domingo, 22 de septiembre de 2013

Ciencia: Moderna y Oculta – I




Pablo Sender.
Microbiólogo con un doctorado en Ciencias Biológicas, argentino de nacimiento, ahora es miembro de la ST en Norteamérica. Trabaja en su Centro en Wheaton.

 En las culturas antiguas no había una clara separación entre la religión y la ciencia. La astronomía, la matemática, la arquitectura, la medicina… todas eran actividades religiosas. Aunque los antiguos no poseían instrumentos de medición con la precisión que poseen los de la ciencia moderna, poseían un vasto conocimiento científico, parte del cual todavía está siendo “redescubierto”. El pensamiento filosófico también estaba estrechamente relacionado con el conocimiento científico, y civilizaciones tales como la de los griegos, usaban la razón (en vez de experimentos) para explicar los hechos observados en la Naturaleza. Se ha demostrado que muchas de sus conclusiones científicas eran correctas.

   Fue durante la era cristiana que comenzaron los problemas entre la religión, la filosofía y la ciencia. La ciencia sólo se podía practicar bajo la supervisión del clero, y todas las conclusiones científicas se tenían que ajustar al credo cristiano. A su vez, la filosofía se usaba como un medio para justificar la creencia ortodoxa. La Inquisición se introdujo en Europa en un intento de impedir toda posibilidad de librepensamiento, y cualquiera que expresara ideas que estaban fuera de la ortodoxia era perseguido por “herético”.

   En este contexto, el nacimiento de la ciencia moderna en la Edad Media sólo pudo haber ocurrido como una rebelión contra la ortodoxia religiosa, lo que creó un profundo abismo entre la religión y la ciencia. Al comienzo, este desarrollo tuvo un efecto positivo, sacudió las bases del dogmatismo rígido y las creencias ciegas. Pero con el tiempo, la ciencia desarrolló su propia ortodoxia basada en el positivismo y el reduccionismo, y también se volvió bastante dogmática.

   Actualmente existe una gran necesidad de construir un puente entre la ciencia y la espiritualidad. ¿Es esta reunificación posible? Esto no parece factible mientras la ciencia permanezca materialista, la religión dogmática, y la filosofía dialéctica. Pero encontramos evidencia de la existencia de un conocimiento más holístico en lo que la literatura teosófica llama ciencia oculta.

   La primera parte de este artículo mostrará cómo esta ciencia oculta puede ayudar a la ciencia moderna en la investigación del aspecto físico del universo. En la segunda parte, que se publicará más adelante, exploraremos cómo la ciencia moderna, con la ayuda de su contraparte oculta, puede expandir su campo de investigación a dimensiones más espirituales, produciendo así un cambio en nuestra comprensión de la vida, de los seres humanos y del universo.

  Ciencia oculta

   ¿Qué es la ciencia oculta? ¿Es realmente una ciencia? Y ¿por qué se llama “oculta”? La Teosofía moderna sugiere que existen dimensiones no físicas en el universo que están ocultas (es decir “escondidas”) a la percepción normal. De igual modo, además de los cinco sentidos que conocemos, los seres humanos poseen sentidos no-físicos, por medio de los cuales pueden percibir este aspecto oculto del universo. Estos sentidos son la base para lo que se llama percepción extrasensorial, un tema hacia el cual la ciencia tiene una actitud ambivalente.

   La literatura teosófica afirma que la posibilidad de esta percepción no-física está latente en la mayoría de los seres humanos y que, entrenados adecuadamente, pueden usarse de modo científico. H. P. Blavatsky afirmaba que el “conocimiento oculto” que ella presentaba en sus escritos era obtenido utilizando el método científico, pero aplicado a realidades no físicas, y por lo tanto usando medios no físicos de percepción:

 El sistema en cuestión no es una fantasía de uno o varios individuos aislados. Es el registro ininterrumpido de millares de generaciones de videntes, cuyas respectivas experiencias eran puestas a prueba para comprobar y verificar las tradiciones transmitidas oralmente de una raza antigua a otra… Que durante largas edades, los “Hombres Sabios”… pasaron sus vidas aprendiendo, no enseñando. ¿Cómo lo hacían? Se contesta: comprobando, examinando y verificando en cada uno de los departamentos de la Naturaleza las antiguas tradiciones, por medio de las visiones independientes de los grandes Adeptos; esto es, de los hombres que han perfeccionado hasta el mayor grado posible sus organizaciones físicas, mentales, psíquicas y espirituales. No era aceptada la visión de ningún Adepto hasta ser confrontada y comprobada por las visiones de otros Adeptos, obtenidas de modo que se presentasen como evidencia independiente y por siglos de experiencia.[1]

 Este artículo presentará algunas enseñanzas que se encuentran en la obra de Blavatsky, La Doctrina Secreta, Una Síntesis de la Ciencia, la Religión y la Filosofía, escrita en Londres en 1888. Se concentrará solamente en algunos descubrimientos físicos y astronómicos que La Doctrina Secreta (SD) anticipó, dejando de lado otros hechos relacionados con los campos de la Biología, Antropología, Historia y Psicología, que esta obra también predijo.

 Algunas instancias del conocimiento oculto

1. El estado del universo

   La teoría cosmológica aceptada durante la época de Madame Blavatsky era la del universo estático, donde las galaxias estaban fijas en un espacio infinito. Sin embargo, ella escribió sobre un universo que se expande y se contrae alternadamente, lo que produjo gran controversia en ese momento. Una de las Stanzas presentadas en la DS dice:

 El Padre-Madre teje una tela…y esta tela es el Universo… Se ensancha cuando el soplo de fuego se extiende sobre ella; se contrae cuando el aliento (de la materia) la toca… La expansión y contracción de la Tela… expresa aquí el movimiento pulsante, porque es la rítmica contracción y expansión regular del Océano infinito.[2]

  Casi treinta años más tarde, cuando en 1917 Albert Einstein aplicó su Teoría General de la Relatividad - recientemente formulada - al universo, descubrió que debería estar expandiéndose o contrayéndose. Dado que esta idea no era aceptada en la ciencia, él agregó otro término a su ecuación (conocido como la constante cosmológica) para mantener un universo estático. Algunos años después, el astrónomo, Edwin P. Hubble, descubrió que el universo realmente se está expandiendo, porque todas las galaxias se alejan unas de otras. Einstein abandonó este término extra en favor de la fórmula de su primera, y más simple, ecuación, luego consideró el agregado de la constante cosmológica como su “mayor error”.

