producido por la acción. El significado más antiguo de la palabra es “una creación o despliegue mágico” que ella explicó como el proceso natural de la imaginación creativa.

 La duración, la cualidad que hace posible a la acción, es la raíz del tiempo. La duración se describe como inalterable y la raíz del cambio. El proceso que inevitablemente implica cambio está involucrado en la ley cíclica. La segunda proposición de Blavatsky afirma el principio de proceso ordenado a través del tiempo y del cambio. Los humanos están atrapados en el cambio, este proceso permite que la conciencia se desenvuelva. De esta proposición surge el concepto de reencarnación, como una manifestación que exhibe la ley cíclica. En cada ser que experimenta, la vida se revela como incesantes comienzos nuevos. Aunque los humanos no pueden alterar el pasado ni cambiar el karma, pueden modificar la conciencia en relación a los eventos anteriores. El karma se comprende de forma diferente. La comprensión de una persona respecto a karma, varía, la conciencia es el mayor factor en el karma individual. Las causas a partir de las cuales el karma surge son internas, mientras estas persistan deben cumplimentarse a través de los efectos. La naturaleza que caracteriza estos efectos se altera con los cambios que ocurren dentro de las personas a través de esta “serie interminable de nuevos comienzos”.

 La tercera proposición que Blavatsky postula asevera un peregrinaje obligatorio llevado a cabo por toda alma a través del ciclo de necesidad y encarnación; simultáneamente la proposición afirma la identidad fundamental de cada alma con la Superalma universal. Blavatsky presentó al peregrinaje humano como dependiendo del “esfuerzo auto-inducido y auto-concebido” sin asegurarse la salvación a través de alguna fuente externa. A principios de la historia, los humanos lograban progresar a través de impulsos naturales, este proceso es la evolución, que progresa hacia delante y básicamente no se puede revertir. Aunque los humanos se desarrollan a través del auto-esfuerzo, transitan con los demás a través del afecto mutuo y la asistencia recíproca. El peregrinaje humano es una aventura en común, aunque los logros y realizaciones individuales son expresiones únicas que marcan el  peregrinaje. El “esfuerzo auto-inducido y auto-concebido” de una persona es esencial, aunque las personas no luchan solas. La divinidad dentro del ser humano, asentada en la Realidad, provee asistencia a medida que estos poderes se actualizan. La Sra. Blavatsky aconsejaba a los aspirantes a investigar las leyes no explicadas que se encuentran en la naturaleza y los poderes latentes dentro de la humanidad. Las personas deben conocer estas leyes y poderes, y el universo en el cual ellas ejercitan estas capacidades, las que se confirman a través de la experiencia diaria de una persona.

 Mme Blavatsky brindó una recapitulación, un resumen, cuando concluyó el primer volumen de La Doctrina Secreta. Ella afirmó seis principios esenciales como requisitos para comprender este libro. Blavatsky describió la doctrina esotérica como la sabiduría acumulada de las edades, un registro ininterrumpido, transmitido a través de la historia. La doctrina esotérica, explicó, se expresa en la alegoría y el símbolo, el mito y la leyenda, siempre perceptible para los buscadores que desean el conocimiento. Segundo, recordó a los lectores que la ley fundamental que sostiene la filosofía esotérica es la unidad de todo. Tercero, Blavatsky manifestó que el universo es la manifestación periódica de la sustancia-principio fundamental, que se desenvuelve rítmica y cíclicamente. Cuarto, explicó que el universo y los contenidos son descriptos como māyā porque todo es temporario. Enfatizó la naturaleza efímera que caracteriza todo. Māyā no era desechado como una ilusión sino aceptado como el ritmo acompasado de la manifestación. Māyā es el aspecto creativo de la Realidad, el productor de las formas ilusorias. Las energías en expansión del Logos Creador culminan en un orden rítmico dentro de los confines del tiempo y el espacio. Quinto, enseñó que el más completo desenvolvimiento de la conciencia en todo es el propósito de la manifestación, y que todo en el universo es conciente. Sexto, Blavatsky afirmó que el universo es desplegado y guiado de adentro hacia fuera y que todo el universo está evolucionando para actualizar un propósito que esta dentro de la humanidad.

 Al considerar los principios universales, los humanos comprenden el desarrollo de las conceptualizaciones más grandes como cosmogénesis y antropogénesis, experimentando reverencia y asombro cuando exploran las correspondencias que surgen cuando se aprecian las profundidades de significado evocadas en los símbolos universales. Al explorar los numerosos aspectos de la sabiduría antigua y al trazar la fórmula algebraica percibida en el universo, el lector parece ponerse en frente de un horizonte en expansión y mirar fijamente dentro de la eternidad. Una percepción asombrosa y profunda es que el Logos Cósmico, la energía creativa que impregna el sistema solar, y el yo dentro del ser humano son una. Esta percepción surge como una experiencia religiosa cósmica, la visión suprema contemplada por los místicos. Una percepción más profunda incluye la unidad, no simplemente con toda la vida manifestada sino con la misma fuente de vida. Los principios permanentes indican los patrones que impregnan la creación, el universo y la humanidad. La visión iluminadora es un secreto personal, oculto porque la esencia permanece en el interior y es inexpresable.

