sábado, 12 de octubre de 2013

Ayudando al hombre a encontrar su Alma



CORNELIA CROWTHER

Miembro activo de la Sección Inglesa de la ST

   El mundo de la ciencia y de la tecnología, que hacen nuestra vida muy confortable en el nivel material y físico, es un mundo carente de Dios y a menos que lo percibamos a través de nuestro Ser Superior y apliquemos valores espirituales a la vida, continuará llevándonos hacia la destrucción. Esto suena muy pesimista, podrán decir, pero estamos deslizándonos hacia el camino de las guerras y las catástrofes, y la humanidad necesita urgentemente encontrar el Sendero de Iluminación. La oscuridad que experimentamos actualmente se ocasiona  por el uso desalmado que hace el hombre de los poderes de la ciencia y la tecnología. Sólo la sabiduría espiritual puede controlar efectivamente los poderes liberados por la ciencia física. Es ahora, que el hombre debe investigar los poderes latentes en él y así descubrir el reino del espíritu.

   En el pasado, siempre que había un deterioro en la espiritualidad, un repentino aumento del misticismo traía inspiración a la humanidad y esto es así aún actualmente. Somos afortunados en haber conocido la Sabiduría Antigua que nos da los medios para influenciar a la humanidad de una manera positiva, a través de la divulgación de la Teosofía. Ciento treinta y siete años atrás, la Sra. Blavatsky nos dio las herramientas y el Col. Olcott el taller, al fundar la Sociedad Teosófica.

  La Sociedad Teosófica se organizó con el propósito de promulgar las doctrinas teosóficas y para la promoción de la vida teosófica. (Dr. Buck, en La Clave de la Teosofía de H. P. Blavatsky)

  Nuestras vidas actuales están llenas de bienestar material y placeres pasajeros. Sentimos un vacío interior y sin embargo sabemos intrínsecamente que hay algo más por encima  y más allá de lo que vemos alrededor nuestro, y esto produce una constante batalla dentro de nosotros. Debemos comprender que no es el bienestar material el que hace nuestras vidas vacías, así como tampoco una simplicidad externa necesariamente trae tranquilidad interna. J. Krishnamurti dice que ser simples externamente da cierta libertad, pero ¡por qué invariablemente comenzamos con la simplicidad externa y no con la interna!

 Liberarse de las cosas requiere de inteligencia, no ademanes y creencias, y la inteligencia no es personal. Si uno se da cuenta de todas las implicancias de tener muchas posesiones, esa misma percepción libera, entonces no hay necesidad de afirmaciones dramáticas y ademanes. Es cuando no funciona esta percepción inteligente que recurrimos a disciplinas y desapegos. El énfasis no está en lo mucho o poco, sino en la inteligencia; y el hombre inteligente al estar contento con poco, es libre de muchas posesiones. (J. Krishnamurti)

  Actualmente hay muchos, especialmente los jóvenes, que están en la búsqueda del Misticismo y la Espiritualidad, que se muestra por un aumento en el interés por la Vedânta Hindú y el Budismo Zen, ambos destacados ejemplos de Misticismo espiritual y filosófico. En medio de la oscuridad de las tragedias de la vida actual, la gente necesita el mensaje del Misticismo más que nunca, ya que a través de éste recuperarán los valores espirituales de la vida. Las enseñanzas contenidas en la literatura teosófica son una fuente de Misticismo para la gente de hoy que está en la búsqueda de su Alma, y es la tarea de todos los que estén versados en Teosofía difundir esas enseñanzas. Cuando una vez un joven miembro le preguntó a la Sra. Radha Burnier, nuestra Presidente Internacional “¿Qué hace la Sociedad para promulgar la Teosofía y estimular a los jóvenes unirse a nuestra Sociedad?”, respondió rápida y agudamente, “¿Qué haces tú?” Una pregunta muy importante. ¿Qué hace cualquiera de nosotros? Cuán despiertos estamos a lo que está sucediendo alrededor nuestro o en nuestro interior. La mayoría de nosotros estamos demasiado preocupados con nuestras vidas materiales y olvidamos promulgar activamente la Teosofía. Nos permitimos ser atrapados por cosas que pensamos son importantes, las que cuando las examinamos más de cerca demuestran ser triviales. Sin la Recta Visión, hollar el Sendero es imposible totalmente.

   HPB, en el segundo Fragmento de La Voz del Silencio, dice de “Ālaya” (el Alma Universal):

 ¡Ah! Triste cosa es que todos los hombres posean Ālaya, que sean uno con la gran Alma, y que, poseyéndola, Ālaya les aproveche tan poco.