   Aunque la DS anticipó algunos conceptos asociados con la teoría del Big Bang unos sesenta años, en general sus enseñanzas parecen estar más a tono con el nuevo modelo de un universo cíclico, que explica algunas dificultades encontradas con la teoría del Big Bang.

 2. Naturaleza del Sol y origen de los planetas

   A finales del siglo diecinueve, el origen de los planetas de nuestro sistema se explicaba como el resultado de una colisión accidental producida por una estrella errante que habría extraído un filamento de material caliente del Sol. Este material entonces se condensó para formar los planetas. Blavatsky habló contra esta teoría y a favor del origen nebular de los planetas, que niega la pre-existencia del sol:

 La Doctrina Oculta rechaza… que los grandes planetas procedan de la masa central del Sol… La primera condensación de la materia cósmica tuvo lugar, por supuesto, en torno de un núcleo central… pero nuestro Sol, según se enseña, se separó meramente antes que todos los demás al contraerse la masa en rotación, y es, por lo tanto, su “hermano” mayor y de mayor tamaño, y no su “padre”.[3]

 Se acepta ahora universalmente que el Sol y los planetas se formaron juntos a partir de una nebulosa rotante en contracción. En una etapa en el que el material alrededor del centro (la protoestrella) está bastante frío, comienza entonces un proceso de “acreción” que finalmente forma los planetas. Esta teoría, llamada Modelo del Disco Nebular Solar, fue aceptada por la ciencia moderna algo más de cien años después de las obras de Blavatsky.

   Asimismo, a finales del siglo diecinueve, la opinión científica más aceptada sobre la naturaleza del Sol era que éste era una masa de gas encendido. Mme. Blavatsky dijo:

 La filosofía oculta niega que el Sol sea un globo en combustión, sino que lo define simplemente como… una esfera resplandeciente.[4]

  Con referencia a esto, en 1882, uno de los maestros de Blavatsky, el Mahatma KH, le escribió una carta a un inglés:

 (El Sol) contiene … menos aún de algo que sea como “gases”, materia mineral o fuego, aunque incluso nosotros, cuando tratamos de ello en vuestra civilizada lengua, nos sentimos impulsados a utilizar expresiones tales como “vapor” y “materia magnética”. El Sol no es ni un sólido, ni líquido, ni siquiera un globo gaseosa, sino una bola gigantesca de Fuerzas electro-magnéticas.[5]

  Actualmente sabemos que el Sol no arde en el sentido de una combustión común, pero sufre un proceso de fusión nuclear con una gran liberación de energía. Su constitución no es ni sólida, ni líquida ni gaseosa, sino que es un estado electromagnético de materia llamada plasma.

 3. Gravitación

   Existen muchos fenómenos en nuestro Sistema Solar que nos hacen preguntarnos cómo es que comenzó de este modo tan coordinado. Los planetas giran alrededor del Sol de modo uniforme. Sus órbitas son apenas elípticas y casi en el mismo plano, mientras que sus velocidades orbitales varían como el inverso de la raíz cuadrada de su distancia al Sol. Hace un siglo, el movimiento de los planetas se explicaba sobre la base de la Ley de Gravitación de Newton, algo que Blavatsky negó. Ciertamente ella fue más allá al afirmar que la gravedad ni siquiera era un fenómeno real. Ella escribió:

 Que semejante magnetismo existe en la Naturaleza es tan cierto como que no existe la gravitación; al menos no en la forma que la enseña la Ciencia.[6]

  En el enunciado de la Ley de la Gravedad de Newton nada se dice sobre su causa. El concepto aceptado en el siglo diecinueve era que la gravedad era una propiedad inherente de la materia. Blavatsky escribió:

 Los Astrónomos ven en la gravitación una cómoda solución para muchas cosas, y una fuerza universal que les permite calcular movimientos planetarios, y se preocupan poco de la Causa de la Atracción. Llaman ellos a la Gravedad una ley, una causa en sí misma. Nosotros llamamos a las fuerzas que obran bajo ese nombre efectos, y además efectos muy secundarios.[7]

 Algunas décadas después de la publicación de la DS, Einstein revisó la teoría de la gravedad de Newton y postuló que la gravedad no es una propiedad de la materia misma, y reinterpretó este fenómeno físico como debido a la distorsión del continuum espacio-tiempo. Además, la fuerza de la gravedad es la única de las cuatro fuerzas fundamentales de la física que no puede ser formulada desde el punto de vista de la Mecánica Quántica. No se puede encontrar el postulado “gravitón”. Todo esto admite la crítica de Blavatsky sobre un tema que fue incuestionable durante muchos años.

 4. La naturaleza del átomo y la fuerza

   Cuando se publicó la DS , la ciencia materialista estaba en su apogeo. Su filosofía se basaba en la opinión de que el bloque estructural fundamental del universo era una partícula hipotética llamada “átomo” (del griego atomos: a- “no” + tomos “divisiones”) que era la unidad de materia más pequeña posible. Por lo tanto, los átomos eran considerados como pequeñas bolas compactas de un elemento dado, indivisible e impenetrable. Blavatsky se opuso terminantemente a esta opinión, y dijo que la Ciencia Oculta apoyaba la doctrina de la divisibilidad infinita del así llamado “átomo”. Como ella lo explicó:

 El átomo es elástico, ergo, el átomo es divisible, y debe estar compuesto de partículas o de sub-átomos. ¿Y estos sub-átomos? Son elásticos también, en cuyo caso están igualmente sujetos a la divisibilidad. Y así ad infinitum. Pero la divisibilidad infinita de los átomos resuelve a la Materia en simples centros de fuerza, esto es, excluye la posibilidad de concebir a la Materia como una substancia objetiva.[8]

  Actualmente sabemos que los átomos están compuestos de partículas sub-atómicas que, a su vez, también son divisibles. Realmente en la física quántica, las partículas ni siquiera son consideradas como pequeños trozos objetivos de materia sino como “excitaciones de campos quánticos”, una definición que no está lejos de los “centros de fuerza” de Blavatsky en la cita anterior.

