domingo, 5 de mayo de 2013

CONOCIMIENTO TRANSFORMADOR



Dara Tatray
  Este es un intento de investigar la naturaleza del pensamiento y la clase de esta investigación. Una consideración de la naturaleza del pensamiento, y del conocimiento, surge de la naturaleza y la constitución del ser humano, y debe intentarse en el proceso de toda seria discusión del conocimiento o sabiduría. También surge de la trama de la vida, y de la historia, en un momento en que nuestra falta de auto-control o auto-conocimiento, parecen  arriesgar el bienestar de tantas criaturas y culturas.
   Es importante que todos los que participen en una investigación así, ubiquen dentro de si mismos las materias bajo discusión. Si el escritor está hablando acerca del ‘conocimiento’ y el lector pone atención solamente a las palabras, entonces este será un movimiento de palabras vacías. En toda discusión metafísica, es vital ubicar dentro de nosotros las materias bajo discusión: después de todo, dentro de nosotros es el único lugar donde el pensamiento, conocimiento, sabiduría, y todas las otras materias metafísicas se van a encontrar. Los asuntos empíricos  se van a encontrar en el mundo  externo/empírico: los asuntos metafísicos están adentro. Las materias principales de investigación metafísica se dice que es Dios, el alma, y el mundo. Tanto J. Krishnamurti como el sabio del sur de India Ramana Maharshi, intentaron  aclarar abundantemente que las respuestas siempre residen en los mismos problemas, en los mismos asuntos. Así es que debemos poner atención a ellos. Esto es quizás más fácil de lo que la mente complicada lo hace aparecer.
               Un visitante preguntó una vez a Ramana si debería abandonar sus negocios y dedicarse a leer libros sobre la Vedanta. La respuesta de Ramana fue típicamente al punto:
                ‘Si los objetos tienen una existencia independiente, es decir, si existen en todas partes aparte de usted, entonces puede ser posible  liberarse de ellos. Pero no existen aparte de usted; deben su existencia a usted, a su pensamiento. Así ¿adónde puede ir, para escapar de ellos? En cuanto a leer libros sobre Vedanta, puede seguir leyendo un número de ellos. Pueden decirle solamente, ‘Realice el Yo dentro de usted’. El Yo no puede encontrarse en los libros. Tiene que descubrirlo usted mismo en usted’.
               Esto aclara la necesidad de ubicar dentro de ustedes, problemas o situaciones que parecen tener una existencia independiente.
               Nuestros lugares de trabajo y negocios tienen una existencia independiente, en un sentido relativo. Pero son solamente semi-autónomos, siendo constantemente re-creados o co-creados por nosotros mismos. Cuando me voy de la oficina, o de mi lugar de trabajo, permanece detrás. Pero llevo mi experiencia de este lugar conmigo. Mi encanto en el trabajo, mis problemas (suponiendo que tengo alguno), las relaciones con los colegas y computadores, todo eso que llevo conmigo dondequiera que voy: y cuando regreso a la oficina, regresan conmigo. Asimismo, suponga que peleo con mi marido, puedo dejar el matrimonio y quizás dejar estas peleas atrás. Pero una gran parte del problema permanecerá conmigo, esperando encontrar otro ambiente en el cual pueda expresarse. Ninguna de estas cosas tiene una existencia independiente. Así dentro del complejo cuerpo/mente es donde debemos mirar si vamos a mirarlos por lo que ellos son.