Contempla cómo, a semejanza de la luna que se refleja en las aguas tranquilas, Ālaya es reflejada por lo pequeño y lo grande, se reverbera en los átomos más diminutos, y sin embargo, no logra alcanzar el corazón de todos. ¡Ah, qué tan pocos hombres se aprovechan del don, del inapreciable beneficio de aprender la verdad, de lograr la verdadera percepción de las cosas existentes, el conocimiento de lo no existente! (VDS, II.107,108)

  Es una lucha para el hombre encontrar el sendero correcto ya que a menudo nos sentimos solos y aislados. En Las Cartas de los Mahatmas, se hace referencia al aislamiento, a la “orfandad” de la humanidad, sola en un inflexible e inmutable reino de la ley. Hay algunas notas de esperanza, sin embargo, ya que aparentemente hay una mayor percepción de nuestra inter-conectividad, y un indicio de despertar de nuestro Yo. Despertar el Yo o Ego interior es la clave de nuestro futuro, y de la supervivencia de la humanidad. “La esperanza del hombre sólo está en el hombre”.

   Para que tenga lugar un despertar interior necesitamos despabilarnos y comenzar a escuchar a nuestra voz interior. Cuando le permitimos a nuestra intuición que nos hable, sentiremos una sensación de saber. Entonces sabremos que estamos en el recto Camino. Habremos abierto las puertas para que ‘Ātma-Buddhi’, el Peregrino (como HPB lo llamó) comience su viaje dentro nuestro.

   Puede ser un viaje solitario, pero nunca estamos solos, y si echamos una mirada, las indicaciones están claramente señaladas por generaciones de Instructores Adeptos. ‘Despierta, Levántate’ es el llamado que se escucha a través de los Upanishad-s; ‘Sígueme’ es el mandato de Cristo. Nuestro viaje es desde el yo ordinario, por medio del Yo hacia el Yo Uno, como HPB expresó en La Voz del Silencio (I 19,90):

 Dice la Gran Ley: “Para llegar a ser CONOCEDOR del YO TOTAL, debes primeramente ser conocedor del Yo”. Para lograr el conocimiento de ese Yo, tienes que abandonar el yo al no-yo, el ser al no-ser.

Y ahora tu yo se halla perdido en el Yo, tú mismo en Ti Mismo, sumido en aquel Yo, del cual tú emanaste primitivamente.

  Necesitamos soltar nuestras muletas y comenzar a escalar el Sendero empinado y escabroso, mano a mano con nuestros amigos y nuestros enemigos por igual. Necesitamos observar al Primer Objetivo de la Sociedad Teosófica con nuestros ojos abiertos, y darnos cuenta que habla del Ego que todos compartimos. Esto puede ayudarnos a volvernos verdaderos Teósofos y no sólo de palabra. De acuerdo a HPB el significado de Teosofía es “Altruismo” y según el Diccionario Webster “altruismo” es “inegoísta en consideración, o devoción, al bienestar de otros”, “Teósofo es quién practica Teosofía”.

En 1968, E. L. Gardner escribió:

 El verdadero hecho de que el hombre dependa del hombre, y únicamente del hombre, se está percibiendo probablemente como nunca antes. Quizás sea sólo el comienzo pero es inmensamente prometedor… Hay muchos defectos que remediar todavía, pero el movimiento comenzó. Todo esto significa que un despertar a nuestras responsabilidades como humanos esta en marcha, un despertar de nuestro propio ser. (Tú mismo el Cielo y el Infierno)

Hay una gran necesidad de transmitir las enseñanzas teosóficas que hemos adquirido por medio de la palabra y de los actos, y ayudar a la humanidad a detener el sacrificio de lo superior por lo inferior. No es nuestro objetivo convertir, sino promover un despertar a la Antigua Sabiduría y sus valores espirituales. El ser interior emergerá al nutrirlo y traerá una transformación desde lo inferior hacia lo superior.

J. Krishnamurti dijo:

 Usted no tiene que buscar la Verdad, porque el pensamiento es el instrumento con el cual usted está buscando. Si soy codicioso, envidioso, prejuicioso y trato de buscar la Verdad, obviamente mi verdad será el resultado de la codicia, la envidia, el prejuicio, por lo tanto no es la Verdad. Todo lo que puedo hacer es ver lo que es falso, darme cuenta que estoy condicionado, que soy codicioso, que soy envidioso. Eso es todo lo que puedo hacer, estar conciente de ello sin preferencia. Entonces, cuando estoy así de atento, y por lo tanto libre de la codicia, la Verdad se presenta.

  El lema de la Sociedad Teosófica es: “No hay religión más elevada que la Verdad”, la VERDAD última.

   Al promulgar la Teosofía no sólo promoveremos la vida teosófica, también seremos instrumentos para que el hombre encuentre su Alma.

 Aunque Cristo nazca mil veces en Belén
Y no en ti, tu alma continuará desolada.
Aunque Cristo muera mil veces en el Gólgota
Y no en ti, tu alma habrá vivido en vano.
                                         (Jacob Boehme)