   El otro concepto expuesto por Blavatsky era que, a pesar de la aparente estabilidad de la materia, sus átomos están en constante movimiento:

 El Ocultismo dice que en todos los casos en que la Materia parece inerte, es precisamente cuando es más activa. Un bloque de madera o de piedra está inmóvil y es impenetrable para todos los objetos y propósitos. No obstante, y de facto, sus partículas se hallan en un estado de vibración incesante y eterno, esta vibración es tan rápida que para el ojo físico el cuerpo parece carecer en absoluto de movimiento… Pero para la Ciencia física esto será un absurdo.[9]

 Ciertamente, Blavatsky sabía que había energía “oculta” en el átomo. Ella usó la palabra “energía atómica” un par de veces:

 De todos modos el Ocultismo es lo suficientemente audaz para sostener que los fluidos eléctricos o magnéticos (los dos son realmente idénticos) se deben en su esencia y origen a ese mismo movimiento molecular, ahora transformado en energía atómica…[10]

 Blavatsky no se refería aquí a energía nuclear. Ella llamaba a los átomos de los físicos “moléculas” porque eran divisibles. El “movimiento molecular”, que ella afirmaba que era el origen de la electricidad, era obviamente el movimiento del electrón, una fuente de energía en el así llamado “átomo”. Pero los electrones y otras partículas sub-atómicas eran desconocidas en esa época, y la naturaleza de fuerzas tales como la luz, el magnetismo, la electricidad, etc., no se comprendía. La Sra. Blavatsky dijo que lo que nosotros llamamos fuerzas son entes “materiales”, aunque de una naturaleza más sutil:

 Pero ¿qué es en realidad la Materia? Hemos visto que es apenas posible llamar a la electricidad una fuerza, y sin embargo se nos prohíbe denominarla materia ¡bajo pena de ser considerados no científicos![11]

 De ningún modo es no científico hablar de la sustancialidad de las llamadas fuerzas. Sujeta a algún nombre específico futuro, esta Fuerza es una Substancia de alguna clase, ¡no puede ser otra cosa![12]

 (Pero) las Ciencias Ocultas no consideran la electricidad, o cualquier otra de las fuerzas…como Materia en ninguno de los estados conocidos por la ciencia física; más claro: ninguna de esas llamadas fuerzas es un sólido, un gas o un fluido.[13]

 Fue sólo a finales del siglo diecinueve y comienzos del veinte que la Ciencia descubrió que fenómenos tales como la luz, el calor, la afinidad química, la electricidad, etc., eran mediados por partículas sub-atómicas tales como electrones, fotones, etc. Pero aceptar la sustancialidad de las fuerzas y la energía dentro del átomo, hizo que el límite entre la materia y la energía se tornara extremadamente difuso, algo que el paradigma materialista del siglo diecinueve no estaba listo a aceptar. Este paradigma finalmente finalizó con Einstein quien, en 1905, demostró la equivalencia entre la materia y la energía. Actualmente, sabemos que la materia es sólo “energía condensada” y que la energía es mediada por partículas sub-atómicas. Este descubrimiento fue predicho por uno de los Maestros Adeptos de Blavatsky cuando escribió lo siguiente:

 (La fuerza es incapaz de) existir per se…independiente de la materia o de alguna otra manera que no sea a través de la materia; en otras palabras, la fuerza es…sólo materia en uno de sus estados más elevados.[14]

 En un siglo de descubrimientos, la física moderna se ha acercado bastante al punto de vista teosófico de la materia (física) y la energía. Incluso recientemente, con la evidencia sobre la existencia del Higgs Boson (la llamada “partícula de dios”), el concepto teosófico del éter ¡pueda volver a la consciencia científica!

 ¿El futuro de la ciencia?

   La ciencia moderna se limita a los hechos que son medibles dentro del reino de lo físico. La Sra. Blavatsky sostuvo que sólo cuando la ciencia se mueva más allá de estos límites será capaz de alcanzar una visión holística:

 El hacer de la Ciencia un todo integral necesita, verdaderamente, el estudio de la naturaleza espiritual y psíquica, tanto como de la física.[15]

 Pero surge la pregunta, ¿es de algún modo posible traer dentro del campo de la ciencia aquello que está más allá del reino físico? La Teosofía dice que sí lo es. Al igual que todo ser humano puede verificar los postulados de la ciencia actual si se somete a un adecuado entrenamiento científico, la Ciencia Oculta también afirma que todas sus enseñanzas pueden corroborarse, cuando uno está adecuadamente entrenado.

   Ejemplos de esto son los ingleses Dra. Annie Besant y C. W. Leadbeater, dos teósofos conocidos que se sometieron a un entrenamiento oculto, desarrollaron la clarividencia, y dieron algunos pasos pioneros en esta dirección a finales del siglo diecinueve.

   En 1895, comenzaron a investigar la naturaleza de los átomos por medios extrasensoriales, y publicaron sus descubrimientos en varios artículos de esta revista. Las observaciones que reunieron se publicaron en forma de libro en 1908, bajo el título de Química Oculta: Investigaciones por ampliación clarividente en la estructura de los átomos de la Tabla Periódica y algunos compuestos. Ellos continuaron su investigación en este campo de forma intermitente hasta 1933, se publicaron dos ediciones más de Química Oculta.

   Durante su investigación, pudieron observar el núcleo de diferentes átomos y vieron que estaba formado por diferentes partículas sub-atómicas, antes que los científicos descubrieran del protón (que se informó en 1919) y el neutrón (descubierto en 1932). Al contar la cantidad de partículas sub-atómicas descubrieron cinco átomos previamente desconocidos (protactinium, technetium, francium, astatine y promethium) que finalmente fueron individualizados por la ciencia moderna entre las décadas de 1920 a 1940. Ellos también notaron algunas variaciones desconocidas en los átomos de neón, argón, cryptón, xenón y platino.[16]

   En 1913, cinco años después de la primera publicación de Química Oculta, la existencia de estas variaciones en los átomos (llamadas “isótopos”) fue demostrada por el Profesor Francis W. Aston, quien posteriormente fue galardonado con el Premio Nobel de Química por esto.

   Es interesante notar que el Profesor Aston conocía las investigaciones que Besant y Leadbeater llevaron a cabo, e incluso admitió haber usado uno de los nombres que ellos eligieron para uno de los isótopos. En nota de pie de página en el artículo científico que anunciaba su descubrimiento a la reunión anual de la Asociación Británica, él expresó:

 Por métodos completamente teosóficos incomprensibles para meros estudiantes de física (Besant y Leadbeater) afirmaron haber determinado el peso atómico de todos los elementos conocidos, y varios desconocidos, en esa época. Entre los últimos, hay uno al que ellos le asignan un peso atómico de 22.33 (H=1) y que ellos llamaron “Meta Neón”. Como este nombre parece adecuarse tanto como cualquier otro a lo poco que conocemos de las propiedades de este nuevo gas, lo he usado en este artículo.[17]

   En 1943, C. Jinarâjadâsa que ayudó a Besant y Leadbeater en su investigación, contactó al Profesor Aston en la Universidad de Cambridge, pero él le respondió que no estaba interesado en la Teosofía. Este es un ejemplo de la fuerte renuencia que la comunidad científica muestra de considerar medios de investigación no físicos.