 El libro más grande de Madame Blavatsky es La Doctrina Secreta. En 1888 apareció en dos volúmenes, el primero se refería a cosmogénesis, el estudio que explora el origen y el desarrollo del universo; el segundo titulado antropogénesis, es el estudio que investiga el origen y desarrollo de la humanidad. Explicó que no estaba trayendo a luz una revelación, su propósito era presentar numerosos fragmentos entresacados de miles de volúmenes que contienen las escrituras conservadas entre los adherentes religiosos de Asia y pre-cristianos. Ella no era partidaria de doctrinas o dogmas, les pedía a los lectores simplemente estudiar estas afirmaciones desde una perspectiva provista por la experiencia común y una reflexión racional. La Doctrina Secreta de Blavatsky esboza un esquema amplio que describe la evolución humana y universal y representa los mundos visibles e invisibles de la manifestación en los cuales la vida existe en innumerables formas. La Doctrina Secreta sostiene que, a través de la comparación de las cosmologías aceptadas entre los pueblos antiguos, los buscadores contemporáneos pueden descubrir lo que es realmente universal. El tratado provee ayuda para desenmarañar la historia humana. Blavatsky levanta un velo que contiene alegorías y símbolos de las escrituras y mitologías, que revela una verdad interna. Explica al intelecto entusiasta, a una intensa intuición, y a su alta y cultivada percepción espiritual, sus respuestas a cuestiones científicas y religiosas.

 Fuentes

 Aunque el libro fue elaborado a partir de muchas fuentes, La Doctrina Secreta  esta basada principalmente en un manuscrito antiguo, El Libro de Dzyan. Las estancias contenidas en esta fuente arcaica son casi incomprensibles, aunque expresan un esquema sublime que describe la evolución cósmica. Este manuscrito representa un universo que vuelve a despertar después de haber estado sumido en inactividad, las diferenciaciones entre las formas, el proceso de la formación del mundo, y la aparición de la humanidad sobre la tierra. Esta fuente no es simple, pero sugiere la enorme dificultad implicada en la interpretación de Madame Blavatsky. Sus escritos revelan su erudición sofisticada y el enorme conocimiento. Ella declaró que las páginas escritas en su interpretación contienen simplemente una pequeña parte de este manuscrito esotérico. Blavatsky dijo que esta antigua fuente contiene todo el conocimiento que puede darse al mundo ahora, y que pasarán siglos antes de que se de más conocimiento. La Doctrina Secreta no es una explicación exhaustiva que presenta el conocimiento final, sino que provee un incentivo para la búsqueda e investigación perseverante.

 La Voz del Silencio

 La Voz del Silencio, un pequeño manual de meditación publicado en 1889, contiene enseñanzas espirituales y consejos prácticos útiles, como instrucción. Hermosamente escrito y profundamente movilizador a nivel emocional, la traducción de Blavatsky da elocuentemente su explicación y comentario a los lectores contemporáneos respecto a los principios y preceptos que le son presentados al buscador que busca la iluminación. Con su afilada sensibilidad espiritual, Madame Blavatsky cuidadosamente traslada las poéticas imágenes originales, y recrea los antiguos versos en un inglés fluido. La Voz del Silencio aconseja al lector responder con sensibilidad espiritual a cada llanto de dolor, como el loto se curva para recibir el sol matutino. Inspirando compasión, aconseja al lector que no permita que el feroz sol seque una sola lágrima de dolor antes que uno la haya secado de los ojos de las personas; les enseñó a los lectores que permitan que cada abrasadora lágrima humana permanezca en nuestro propio corazón hasta que el sufrimiento que la causó se elimine. A partir de la renuncia del yo, los buscadores pueden aprender la lección de la liberación final.

 Escritos Adicionales

 Escritora prolífica, Madame Blavatsky produjo otras composiciones que parecen ser tanto derivadas o soporte de otros textos. Después que se publicaran Isis Sin Velos y La Doctrina Secreta, respondió a preguntas de los lectores sobre la constitución humana, las dimensiones espiritual y psicológica, los misterios que rodean a los renacimientos periódicos, la diferencia entre providencia y destino, y los problemas planteados por el libre albedrío y karma. Las respuestas de Blavatsky aparecieron en un formato pregunta-respuesta como La Clave de la Teosofía. En Estudios sobre Ocultismo, habla sobre la teosofía esotérica oculta en la religión y la naturaleza, aclara la diferencia entre ocultismo teórico y práctico, Jesús como hombre y Cristo, y las sucesivas edades mesiánicas. Durante las reuniones semanales llevadas a cabo en la Rama Blavatsky en Londres, respondió a las preguntas de sus estudiantes sobre el génesis cósmico, la mente universal, la naturaleza interna del hombre, la relación entre conciencia y sustancia, simbolismo religioso, y la evolución de los mundos y de los hombres. Sus intentos por aclarar estos análisis de las Estancias de Dzyan fueron publicadas como Comentarios a la Doctrina Secreta: Estancias I-IV. Gemas de Oriente es un registro diario de pensamientos para registrar los pensamientos de una persona; ella seleccionó los axiomas de la literatura oriental. Se usaron citas de filósofos y poetas para introducir los meses. ◊

 Referencias (¡Una bibliografía de 94 títulos! ¿La omitimos?)

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 La identidad de nuestro origen físico no tiene atractivo para nuestros sentimientos más elevados y profundos. La materia, privada de su alma y espíritu, o su esencia divina, no puede hablar al corazón humano. Pero la identidad del alma y el espíritu, del hombre real, inmortal, como nos enseña la Teosofía, una vez probado y  profundamente arraigado en nuestros corazones, nos llevará lejos en el sendero de la real caridad y la buena voluntad fraternal.

La Clave de la Teosofía
H. P. Blavatsky