domingo, 6 de octubre de 2013

Los Yoga-sutras de Patañjali y las Nobles Verdades de Buda



 RAVI RAVINDRA

El Dr. Ravi Ravindra fue Profesor en la Universidad de Dalhousie en Canadá. Es autor de varios libros, incluyendo Yoga y las Enseñanzas de Krishna.

   El Buda fue un gran yogui con poderes sutiles, naturales (a menudo llamados erróneamente “supernaturales”); y Patañjali era un buddha, un ser despierto. Las enseñanzas que resultaron de sus percepciones tuvieron una enorme influencia en el mundo. ¿Existe un paralelo entre los Yoga-sutra-s (YS) de Patañjali y las reconocidas Cuatro Nobles Verdades de Buda? Ya que ambas se ocupan de hacer diagnósticos de la situación humana fundamental, y el modo de superar el sufrimiento y el cautiverio, sería llamativo que no tuvieran muchas cosas en común. Y si ciertamente descubrimos puntos de vista y metáforas diferentes, nuestra comprensión de ambos es posible que mejore. En el material que doy a continuación, mencionaré cada Noble Verdad acompañada de las enseñanzas relevantes de Patañjali en los Yoga-sutra-s. Cada Noble Verdad se menciona como se encuentra en el Samyutta Nikâya, V.421 ff., que constituye una parte del primer sermón dado por el Buda en Sarnath después de su iluminación.

 La Noble Verdad de Duhkha (Sufrimiento)

   El Buda dijo: “El nacimiento es aflicción, la edad es aflicción, la enfermedad es aflicción, la muerte es aflicción; el contacto con lo desagradable es aflicción, la separación de lo agradable es aflicción, es decir, los cinco componentes (khandha-s) de la individualidad son aflicción.” Los cinco componentes mencionados aquí son: forma (rupa), sensación (vedana), percepciones (sanna), disposición psíquica (samkhâra) y conciencia (vinnâna), y una combinación de estos componentes es lo que constituye una individualidad humana, la característica preeminente de la transitoriedad.

   La enseñanza del Buda comienza con el reconocimiento de duhkha (sufrimiento) como un hecho fundamental en la existencia humana. El significado original de la palabra duhkha se basa en el sonido que produce una rueda que gira sobre un eje que no está correctamente centrado. En los seres humanos duhkha transmite un sentido de sufrimiento que surge de la falta de una relación perfecta de nuestra comprensión con la realidad. Por lo tanto, no aceptar la verdad de nuestra transitoriedad y no vivir de acuerdo con ella como lo hacemos cuando deseamos continuar cualquier estado de existencia, o la existencia misma, inevitablemente conduce al sufrimiento, simplemente porque no está de acuerdo con la realidad.

   Una de las klesa-s (obstáculos) enumerados por Patañjali es abhinivesa y el YS, II.9 afirma:

 Abhinivesa es la tendencia automática hacia la continuidad, agobia incluso al sabio.[1]

   Aunque a veces abhinivesa se traduce como “deseo de vivir”, es más exacto “deseo de continuar”, o “deseo de mantener el status quo”. Abhinivesa es lo que técnicamente se llama “inercia” en física, como en la Primera Ley de Movimiento de Newton (también llamada la Ley de Inercia) según la cual un cuerpo continúa en un estado de reposo o de movimiento en una línea recta excepto que lo afecte una fuerza externa. Abhinivesa es un deseo de continuidad de cualquier estado y cualquier situación porque se conoce. Le tememos a lo desconocido y por lo tanto le tememos al cambio que puede conducir a lo desconocido. Por cierto, este temor es a interrumpir lo conocido, porque lo desconocido, si es verdaderamente desconocido, no puede producir miedo o placer.

   YS, II.15 dice que para una mente que discierne todo es sufrimiento debido al dolor que causa el cambio (parinâma), al sufrimiento producido por un condicionamiento profundamente arraigado (sanskâra) de la psique, y a la infelicidad generada por la oposición entre las fluctuaciones de la mente (vrtti) y el contorno de la realidad (guna-s).

 Para quien discierne, todo es aflicción, que resulta de la falta de relación entre lo que realmente es y lo que se piensa, y debido al sufrimiento inherente en el cambio, en el dolor y en condicionamientos pasados.

   Debido a las consecuencias de la fuerza de abhinivesa (ver II.9) - la klesa que nos produce el deseo de continuar en el estado que conocemos - sufrimos cuando existe una posibilidad de cambio. Pero el cambio es constante. El universo es dinámico, constantemente sujeto a la fuerza del tiempo: nos movemos de un lugar a otro, vemos el cambio de las estaciones y el movimiento de los planetas, envejecemos, morimos. Incluso aunque exista el placer, la impermanencia misma del placer conduce al sufrimiento. Hay casos de dolor y de consecuencias penosas de experiencias pasadas que están arraigadas en todas las klesas-s. Por lo tanto, para quien discierne, duhkha es una característica dominante de la vida.