   Estos no fueron sus únicos descubrimientos, ni los más importantes. Según el físico teórico Stephen M. Phillips, PhD, sus descubrimientos concuerdan generalmente con la Teoría de Supercuerdas que la ciencia moderna desarrolló en la década de 1980.[18]

   De modo que ¿cómo podría la ciencia moderna y su contraparte oculta trabajar juntas? Es claro que la ciencia no puede considerar los descubrimientos clarividentes como pruebas de nada, hasta que se desarrollen medios físicos para medir estos descubrimientos. Sin embargo, los descubrimientos de la Ciencia Oculta podrían tomarse como hipótesis teóricas para promover más investigaciones. Después de todo, esto es común en el campo de la física. Muchas de las predicciones teóricas en la Teoría de la Relatividad de Einstein permanecieron sin ser probadas durante años, hasta que los métodos para probarlas se desarrollaron. Y lo mismo está ocurriendo actualmente con muchos hechos postulados en los modelos actuales de la Física Quántica, que nuestra tecnología todavía es incapaz de medir. El Bosón de Higgs fue propuesto por el Profesor Peter Higgs en 1964 y sólo este año los científicos están en posición de probar si existe o no, usando el LHC, un gigantesco acelerador de partículas en CERN, cerca de Ginebra, Suiza.

   El mismo Dr. Phillips es un ejemplo vivo de cómo esta cooperación puede funcionar. En su primera interpretación de los descubrimientos publicados en Química Oculta, él postuló que Besant y Leadbeater observaron las partículas fundamentales de la materia a un nivel de los sub-quarks. Tomando estas observaciones como base, él desarrolló un modelo matemático que predijo la existencia de “sub-quarks” que él llamó “omegón” y describió las características que esta nueva partícula debería tener.[19]

   Si sus predicciones científicas resultan correctas o no es de importancia secundaria, porque en ciencia existen muchos modelos construidos sobre la interpretación de datos sólidos que luego resultan erróneos. Pero esto sirve como ejemplo de cómo las habilidades psíquicas cuando están bien entrenadas, pueden ser útiles para investigar en el campo científico.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Soledad y Silencio



    Toral Pradhan.
El Sr. Toral Pradhan es un escritor independiente en el campo del conocimiento social y espiritual, vive en Daman, India.

 “Es VERDAD que he trepado montañas y caminado por remotos lugares ¿Cómo podría haberte visto, excepto desde grandes alturas o a gran distancia? ¿Cómo se puede estar cerca realmente, a menos que se esté lejos? Esto es lo que Kahlil Gibran decía cuando las personas lo criticaban por vivir en soledad la mayor parte de su vida. Es por ello que aún vive en nuestros pensamientos y palabras.

   La soledad tiene que experimentarse para saber cómo se siente, nunca puede describirse en palabras. Su potencial nunca puede conocerse. Soledad significa reservar algo de tiempo en un retiro de pocos días en un lugar montañoso y tranquilo, a orillas del mar, o sólo estar con nosotros mismos. En este mundo de ritmo vertiginoso y con un estilo de vida agitado, las personas tienen la necesidad de estar solas, necesitan espacio para ellas mismas. Requieren estar con sus propios pensamientos y emociones. La soledad conduce a un estado de introspección, permite un enfoque más desapasionado de la vida. Porque es únicamente cuando una persona está sola que puede ver su perspectiva personal de la vida. La soledad, la voz interior, se hace cargo. Y esta voz nunca falla. Sólo guía y enriquece.

   Desde siempre los hombres se han alejado de las multitudes enloquecidas hacia cuevas, islas, selvas, para descansar de las distracciones cotidianas. Para estar solos, contemplar y reflexionar. Sólo a través de estos retiros ellos sugirieron muchas verdades importantes y filosofías de vida, y sus pensamientos y palabras aún son valiosos en la actualidad.

   Por lo tanto, la necesidad consiste en escapar del ruido, la conmoción, de la gente, no físicamente sino mentalmente. Puede sacarte de la hostilidad y la confusión, puede ayudarte a encontrar respuestas a tus preguntas y a estar en paz.

   Por soledad queremos decir estar solos. Es un factor esencial para el estilo de vida urbano, donde se vuelve complicado para  una persona encontrar un momento para estar en soledad, en compañía del ser. Sólo estos momentos pueden tranquilizar la mente, hacerla pacífica, dado que las distracciones externas y la carga de trabajo sólo llenan el día de tal manera que nos dejan totalmente agotados, exhaustos. La calidad del trabajo sufre y nos deja insatisfechos. No es la actitud personal hacia el trabajo lo que cambia, sino que es el cansancio físico y mental lo que causa letargo y monotonía en el trabajo. En momentos así, unos pocos minutos en silencio y soledad pueden ser de gran ayuda. Proveen a la mente de la soledad deseada al relajarla y rejuvenecerla. Se siente renovada y activa nuevamente. Un exceso de ruido y actividad son la causa raíz de este estado de desequilibrio mental. El hombre debería aprender a bajar el ritmo, a hacer un alto en la lucha por la supervivencia. Como dice el poema:


¿Qué es la vida si llenos de preocupaciones,

no tenemos tiempo para detenernos y mirar?

   Aunque se tengan todos los lujos en la vida y esta pueda parecer un lecho de rosas sin dificultades ni problemas, aún así también la mente se siente aprisionada. Algo falta. Necesita libertad para soltarse, para estar sola, para vagar como quiera dentro de espacios sin límites, en lugares donde pueda encontrar solaz, en fronteras desconocidas y grandiosas alturas. Sólo para ganar fortaleza y eficiencia. Significa estar en soledad. Separar al ser del mundo externo y estar con uno mismo.

   La soledad hace que el espíritu renazca. La soledad y el silencio ayudan a alcanzar un equilibrio emocional, a organizar los pensamientos, a reflexionar y mirar introspectivamente. A sentir la luz y rejuvenecer.

