miércoles, 1 de mayo de 2013

LA LUZ DE BUDDHI (Intuición)




                                                                         I.K. Taimni      
   La mayoría de nosotros nos olvidamos completamente del hecho que estamos aquí por un breve periodo, y que somos una parte insignificante de un universo vasto y aparentemente ilimitado. Un insecto rastrero en los Himalayas tiene comparativamente una mayor significancia desde el punto de vista puramente físico. Entramos a esta vida por la puerta del nacimiento y después pasamos unos setenta años sobre este planeta bajo toda clase de circunstancias y desaparecemos por la puerta de la muerte. Esta procesión de seres vivos ha estado sucediendo por miles de años y todavía no ocurre que muchas personas hagan preguntas pertinentes en cuanto a de dónde venimos, hacia donde vamos y por qué estamos aquí. Nuestro gusto por la vida, sea placentero o desagradable, nuestra  absorción en el interés que hemos desarrollado, es tan completa que no nos damos cuenta  del gran problema de la vida que enfrentamos todo el tiempo,  que un abrumador misterio nos rodea.
                      No solamente  estamos persiguiendo nuestras pequeñas aspiraciones personales en un mundo aparentemente sin sentido ,de una manera casual, sino que mostramos la misma falta de inteligencia al tratar con el problema mayor de la humanidad. Hay una completa falta de principios o ideas guiadoras indicando la dirección en la cual tenemos que ir. Hay una vaga idea de que tenemos que promover el bienestar de la humanidad, pero lo que significa un real bienestar y cómo va a obtenerse, son preguntas acerca de las cuáles, hay una amarga controversia y un conflicto mortal. Tanto es así, que estamos tranquilamente dispuestos a destruir en una guerra atómica a la mayor parte de esta precisa humanidad por cuyo  mejoramiento se supone que estamos trabajando y luchando! ¿Podría haber una ilustración más adecuada de esta  prevaleciente falta de inteligencia, a pesar de los extraordinarios logros intelectuales de la ciencia y de la indudablemente elevada capacidad mental, de aquellos que guían los destinos de las naciones?
                       Muchos de nosotros ,que estamos persiguiendo  sinceramente estas metas temporales en búsqueda de la felicidad, sabemos teóricamente que esta búsqueda es inútil y que la real felicidad puede encontrarse solamente dentro de uno mismo, elevando la conciencia a niveles superiores y trascendiendo gradualmente, las ilusiones y limitaciones de la vida inferior. Pero todavía no hacemos nada para producir los cambios necesarios en nuestra vida. La razón para estas conductas anómalas, de acuerdo a nuestros sabios, se halla en el hecho de que la percepción de las verdades más profundas de la vida y el significado interno, aún de los sucesos comunes que entran en contacto cada día, depende, no de la razón o del ejercicio de la mente inferior, sino de la facultad espiritual superior que se llama buddhi y es vagamente referida como intuición en la Psicología occidental. El intelecto puede conocer todos los hechos, pero a menos y hasta que sea iluminada por la luz de buddhi fracasará en ver su significancia más profunda. A esto se debe que la actitud de los filósofos que hablan cada día de los problemas más profundos de la vida , no difiera apreciablemente de la actitud del hombre de la calle. A esto se debe, por qué los científicos, que diariamente  examinan los cielos y miran las profundidades más lejanas de este vasto universo, no puedan ver la insignificancia de nuestra vida humana ,desde el punto de vista puramente físico. A esto se debe ,por qué encontramos a tantos instructores religiosos predicando la Vedanta a sus seguidores y viviendo sus vidas, como si esta filosofía fuera un asunto de puro interés académico.   Esta gente parece saber todas las cosas y aún realmente no saber nada. Su conocimiento  está solo en el plano del intelecto. La facultad de buddhi no se ha desarrollado o permitido que funcione en un grado adecuado. Su conocimiento aún no se ha convertido en realización, por medio de la iluminación de buddhi.
                               Esta falta de percepción interna ,no es el único resultado de la obscuración de la facultad buddhica.. Cuando se le ha permitido a esta facultad dormirse hasta un grado extraordinario, por las malas tendencias y acciones, puede resultar en un fenómeno que parece verdaderamente asombroso, desde el punto de vista psicológico. De otro modo encontramos que las personas normales y sensibles se comportan como lunáticas en ciertos asuntos. Encontramos una notable comprensión intelectual de las verdades espirituales, existiendo lado a lado con depravaciones morales de la peor especie. Es difícil comprender tales anomalías a menos que reconozcamos este diferencia entre el intelecto y buddhi. Tales casos se deben a anormalidades  en el funcionamiento de buddhi ,producido ya sea por un desarrollo  desequilibrado del intelecto, o por permitir desviarse lentamente por malos caminos