 La Noble Verdad del surgimiento de Duhkha:

   “Esta es la noble verdad del surgimiento de la aflicción”, dijo el buda. “Surge del ansia (tanhâ) que conduce al renacimiento, que trae deleite y pasión, y busca placer ahora aquí y luego allí, el ansia de placer sensual, de una vida que continúa, de poder.” Este tanhâ, por supuesto, no es la causa fundamental o la única causa de duhkha, como lo sabemos de la serie conocida como “origen condicionado” (paticca-samuppâda). Aunque tanhâ es la causa inmediata discernible del sufrimiento, existe una serie de causas interdependientes que se originan en la ignorancia (avijjâ) como la causa fundamental. Según Patañjali, YS, klesa-s II.3-4, las causas del sufrimiento son cinco: desconocimiento de la Realidad (avidyâ), egoísmo o el sentido de un yo separado (asmitâ), apego al placer (râga), aversión al dolor (dvesha) y apego al status quo (abhinivesa). Y de estas cinco klesa-s, avidyâ (avijjâ en Pâli) es la fundamental porque todas las demás surgen de ella.

   Los sutra-s, YS, II.3-4 son:

 Las klesas-s son: Desconocimiento de la Realidad (avidyâ), sentido de un yo separado (asmitâ), atracción (râga), repulsión (dvesha), y apego al status quo (abhinivesa).

   y

 Avidyâ es la causa de todas las demás, ya estén dormidas, atenuadas, intermitentes o totalmente activas.

   Para el Buda, las causas del sufrimiento son muchas pero el énfasis aquí se da a tanhâ, deseo egoísta o simplemente egoísmo. Para Patañjali también hay varias fuentes de sufrimiento, pero más que tanhâ, enfatiza la falta de relación entre el modo en que realmente es, determinado por la interacción de las guna-s, las fuerzas y componentes de Prakrti, y lo que la mente piensa y espera, modelado por las vrtti-s. La brecha entre la realidad y el pensamiento conduce a la aflicción. En nuestra vida esta brecha se manifiesta más en nuestras expectativas de nosotros mismos y de otras personas y nuestra experiencia real.

   Para los filósofos existencialistas que asumen que la mente es el conocedor de la realidad, el reconocimiento del hecho de que la realidad no se corresponde con el pensamiento llevó a la conclusión de que el universo es absurdo. Esta suposición es negada fuertemente por toda la filosofía inda, y en cualquier caso por el Buda y por Patañjali para quienes la mente es sólo un instrumento de conocimiento. El verdadero conocedor está sobre la mente común, para Patañjali es Purusha, que conoce a través de la mente y no con la mente. Sólo Purusha puede conocer la realidad, y sólo cuando la mente está completamente libre de las vrtti-s puede actuar como un perfecto instrumento de conocimiento. Luego no tenemos expectativas sobre el mundo y sobre los demás, vemos y aceptamos la realidad como es.

 La Noble Verdad de la cesación de Duhkha:

   La Noble Verdad de la cesación (nirodha) de duhkha “es la cesación total de ese ansia (tanhâ), de modo que no quede pasión al abandonarla, al emanciparse de ella, al liberarse de ella, al no darle lugar”. Este estado de la erradicación total de tanhâ recomendado en la Tercera Noble Verdad equivale al Nirvâna (Nibbâna en Pâli) que es tanhâkshaya (extinción del ansia). Con respecto al contenido general de los escritos budistas, la mayoría de las descripciones de Nirvâna se dan con términos negativos, como la extinción del apego al placer (râga), apego al odio (dvesha en sánscrito o dosha en Pâli), y extinción de la ilusión (moha). Luego está el estado de lo Absoluto: nonato, no-desarrollado e incondicionado. Los Yoga-sutra-s I.2-4 definen todo el tema del yoga como la cesación (nirodha) de las fluctuaciones (vrtti) de la mente. Todas estas fluctuaciones surgen debido a las klesa-s a las que me referí anteriormente. Cuando el Vidente se libera de las klesa-s y de las vrtti-s, se establece en su naturaleza real, original, inmutable e incondicionada.

   Los sutra-s YS, I.1-4 son:

 Yoga es la inhibición de los movimientos (vrtti) de la mente (chitta).

 Entonces el Vidente se establece en su naturaleza esencial.

 De lo contrario el Vidente se identifica con los movimientos de la mente (vrtti-s).

   No necesitamos aquí dedicarnos a la noción de âtman en la teoría del Yoga, en contraposición con las enseñanzas de Buda del no-yo, porque el Vidente se dice que no es más que conciencia pura en sí misma (YS, II.20):

 El Vidente es sólo el poder de la conciencia pura. Aunque es puro, parece percibir por medio de la mente.