               Por lo tanto, no es bueno hablar acerca del conocimiento o pensamiento si no colocamos la entidad indicada por la palabra dentro del cuerpo/mente.  Si miramos el conocimiento, pienso que concordaremos  que generalmente consiste en el ‘conocimiento acerca de las cosas’. Esto incluye no solamente la ciencia y tecnología, conocimiento acerca de otras culturas, acerca de otros planetas, acerca del lenguaje y así sucesivamente, sino también  como ir desde Londres a Chennai, como pasar un examen, lo que es bueno comer y como cocinarlo, y así. Parece que podemos tener conocimiento acerca de todas las cosas en el cosmos. La palabra ‘ciencia’ de hecho deriva de scientia que significa ‘conocer’, y el propósito de la ciencia es reducir lo desconocido a proporciones insignificantes. Surge la pregunta, sin embargo, si podemos, de hecho, tener conocimiento acerca de todas las cosas, o solamente acerca de cada cosa. La diferencia en la redacción puede ser escasa, pero las dos frases entregan significados enormemente diferentes. Algunos preguntarían si podemos tener conocimiento de los aspectos más sutiles de la vida: y sugiero que en el sentido más profundo, vida y el significado de la vida siempre permanecerán más allá del alcance del conocimiento. J. Krishnamurti y David Bohm han sugerido que el conocimiento, el que es sinónimo de pensamiento, está siempre condicionado, siempre mecánico; un producto del pasado. En este caso, la  vida, que es siempre nueva, puede  solo realmente  conocerse en algún otro sentido.
              La palabra ‘conocimiento’ también se usa para referirse a un modo enteramente diferente de percepción, o forma de conocimiento, el que no es ‘acerca de las cosas’.A esto es lo que se refiere generalmente la palabra gnosis, o en Sánscrito, jñana, ambas de las cuales se refieren a la percepción intuitiva directa, que no da información acerca del mundo, sino que ve directamente. En la tradición de la filosofía perenne esto es lo que se mira como verdadero conocimiento o conocimiento  correcto: aún cuando es  mayormente no verbal, no lingüístico. Es una forma no física de ver lo que Ramana Maharshi llamó ver con los ojos de la realización. Cuando vemos con el ojo físico, dijo, vemos el mundo. Cuando vemos con el ojo de la realización, ‘aparecen todas las cosas’. Este ‘todas las cosas’, la totalidad, está siempre presente, pero generalmente no somos conscientes de ello: estamos consciente solamente de las cosas.
                Muchísimos sabios y místicos  han enseñado que para ver la vida en su totalidad, para ver las cosas más allá hasta la totalidad de la vida, debemos mirar hacia adentro. La orden ‘mirar hacia adentro’ puede parecer ser más bien vaga: parece apuntar en una dirección que nunca se especifica. Podría ayudar a conocer que desde un punto de vista experimental o práctico, mirar directamente lo que es, ya sea un árbol o una emoción o un pensamiento, es lo mismo que mirar hacia adentro. La palabra está siempre afuera, la cosa está adentro.
                Cuando Thoth o Hermes revelaron primero el arte de la escritura, el Rey de Egipto se dice que se lamentó. En respuesta, Thoth dice al Rey Thamus que no se preocupe. La lectura dice, ‘volverá a los Egipcios más sabios, y aún aumentará sus poderes de memoria’. A esto respondió el rey, pensativo:
               ‘Tú que eres el padre de las letras…has afirmado lo contrario de lo que las letras pueden efectuar. Porque estas, a través de la negligencia de la memoria, producirán olvido en el alma del aprendiz; porque a través de la confianza en las notas escritas externas y ajenas, no ejercitarán los poderes internos de la evocación…
                ‘Tú…entregarás a tus discípulos una opinión de la sabiduría, y no la verdad. Porque como resultado de tener muchos lectores sin la instrucción de un maestro, la multitud  parecerá estar en conocimiento de muchas cosas de las que al mismo tiempo es ignorante, y se volverán asociados molestos como resultado de poseer una opinión de la sabiduría en vez de la misma sabiduría’.
                 Al Rey de Egipto le preocupaba que la lectura condujera a una negligencia de la memoria, de la realización, y a una opinión de la sabiduría más bien que a la sabiduría en si. Al leer las palabras de los sabios sin serlo nosotros mismos, parecerá que conocemos muchas cosas de las que en verdad somos ignorantes. Y al leerlas, puede que quedemos atrapados en las palabras, inconscientes  de que no estamos  mirando efectivamente lo que está escrito. Deslizarse desde mirar las cosas y mirar las palabras acerca de las cosas, sucede de instante en instante, imperceptiblemente.