                             La iluminación buddhica no se necesita solamente para guardarnos de errar el camino o caer en malos pasos, sino también en el campo de sadhana o práctica espiritual ,cuando nos embarcamos con recta seriedad en la aventura divina de la auto-realización. Muchas personas creen honestamente, que todo lo que tienen que hacer  para asegurar su progreso espiritual, es encontrar un maestro espiritual  o Guru adecuado, quien los guíe en todas las cosas y se haga responsable por su bienestar espiritual.
                               Sin embargo, el hecho es que  ningún hollar real del sendero espiritual es posible ,hasta que el aspirante haya  desenvuelto su buddhi suficientemente, para encontrar dentro de si mismo toda la guía que necesita para su progreso espiritual. El maestro puede ayudarlo en asuntos cruciales, o en ocasiones especiales ,pero no puede estar muy cerca del discípulo para ayudarlo en cada dificultad  o prueba severa. De hecho, mientras más avanza el discípulo en el Sendero, más tiene que aprender a ser independiente de su maestro. La luz  del Sendero debe provenir desde adentro. Una luz así, la cual es el resultado de un sano funcionamiento de la facultad buddhica, puede provenir desde adentro ,solamente cuando la mente está suficientemente purificada por la correcta vida  y la auto-disciplina yógica, como señalada en los Yoga-sutras (II,28).
                         ‘De la práctica de los ejercicios constituyentes del yoga, sobre la destrucción de las impurezas, surge la iluminación espiritual que se desarrolla en la percepción de la Realidad’
                         Esta luz, la cual es esencialmente de la naturaleza de la percepción espiritual, permite al aspirante  entrar en el Sendero de Santidad. Lo guía a través de las diferentes etapas de la larga y difícil jornada ,y lo guarda en contra de peligros y tentaciones de todas clases, y es esta luz nuevamente, la que le permite desgarrar el último velo que oculta el rostro del Amado. Así, necesita la iluminación buddhica desde el momento en que entra al sendero, hasta que cruza el umbral del nirvana.
                          La verdad es esencialmente simple y para comprenderla  no requerimos explicaciones engorrosas formuladas en lenguaje abstruso, sino de un intelecto agudo, ansioso y purificado, el cual, con la luz de buddhi, pueda reflejar la Verdad dentro de si.
                          Cualquiera que mire a través de la vasta literatura de la religión y filosofía Hindú, puede ver a la vez que una considerable parte es meramente una multitud de acrecencias que han crecido alrededor del núcleo de las verdades esenciales y vitales ,durante el curso de miles de años. Al inicio de cualquier movimiento espiritual, aquellos que le dieron el impulso inicial, tienen al menos un conocimiento directo de  las verdades, y tratan de incorporarlas en lenguaje condensado, simple y prolifico. Esta literatura es meramente el vehículo de las verdades reales que han experimentado, y  refleja esas verdades tanto como puede hacerse a través del  tosco e imperfecto medio de cualquier lenguaje.
                           Con el paso del tiempo las cosas cambian. Los conocedores directos son reemplazados por conocedores de segunda mano y meros eruditos, para quienes la verdad se convierte en solo un asunto de conocimiento y discusión intelectual. Habiendo perdido el contacto directo con las realidades de las verdades que ellos estudian y exponen, se llegan a interesar más y más ,y a involucrarse en asuntos de expresión e interpretación. Así, crece un montón de literatura artificialmente creada, por consideración de satisfacer el intelecto. Algo de esta literatura tiene todavía algún valor, porque se elabora y sirve para explicar en alguna medida, las verdades primordiales. Pero mucha de ella no tiene valor alguno, no teniendo relación con los hechos involucrados. El buscador que discierne puede intuitivamente  clasificar las diferentes clases de producciones y separar lo vital de lo adulterado.