   El silencio da energía. Emily Dickinson ha dicho;

 No decir nada a veces es decirlo todo.


   El silencio te conecta al ser. Te lleva más allá del habla y del pensamiento. Es el momento en que se está sin el ego. El silencio deja ir al miedo, la ansiedad y los celos. En los Upanishad-s bien se dice:


Hay algo más allá de la mente que mora en el silencio. Es el supremo misterio más allá de los pensamientos. Deja que la mente y el cuerpo sutil descansen en ello y en ninguna otra cosa.


   Hablar es más tolerable porque ofrece una fácil distracción a la confusión interior. Las personas estresadas y angustiadas pueden estar en silencio pero por dentro puede que estén gritando. El lenguaje es el vehículo para la transformación social, mientras que el silencio es el vehículo para la transformación individual. El silencio es tan profundo como la eternidad, y el lenguaje es superficial como el tiempo. El silencio puede obrar maravillas en ciertos momentos cuando las palabras se vuelven vanas.

   La generación más joven está tan acostumbrada a la vida ruidosa y agitada, que para ellos el silencio se vuelve una molestia, una maldición. Necesitan compañía constante. Se sienten perdidos o abandonados cuando están solos. Precisan estar con otras personas o la compañía de aparatos electrónicos les da una felicidad superficial. En su interior tienen un vacío, una desolación que los altera constantemente. No pueden siquiera pensar en vivir solos. Sobreviven únicamente en la superficialidad, en la ilusión. Según ellos, unirse al ser, buscar la paz y la soledad es para los viejos y los ignorantes.  No se dan cuenta que esta soledad y silencio pueden hacer que sus vidas y su mente estén calmos, llenas de energía, y también puede darles satisfacción en cualquier cosa que hagan. Satisfacción que siempre reclaman, que nunca parecen alcanzar, y persiguiéndola hacen en la vida todo tipo de cosas. Van detrás de trabajos, carreras, socios, amigos y relaciones. Pero todo les parece que es una etapa pasajera, como su propio ser que es incapaz de detenerse, de descansar en un lugar, en una relación, en una cierta etapa de la vida. La mente confusa no le permite al ser marcar el ritmo, reflexionar sobre la vida, mirar hacia atrás, porque siempre está en movimiento.

   Esta puede ser la razón por la que muchos jóvenes en la actualidad se vuelven rebeldes, pierden la motivación y las metas en la vida.  Esta puede ser la razón de por qué muchas personas en los países desarrollados han comenzado a cambiar un estilo de vida profesional, agitado, lujoso por modos de vida más simples. Más y más personas por todo el mundo están practicando meditación, yoga, etc., para alcanzar esa paz, ese conocimiento del propio ser antes de tratar de conocer al mundo externo. Esa búsqueda de regocijo, de bienaventuranza eterna no se propone únicamente para la espiritualidad, sino también para la paz del mundo. Esa búsqueda de serenidad que sólo la soledad y el silencio pueden proveer.

   Como muy bien lo explicó la Madre Teresa:


Necesitamos encontrar a Dios, y él no puede encontrarse en el ruido y en la agitación. Dios es amigo del silencio. Observa cómo la naturaleza, los árboles, las flores, la hierba, crece en silencio. Mira cómo se mueven las estrellas, la luna, el sol, en silencio. Necesitamos silencio para poder contactar las almas.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Mi Karma soy yo


RADHA BURNIER
  El Karma de todo lo que hacemos es parte de un Karma mayor que es el del mundo, como lo señala lo que se da a continuación; todo el proceso es uno. El Karma no es algo externo sino que es lo que nosotros mismos creamos. Por lo tanto, cada uno de nosotros debe hacer lo correcto desde un punto de vista mayor, como lo destacan las palabras del Sr. Jinarâjadâsa. El Karma que creamos no es una expresión de alguna fuerza o persona ajena a nosotros mismos. Por lo tanto, debemos tratar de hacer incluso en este momento lo que es correcto.

   Es una afirmación cierta que todo en la vida, lo que parece bueno como lo que no, es nuestra propia responsabilidad. Como todos los maestros nos dicen, cada uno de nosotros debe aprender el principio de Unidad. El pasaje incluido, escrito por el Hermano Jinarâjadâsa, enfatiza que debemos comprenderlo totalmente y vivirlo, que es la dificultad que enfrentamos. Todo parece estar afuera, que es ajeno a nosotros. Esta lección es difícil de aceptar incondicionalmente, pero debe ocurrir. Es una de las razones por la que el principio de Fraternidad se enseña en la Sociedad, y quien lo cumple avanza rápidamente. No sirve de nada decir que la otra persona se equivocó o que produce más daño que nosotros. Lo que se necesita es que todos nos demos cuenta del inmenso trabajo que debemos cumplir y la lección que tenemos que aprender. Esperamos que el siguiente pasaje no sea sólo para un momento de lectura, sino algo que se arraigue en el interior, crezca y subordine todo lo que sea menos importante.

   “Es para nosotros un axioma que lo Divino y el hombre son uno”. Pero también lo es, aunque poco comprendido, que el hombre y todo el proceso de evolución, en el que él es un integrante, también son uno. Normalmente, cuando el individuo siente la presión de la evolución, está preparado para considerar ese proceso como algo impuesto sobre él desde el exterior. Por lo tanto es natural que sienta que todas las dificultades de la vida tales como mala salud, pobreza, limitaciones de todo tipo, son los ajustes de su Karma arreglados para él, por los Señores del Karma, para ayudar a su crecimiento. Eso es perfectamente verdadero. Pero la verdad más profunda es que todos esos arreglos son realmente las operaciones de su propia voluntad. Se debe dar cuenta que, de alguna manera misteriosa, los ajustes de los Señores del Karma son ajustes hechos por él mismo, y decretados por su propia voluntad. Cada hecho que le sucede, particularmente los de carácter doloroso, debe ser reconocido por él, no sólo como el resultado de su propio Karma y por lo tanto como decretado por él, sino más aún como una expresión de su propio yo. “Mi padre y yo somos uno” no debe permanecer meramente como un intelectualismo, porque la Unidad existe no sólo en el reino del Espíritu, sino también en el de la materia.