   Sin embargo es digno de mencionar que el Buda no niega la presencia del gran Yo como lo afirman los Upanishad-s en la Vedânta. Sin embargo este Yo, al igual que Nirvâna, no se puede describir y los Upanishad-s reiteradamente dicen neti, neti (esto no, esto no). Lo que Buda negó fue la permanencia o realidad del yo ego que constantemente está sujeto al cambio. Patañjali dice en YS, II.2 que

 Se practica yoga para cultivar samâdhi y para atenuar los obstáculos (klesa-s)

   Entre las klesa-s que se deben eliminar (vean YS, II.3) mencionadas anteriormente está asmitâ, el sentido de un yo separado, precisamente lo que el Buda mantenía en su doctrina de anâtmâ (no yo). Más aún, el estado de samâdhi se describe en los YS, III.3, como un estado de conciencia libre del yo.

 Samâdhi es el estado en el que el yo no está, cuando hay conciencia sólo de un objeto de meditación.

 La Noble Verdad del camino que conduce a la cesación de Duhkha:

   El Buda enseñó el Sendero del Medio (Majjhimâ Patipadâ) “que da visión y conocimiento, que conduce a la Calma Percepción, Iluminación, Nirvâna”. Este Sendero del Medio es generalmente conocido como el Noble Óctuple Sendero (Âriya Atthângika Mâgga) formado de los ocho componentes siguientes: 1. Recta comprensión (sammâ ditthi), 2. Recto Pensamiento (sammâ sankappa), 3. Recta palabra (sammâ vâcâ), 4. Recta acción (sammâ kammanta), 5. Recto modo de vida (sammâ âjiva), 6. Recto esfuerzo (sammâ vâyâma), 7. Recta atención (sammâ sati), 8. Recta concentración (sammâ samâdhi).

   Todos los Yoga-sutra-s están relacionados con la transformación de la conciencia que lleva a la libertad de todas las causas del sufrimiento. La práctica del Yoga está especialmente elaborado en YS, II.28-55; III.1-12. El sendero hacia la libertad esencial es una visión incesante de discernimiento (viveka) ayudado por el sendero del yoga de ocho partes (ashtânga). Las ocho partes son: 1. Yama-s: las leyes de la vida que consisten en no matar, no mentir, no robar, no desenfrenarse y no codiciar. 2. Niyama-s: las reglas de vida están compuestas por pureza, contento, auto-disciplina, estudio de sí mismo y entrega a la Energía Superior (Isvara). 3. Âsana: postura y actitudes externas e internas. 4. Prânâyâma: regulación de las energías vitales, incluyendo la respiración. 5. Pratyâhâra: control de los sentidos. 6. Dhârana: concentración de la mente. 7. Dhyâna: meditación. 8. Samâdhi: la mente silenciosa y contemplativa.

   Al estado más elevado de conciencia Patañjali lo llama Kaivalya. Este es por supuesto, tan difícil de describir o comprender como lo es Nirvâna. Pero los sutra-s siguientes indican cierto carácter análogo con unas pocas descripciones del Nirvâna.

 III.54

Este jñana nacido de viveka es liberador, completo, eterno, y libre de la secuencia del tiempo.

 IV.26

Luego, en lo profundo de viveka, chitta gravita hacia Kaivalya.

 IV.29

Quien, debido al discernimiento perfecto, no codicia en absoluto ni las recompensas más elevadas, permanece en constante viveka, que se denomina dharmamegha (nube de dharma) samâdhi.

 IV.30

A partir de eso sigue la libertad de la acción coloreada por las klesa-s.

 IV.31

Luego, todas las capas e impurezas del conocimiento se eliminan totalmente. Debido a la vastedad de este jñâna, poco queda por conocer.

  Claramente, existen muchos paralelos muy interesantes y similares entre los Yoga Sutra-s y las Nobles Verdades del Buda, como podíamos esperar. Incluso las expresiones más grandes de la Verdad son, en el mejor de los casos, diferentes “incursiones repetidas en lo inexpresable”, citando la oportuna frase de T. S. Eliot. No cabe ninguna duda que Patañjali y Buda se habrían abrazado con profunda amistad, felicidad y aprecio.

  Nota

[1] La traducción de los sutra-s en los Yoga-sutra-s se toman de R. Ravindra, La Sabiduría de los Yoga Sutras de Patañjali: una nueva traducción y guía; Morning Light Press, Sandpoint, ID, USA, 2009.

 Agradecimiento

 La Dra. Chatsumarn Kabilsingh, Profesora en el Departamento de Filosofía en la Universidad de Thammasat, Bangkok, Tailandia, y yo comenzamos un debate sobre los Yoga-sutra-s y las Nobles Verdades del Buda en 1984. Pero habíamos avanzado mucho cuando ella renunció al mundo y se hizo monja budista con el nombre de Dhammananda Samaneri. Estoy agradecido de ese intercambio inicial.