                         Al estudiar un tema de profunda significancia tenemos que considerar sus variados aspectos desde puntos de vista diferentes ,para obtener una adecuada comprensión del tema, como un todo. Esto no es fácil porque mientras más profundo entre una persona en los problemas de la vida, mayor será el número de puntos en los que toca a  la vida y sus manifestaciones y más difícil se vuelve estudiarlos por completo. En realidad, la vida es una en esencia, y por lo tanto, comprender un aspecto de ella  debidamente, requiere el estudio de todos los otros aspectos. Es verdad que para conocer el total, debemos conocer todas las partes constituyentes, pero es también verdad que para conocer una parte perfectamente, debemos conocer el total.  Todas las cosas están conectadas con otras, aunque pueda que no seamos capaces de ver esta conexión. A esto se debe  por qué los sabios Hindúes no se preocupan de estudiar con gran detalle los fenómenos de la naturaleza, como lo hace la ciencia moderna. Ellos saben, que aún cuando cuidadoso nuestro estudio de cualquier parte del universo manifestado, no podremos nunca conocerlo completa y verdaderamente. Ellos se volvieron al Total, a la Realidad  fundamental, sabiendo que todas las cosas podían conocerse en esencia y realidad y en la correcta perspectiva. Porque todo quien conoce la Totalidad, conoce esencialmente todas las partes innumerables que la constituyen, y si para algún propósito se hace necesario conocer los detalles superficiales de un aspecto particular de la vida, esto puede hacerse muy fácil y efectivamente.
                         La totalidad del universo  cognoscible es la expresión externa de una Realidad trascendente que está más allá de los sentidos y más allá del campo del intelecto. Esta Realidad,  la que en lenguaje común, es referida como a Dios, se manifiesta por un lado como el universo inanimado, el cual vemos que se extiende a nuestro alrededor por todos lados y en diferentes planos, y por el otro, en la forma de innumerables mónadas individuales (jivatma-s) que son esencialmente de la naturaleza de la conciencia, y que pueden considerarse como centros activos en esta Realidad trascendente.
                          Estos centros eternos de la conciencia dividida se encuentran  incluidos en el universo manifestado y luchando por comprender su verdadera naturaleza ,a través de un largo curso de evolución que se extiende a lo largo de una serie de vidas. Cuando esta evolución alcanza su  consumación, cada mónada individual comprende que es divina, eterna, auto-suficiente y una en esencia con la Realidad fundamental del universo, y que las tribulaciones, pesares y  dolores que ha sufrido, eran parte de una gran ilusión, que es una parte necesaria del proceso evolucionario.
                               No es necesario entrar aquí en cuestiones metafísicas. ¿Cuál es la naturaleza del universo y las mónadas? ¿Por qué se incluyeron estas mónadas inicialmente en este proceso global? Estas son preguntas interesantes ,pero están realmente más allá del campo del intelecto y, por lo tanto, nunca pueden contestarse satisfactoriamente en términos del intelecto. Son preguntas  fundamentales (atiprasna) que pueden aclararse – o más bien resolverse – solamente por  medio del Conocimiento de si mismo ,dentro del silencio y la profundidad de nuestra propia conciencia. De cualquier modo, no estamos interesados con estas preguntas ahora. Estamos interesados solamente con el asunto básico y práctico, en cuanto a cómo estas mónadas o centros de  conciencia divina, que se encuentran  comprometidos con el sufrimiento e ilusión, pueden  desenredarse de estas limitaciones y condiciones dolorosas ,por medio de un proceso progresivo de Auto-realización.
                            Un estudio objetivo y científico de la constitución total de estas mónadas, y el lado oculto del universo manifestado por los métodos del yoga, han mostrado a estos sabios, muchos de quienes eran hombres perfectos, (siddha-purusha-s) que aunque cada mónada en su naturaleza esencial y más íntima ,no es sino un centro en la conciencia divina universal, está asociada con la materia de los diferentes planos que constituyen sus cuerpos o kosa-s. A
través de estos cuerpos, la conciencia de la mónada o jivatma, funciona en los planos respectivos del universo manifestado, físico y superfísico.
                           Aunque en los planos espirituales superiores, la mónada percibe su verdadera naturaleza, la cual es indicada por la frase sat-chit-ananda (Ser-Conciencia-Felicidad) cada descenso en los planos inferiores limita y oscurece en un mayor grado su conciencia, de modo que en el plano físico, el cual es el inferior, sus limitaciones son lo más grande posible, y está ausente. la percepción de su naturaleza divina . La totalidad del ser humano puede, por lo tanto,  considerarse mejor ,como una manifestación centralizada de la Realidad, a través de un conjunto de vehículos de creciente intensidad, los que progresivamente oscurecen su conciencia y limitan sus poderes. Cómo esta oscuración progresiva de conciencia tiene lugar pasando a través de diferentes medios n puede comprenderse por medio del siguiente experimento basado en el fenómeno de la luz.
                         Si un rayo de luz se hace pasar a través de diferentes clases de medios exitosamente, cada medio disminuirá la intensidad y alterará la composición de la luz, y la luz  que  sale finalmente será afectada por la absorción y deformación de todos los medios que intervienen como lo que se muestra en el siguiente diagrama:


Vidrio 

Deformaciones
alcohol  

Tintes
Coloreados
agua

Sedimento
Aire




Polvo y Humo

                      ¿Cómo podemos minimizar las modificaciones producidas por el medio? Simplemente  removiendo las impurezas y deformaciones que existen dentro de él.  Saquemos el humo del aire por absorción, saquemos el color del alcohol por medios químicos, quitemos el sedimento del agua por centrifugación, y  quitemos las deformaciones del vidrio por el temple, y la luz que saldrá, prácticamente será tan brillante y pura como lo es originalmente.
                      Podemos imaginar la conciencia superior de la mónada afectada en una forma análoga al pasar a través del medio de diferentes vehículos, de modo que cuando emerge finalmente dentro del cerebro humano, ha sido enormemente modificada y oscurecida por todos los vehículos que intervienen. Algunas de estas modificaciones y limitaciones son inherentes al funcionamiento de la conciencia a través de los respectivos vehículos ,mientras otras se deben a las imperfecciones de los vehículos o impurezas o deformaciones producidas durante el curso de la evolución. Las anteriores permanecen mientras la conciencia permanece encarnada;  las últimas pueden quitarse por medio de las prácticas espirituales y la  auto-disciplina yógica.
                     Cuando el proceso de la perfección y purificación se ha completado, la conciencia puede funcionar a través de los vehículos sin oscuración ni limitaciones; en tanto esto es posible dentro de las limitaciones referidas arriba. Esto es liberación en tanto en el cuerpo (jivanmukti). Cuando los vehículos inferiores  se dejan, aún las últimas clases de limitaciones desaparecen y  se alcanza la liberación fuera del cuerpo (videhamukti).
                      Ya que la liberación o iluminación puede considerarse como una expresión de la conciencia sin ser indebidamente  estorbada ni oscurecida por sus vehículos, las prácticas para alcanzar el estado de iluminación deben estar fundamentalmente interesadas en la reorganización y purificación de los vehículos. Básicamente, aún la conciencia común que encuentra expresión a través del cerebro físico, deriva de la conciencia pura y perfecta de Brahman, y por lo tanto, todas las expresiones de la conciencia, son expresiones de la Conciencia Divina. Pero las limitaciones impuestas en esta conciencia por los vehículos inferiores son de tal drástica naturaleza ,que difícilmente hay algo en común entre las expresiones de los planos inferiores y superiores.
                               La primera tarea del aspirante (sadhaka) es por lo tanto, no tratar de alcanzar la iluminación sino quitar las pesadas oscuraciones impuestas por los vehículos inferiores ,de modo que pueda trabajar a la luz que llega a través de los vehículos más sutiles en los planos espirituales. Es esta luz,  que es la luz de buddhi. Por un largo tiempo, el aspirante tiene que trabajar a la luz de esta conciencia espiritual, y es solamente cuando el proceso de purificación y perfección se ha completado, que está en una posición de traspasar los velos más sutiles y alcanzar la iluminación.
                               También sigue de lo que se ha dicho arriba, que la liberación del jivatma o mónada, debe ser un proceso gradual y progresivo y no es necesario para el aspirante esperar los resultados hasta que se alcance la última etapa . De hecho, tan pronto como comienza el proceso de purificación y armonización, comienza  a aparecer un cambio en la conciencia, aunque puede que este no se manifieste en la forma que él espere o desee. Por ejemplo, muchos aspirantes al comienzo de su práctica de cualquier tipo, esperan ver visiones y cosas de esta clase. Pero generalmente, no sucede nada de este tipo. Todo lo que el aspirante probablemente va a experimentar ,es un espacio interno y fuerza y capacidad para ver los problemas de la vida y sus ilusiones, sus debilidades y tonterías, más claramente. Algunas veces cuando hay una gran cantidad de impurezas ocultas dentro de los vehículos inferiores, las  correspondientes debilidades pueden ser  arrastradas a la superficie y el aspirante puede  en efecto, sentir un aumento transitorio de desorden y deterioración moral. Pero si toma estas cosas como un asunto de  dirección y presiona hacia su meta con determinación e inteligencia, estas nubes están destinadas a dispersarse gradualmente y permitir que atraviese más luz.

                                       The Theosophist, Febrero de 2004.
                                       Tradujo: Perla