   Se afirma en Luz en el Sendero, “Ningún hombre es tu enemigo, ningún hombre es tu amigo. Todos son igualmente tus instructores.” Pero estos instructores, tanto amigos como enemigos son él mismo; y en realidad es él, quien se enseña a sí mismo los principios de la Unidad, por intermedio de ellos. El primer vislumbre de la verdadera percepción de toda la existencia viene cuando lo “externo” y lo “interno” se perciben como los dos lados de un medallón, siempre inseparables en una unidad, aunque cada uno se pueda observar por separado.

   Existe un bello ejemplo de esta verdad en el relato de un yogui hindú que vivió en la época del Motín Indo. Su meditación constante fue por supuesto percibir la Unidad o Dios. Un día estaba meditando en cierto lugar, y en su proximidad estaban ocurriendo los violentos hechos del motín. Los soldados británicos que peleaban con los rebeldes tropezaron con este santo, pero no se dieron cuenta que era un santo; él trataba de comprender la naturaleza de Dios, no era un rebelde. La historia relata que uno de los soldados corrió hacia él y lo mató con la bayoneta. Pero mientras el soldado corría hacia él, el yogui lo miró serenamente y se dijo a sí mismo “Incluso  tú eres Él.” Él había esperado mucho tiempo para que llegara el Señor, y el Señor vino de ese modo particular.                                              

   Es esta misma enseñanza de la Unidad la que tenemos en nuestra Cadena de Unión: “Hay una Paz que sobrepasa el entendimiento, mora en el corazón de aquellos que viven en lo Eterno. Hay un Poder que renueva todas las cosas, vive y actúa en quienes reconocen la Unidad del Ser.” El aspirante comienza a vivir esta enseñanza en su vida sólo cuando pone en práctica la verdad que subyace en las palabras: “Incluso tú eres Él”. Todo hecho en la vida, agradable o desagradable, cada dolor, cada fracaso, es decir, todo lo que consideramos como el no-Yo, se debe percibir de algún modo misterioso como el Yo.

   Pero aún más que esto, cada objeto y hecho se debe percibir, aunque al principio sólo sea con la imaginación, como él mismo. Los diversos aspectos de la manifestación son encarnaciones de la Unidad, y no existe separación para aquél “que ve”, entre él mismo y la Unidad. “Yo soy Él” no sólo debe significar que el hombre y lo Divino son uno y no dos, también debe querer decir que ´Yo´ soy la roca, la planta, el animal, el pecador, el santo, cada hecho del día en mi vida y en la vida del mundo. Especialmente debe significar, ya que somos hombres y tenemos limitaciones humanas, que lo que los hombres consideran como “desagradable”, lucha, dolor, desilusión, fracaso, también son la Unidad, y también “yo”.



Las cajas de bebés aumentan

   El periódico The Guardian Weekly del 22 de junio 2012 tiene un artículo sobre “Cajas de bebés”. Al parecer, a los bebés que no son deseados los ponen en estas cajas, principalmente lo hacen los padres de los bebés. Afuera de los hospitales, una campana le avisa a alguien en el hospital que tome al bebé y lo cuide. Esta práctica se dice que ocurre en Alemania, Austria, Suiza, Polonia, etc. Muchos niños, “muchos” es un hecho relevante por la razón de que estos bebés no tienen a nadie que los cuide, quedan librados a la compasión del personal del hospital.

   Esto ha salvado a gran número de bebés, y muchos de ellos pasan a padres adoptivos. Pero existen personas importantes que afirman que el niño tiene el derecho de conocer a sus padres. ¿Puede un bebé saber la diferencia entre los padres biológicos, y los “padres” afectuosos que los cuidan? Dicen que las cajas de bebés son para ayudar a identificar a los padres y establecer una relación con ellos. En primer lugar, si no son deseados, ¿cómo podemos esperar que los padres, o uno de ellos, tal vez la madre, quiera cuidar al niño después que fue rechazado? De todos modos, la controversia parece continuar, y es considerada solamente desde el punto de vista de los intereses materiales.

   Desafortunadamente, los bebés no tienen el derecho a decir lo que desean. Ciertamente, al ser tan pequeños no saben lo que quieren. Mandred Weber, Vice-Presidente del Partido de las Personas Europeas escribió una carta al periódico The Guardian: “Aunque estoy convencido que un niño se cría mejor dentro de una familia unida, la seguridad de los niños es una prioridad mayor que el deseo de conocer a sus padres biológicos.” En una encuesta suiza, en 2011, vieron que el 87% afirmó que las cajas de bebés son útiles, e incluso muy útiles, y que todos los hospitales deberían tener la ventaja que éstas brindan.

   Al parecer existe la idea de que el responsable es el padre, lo que hace surgir la pregunta de si de alguna manera el tema se considera desde el punto de vista de los bebés. En países como India, se abandonan muchos bebés recién nacidos, se los arroja a pozos o a basureros, o los abandonan de diferentes modos. La madre a menudo no es responsable: teme lo que la gente pueda decir. Es más, muchas veces ella también necesita protección.

   La opinión de que todo niño tiene el derecho de conocer su origen es relativa porque el niño puede llegar a saber con el transcurrir del tiempo que sus padres lo abandonaron como un trozo de papel inservible. Por lo tanto, no parece correcto enfatizar la necesidad por parte de los padres. Lo necesariamente esencial es que el niño crezca en un ambiente bueno y de amor. En las condiciones referidas, mientras el niño esté vivo y lo cuiden, debemos sentirnos felices. No es necesario o incluso correcto interferir en los sentimientos de un niño que es aceptado y cuidado por personas afectuosas. Podemos estar totalmente de acuerdo con el sindicato social cristiano y el Sr. B. Posselt que lo representaba: “Nuestras experiencias con las cajas de bebés aquí en Munich, por ejemplo, organizadas por un monasterio, han sido positivas… Para mi es esencial proteger y salvaguardar la vida de niños en situaciones extremas. Todos los demás problemas se pueden solucionar con buena voluntad, mientras el niño esté vivo. No es decisión de la Comisión de la Organización de las Naciones Unidas qué hacemos para ayudar a los niños que nacen o están por nacer.”

   Yo misma he contactado a más de un niño abandonado que crece con una familia. Son felices, y como los niños deseados, anhelan una vida agradable. No habrían sido felices con el padre o los padres que no los querían. Verlos felices hace a otros felices también. A la niña o el niño no les preocupa dónde nacieron y otras circunstancias que los rodeaba en ese momento. Lo importante es que crezcan bellamente.



El individuo medio-humano

   La Ley de Karma nos trae otra vez al nacimiento en el cuerpo físico, a veces en el de un hombre, y otras en el de una mujer, para ayudarle a la conciencia a despertar y crecer poco a poco. Esto fue considerado por un académico de la Universidad de Cambridge en un feliz artículo que destaca que existe todo un proceso de evolución que tiene lugar para llevar varias situaciones a un nivel más elevado. De modo que el insecto crece hacia un nivel más elevado, y a otro más elevado aún, hasta que surge la etapa humana y luego la super-humana, sobre la que sabemos muy poco. En este proceso de una evolución en expansión, el hombre no es aún un ser humano completo, sino que está en vías de serlo. Existe todavía mucho del animal en el gran número de personas que ha alcanzado esta etapa de tener un cuerpo físico humano, pero que tiene muchas características animales, algunas más cerca del humano real y algunas todavía en el nivel animal. La mayoría de ellas es una mezcla de ambas.

   El ser humano promedio actual es esta mezcla, la proporción varía de un individuo a otro, por lo tanto nadie es igual a otro. Desafortunadamente la mayoría de nosotros no sabemos que algunas de las características que exhibimos mientras enfrentamos las circunstancias del presente, son realmente los restos de encarnaciones previas en vidas pre-humanas. Los grandes seres humanos, como el Buddha, están libres de impedimentos de vidas pasadas. Son totalmente humanos, algunas veces más que humanos.

   Si pudiéramos comprender más claramente todo el desarrollo, es decir, el proceso evolutivo, comprenderíamos mejor cómo crecemos realmente, no simplemente cómo se desarrolla la forma física. Si pudiéramos comprender esto, veríamos que la mayoría de los seres humanos todavía no está en el nivel esperado. Por lo tanto, la evolución es un tema importante que tenemos que comprender tanto como sea posible, no sólo la condición física actual, sino la parte que juega en el despertar espiritual.

   Quienes no son cuidadosos con los niños, o que están absortos en sí mismos y los descuidan, los maltratan, e incluso los abandonan por cualquier razón, exhiben imperfecciones en su propio ser. Tomará bastante tiempo para que una persona en esta etapa llegue a ser totalmente humana. Si pudiéramos comprender más todo esto, nos encontraríamos más libres de coacciones, creciendo con más felicidad y no meramente con los así llamados placeres de una vida superficial.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Desde la Atalaya


RADHA BURNIER

 Muchos senderos, una Verdad

   Ciertamente, la vida no es divisible, aunque actuemos como si lo fuera. Mientras decidamos que la vida está dividida y que todos podemos disponer por nosotros mismos dónde y cómo se divide, estaremos en conflicto entre nosotros. Por lo tanto, es importante para todos aprender más sobre la vida, hasta que su naturaleza real se aclare. Pero desafortunadamente cada ser humano se comporta como si hubiera una idea sobre la vida: cómo volvernos más importantes sin considerar su propósito.

   La vida es inmensamente rica y creativa. También es profunda, sutil, dinámica, y por lo tanto no es fácil aprender qué es, y cuánto está todo y todos intrínsecamente relacionados. La Verdad es la percepción de la vida, y es tan difícil obtener conocimiento de la verdad como de la vida. En cada etapa es probable que creamos que la vida es aquí y ahora como la conocemos. Esto se vuelve una expresión y un sendero de desilusión que se transforma en el modo de vida de cada persona. Por cierto, hasta que conozcamos la Verdad, que es la percepción de la vida como un todo, estamos destinados a la desilusión.

   El agua que fluye por cualquier grifo o fuente, si está en un recipiente, estanque, lago u océano, es sólo agua. Puede estar sucia o limpia, puede haber poca o mucha como en el océano, que no la veamos siempre sino sólo de vez en cuando. Cuando está en la nube o está por transformarse en lluvia, aún así es agua. No es tu pensamiento o el mío, sino una parte de todo el proceso que opera físicamente. Esto por supuesto no es demasiado difícil de comprender.

   La vida también existe en innumerables formas, en insectos o humanos, en devas o en Buddha, no importa cuál sea la forma. La vida no tiene divisiones pero parece dividida y divisible. En cualquier aspecto o tal vez en infinitos aspectos, impregna dimensiones que el ser humano común no conoce.

   La verdad también tiene aspectos infinitos y se encuentra en profundidades a las que nunca hemos entrado. De modo que podemos decir que es tonto afirmar “Conozco la verdad”. Como afirmaron personas iluminadas, quien sabe que no sabe es una persona sabia. ‘Verdad’ y ‘vida’ son palabras difíciles de usar en su verdadero sentido. Manifiestan lo que es intrínseco, nada más. Su deber, significado y bondad está más allá de toda medida, y el hombre no lo conoce porque no manifiesta lo que nosotros pensamos que la palabra significa. Toda la vida de algún modo señala en esa dirección, pero todavía está muy lejos del conocimiento y comprensión del hombre. Cuando los hombres usan la palabra ‘vida’ o ‘verdad’, sólo piensan que estas palabras tienen un significado que es conocido y conocible.

   Ser Buddha significa saber, y todo es conocible para un Buddha. Su mente es infalible porque se ha vuelto infinita. Todos los límites se rompen y su mente conoce lo ilimitado. Por cierto, la mente de Buddha es infinita. Este es un tema difícil de comprender y de ser consciente, pero todos conoceremos la vida o la verdad algún día. Hacia allí nos dirigimos.

   Quienes están más avanzados son conscientes de hacia dónde vamos y por lo tanto de la riqueza sin límites, de cuán profundas, sutiles y dinámicas son la vida y la verdad.



El arte de vivir

   Existen aspectos del verdadero arte, dignos de destacar, pero ignorados debido a nuestra mala interpretación de la palabra ‘arte’. Quienes son conscientes saben que todo arte nos hace percibir la armonía. Si la armonía no aparece de la creación de algo, no concuerda con el arte. El arte es lo que nos hace concientes de una proporción bella, una simetría perfecta (incluso de asimetría) de sonidos, colores y formas. Sin éstos, el arte no es evidente y por lo tanto el arte de vivir debe tener el Orden que proviene de la bella armonía de sonidos, colores y formas.

   Por lo tanto, parece que se logra un nivel más elevado de significado cuando algo es como una flor que crece a partir de una pequeña semilla y se transforma en una fuente de experiencia cada vez mayor. Como lo hacemos al observar una flor que aparece, “Ver el mundo en un grano de arena”, es una experiencia que es transformadora. Existen muchas expresiones similares en la literatura valiosa; por ejemplo, cuando Wordsworth escribió sobre “el esplendor en la hierba y la gloria en la flor”. Esto indica que la armonía es la naturaleza del universo.

   El descubrimiento de la armonía es el objetivo del yoga y de todas las grandes actividades; éstas también revelan algo, aunque sean fragmentos de esta verdad fundamental. Uno de los Mahatmas escribió: “Reconocemos sólo una Ley en el universo, la Ley de la Armonía, el equilibrio perfecto”. Esta es la existencia de la sattvaguna o cualidad más sutil, que implica el descubrimiento de lo que el yoga significa realmente.

   Paul Davies escribe en Superforce: “Existe una unidad en el universo y otra que va mucho más profundo que una mera expresión de uniformidad. Es una unidad que dice que sin todo no se puede tener nada”. Esta afirmación es sorprendente, brinda un destello de la Naturaleza que J. Krishnamurti también consideró. Él escribió: “La belleza no está en el museo, en la pintura, en las estatuas, o al escuchar un concierto; la belleza no está en un poema o en el bello cielo de un atardecer, o en la luz sobre el agua, o en el rostro de una persona bella, o en un edificio. Sólo existe la belleza cuando la mente y el corazón están completamente en armonía, y esa belleza no la percibe una mente superficial que está atrapada por el desorden del mundo”.

   Las obras de arte reales pueden trasmitir este principio interno en la Naturaleza en una pequeña medida. Los artistas verdaderos crean lo que ven, oyen, etc. pero pronto regresan al caos y se vuelven parte de la desarmonía del mundo. Su visión de armonía es fragmentaria, porque su material para expresarla es temporal. Incluso su técnica carece de la cualidad esencial de convertir la vida en la forma, y por lo tanto es defectuosa.

   Por lo tanto, el arte de vivir es armonía desplegándose en niveles más profundos de significado. Luz en el Sendero dice: “Antes que los ojos puedan ver, se debe lograr la armonía interior. Es el modo en que comprendemos. En una de las Cartas a las Escuelas, Krishnaji expresa: “Toda la existencia es relación. Sin ella, no puedes vivir”. Existe una verdadera relación sólo cuando hay armonía, porque cuando es perfecta, produce una atmósfera que es irreemplazable. Cuando no existe tal armonía, la relación se rompe, se dispersa, es imperfecta.

   Debemos examinar toda la cuestión de la vida, la relación entre la armonía y el logro en la vida, antes de acercarnos a su comprensión. Cuando miramos la cuestión sólo desde el punto de vista externo, realmente no comprendemos. Incluso un gran artista como Beethoven obtuvo la verdad sólo en algunas oportunidades.



La paz que sobrepasa el entendimiento

   Toda defensa y agresión, cualquier cosa en la que pensemos que sea ofensiva, engendra brutalidad, negligencia y otros problemas similares. La palabra ‘global’, desafortunadamente, ha cambiado su significado y se refiere a hechos superficiales relacionados al comercio, a la comunicación rápida, la imitación, etc. No se refiere a algo que está relacionado con lo que le sucede a toda la vida. De modo que la cultura global incluye moda, placer, explotación y cosas similares, pero no un sentimiento en el que todos comparten esa experiencia universal.

   Por supuesto que sabemos que no podemos tener paz cuando en la conciencia humana existe la inquietud de no saber dónde vamos, y básicamente un temor que puede terminar en nada. La avaricia puede existir para casi todo, para bienes materiales, satisfacción psicológica, superioridad moral o poder espiritual. Puede permanecer inadvertido e intacto, creciendo oculto detrás de falsa idea de que uno es puro y que no está sujeto a este tipo de dificultad.

   Las ideas de universalidad y responsabilidad universal también pueden permanecer superficiales en muchos casos. Si no existe un auto-examen, ni un deseo de descubrir qué es realmente auto-comprensivo y el significado profundo e íntegro de la Paz, el problema continuará bajo la superficie. La paz que sobrepasa el entendimiento tiene una profundidad inimaginable, pero es posible que seamos inconcientes de este hecho y por lo tanto que haya lucha y peleas con cualquier cosa que obstaculice nuestros deseos. La mayoría de las personas quiere extender su área de seguridad y por lo tanto perciben una sensación insegura. Esto es lo que está básicamente detrás de los sentimientos nacionalistas y otros, que parecen muy loables.

   El hombre moderno defiende no sólo su persona física y se apropia de un nombre sino que también trata de obtener lo máximo que puede para sí, lo que domina. Su inseguridad se extiende a su auto-identidad e incluso la identidad de su nación y de la gente a quien él piensa que pertenece. Ciertamente, el sentimiento de inseguridad es más intenso ahora y se ha extendido mucho más que antes porque su mundo mental ha crecido y puede incluir todo o algunas cosas con las que no está conectado.

   ¿Cómo puede haber paz en estas circunstancias, en un ambiente que cada ser humano puede crear pero del que es inconciente? La guerra y la violencia necesariamente van a aumentar en múltiples direcciones. El ser humano de la actualidad no puede saber quién tiene armas, y qué poder tiene la persona con la que se encuentra. ¡Cómo podemos saber exactamente cuán poderosos son los pueblos, la nación, la mentalidad de los otros!

   Cuanto más fuerte es el sentimiento de inseguridad, más agresiva y egoísta puede ser una persona internamente, aún cuando parezca pacífica externamente. Hablar de paz en algún lugar no indica necesariamente tener fe en ella. Obviamente, la idea de que la guerra esté ausente, o la disposición a cumplir con la necesidad de terminar los conflictos, realmente indica conformidad con el ideal de la paz. Es posible que la idea de que Satya Yuga o la era de la paz termine en el Kali Yuga. Por lo tanto, es importante para nosotros descubrir cómo podemos mantener la paz en tiempos que son difíciles, cuando los conflictos pueden aparecer en cualquier parte.

   En esta situación, podemos pensar en el Señor Gautama, el Buddha, cuando se encontró con el terrible criminal Angulimala en el bosque. El criminal pensó atacar a Buddha y estaba listo para hacerlo. El Buddha al parecer estaba consciente de esto pero no tenía miedo y estaba listo a tratar la situación. Estaba tan sereno y habló de modo tan natural con el criminal que éste cambió totalmente. Esto puede suceder con cualquier persona que actúa profundamente.

 Todo reino que se divide, corre a la ruina;

no hay ciudad o familia que pueda durar con luchas internas.

Mateo 12:25