                 El hecho que la opinión de la sabiduría no es sabiduría, o que el conocimiento no es percepción directa, no sería un problema en si mismo si no fuera por la tendencia del conocimiento a cegarse a sus propias limitaciones. El pensamiento se siente suficiente, lo mismo que la opinión de la sabiduría siente que ha ganado la sabiduría. Se dice a menudo que el principio del conocimiento real es saber que realmente no sabemos. Similarmente, escuché una vez a un experto que describía como alguien que conoce los peores errores  que puede cometer en su campo de experiencia. Podemos decir, por lo tanto, que en la medida que el conocimiento sea inconsciente de lo que no sabemos, e inconsciente de los peores errores que podemos cometer, no puede mirarse como conocimiento completo o exacto. El peor error que comete el conocimiento es seguramente substituirse por conciencia. Esta es la trampa o artimaña principal del conocimiento: ese que reemplaza la percepción en la naturaleza de la realidad, o percepción directa;  desvía la atención de sus limitaciones.

‘Trascendiendo’ el Pensamiento
               El maestro vedantino Sankaracharya enseñó que ‘el Karma nunca es la causa de la emancipación’. Ninguna acción puede producir la emancipación o liberación. Ninguna acción puede no condicionar la mente. ‘Las acciones’, dijo, ‘son para la purificación del corazón, no para la consecución de la naturaleza real. La naturaleza puede alcanzarse por el correcto discernimiento, pero no por una cantidad de Karma’. Esto parece ser contradictorio ¿No es el correcto discernimiento una acción? Si el corazón es purificado por viveka, el discernimiento entre lo Real y lo irreal, lo permanente y lo transitorio, lo condicionado y lo incondicionado, lo parcial y lo total, ¿cuál es el significado último y cual no lo es: entonces por qué decir que este no produce la Liberación? Quizás esto es porque la clase de  vigilancia, atención y conocimiento implicado en la práctica de viveka no es una acción en el sentido normal de la palabra. No es algo que hacemos, sino una simple acción de observación, de ver puro. Si hay volición en ella, un deseo, entonces esto nuevamente se vuelve un proceso material, una acción complicada basada en el deseo y  cargado de consecuencias: y ninguna de tales acciones, ni el karma, pueden conducir a la liberación. Sankaracharya parece estar implicando que viveka no es el resultado de la volición: no podemos tratar de estar alertas, no podemos tratar rediscernir entre lo Real y lo irreal. En lugar de esto, lo que parece suceder es que cuando llegamos a estar conscientes de la irrealidad, o fragmentación, o estado incompleto como tal, entonces surge un natural escepticismo o duda no verbal. Esto deja espacio para que entre lo Real.
               Cuando pensamos en la transformación, estamos listos para pensar en términos de algo llegando a ser algo que no lo s: o al menos tendemos a pensar en términos de llegar a ser. Quizás pensamos en términos de llegar a ser lo que verdaderamente somos. Pero sugeriría que transformación y Sabiduría son asuntos del Ser, no del llegar a ser. Hay una tremenda comodidad y esperanza en llegar a ser: pero también contiene un elemento de evitación. Sankaracharya y J. Krishnamurti parecen concordar que en el campo espiritual no hay camino o sendero desde A a B. Sin embargo, esta no es la condición sin esperanzas que podría primero parecer ser. Aunque no podemos llegar a ser algo que no somos, podemos llegar a ser conscientes de lo que somos justo ahora, y esta conciencia es transformativa. Desgraciadamente, no toma mucho tiempo para la mente traducir esta enseñanza en una serie de mantras: ‘Soy codicioso’, ‘soy flojo’,’soy interesado en mi mismo’, ‘soy inconsciente’, etc. Nuevamente, estos pensamientos no son la observación de lo que es. Lo que necesitamos investigar y observar  es lo que efectivamente está allí, presente dentro de nosotros. Solamente entonces podemos liberarnos del contenido de la consciencia, que contiene no solamente una gran cantidad de placer, sino también todo inimaginable sufrimiento.
               C.W Leadbeater y Annie Besant enseñaron a una generación de Teósofos y otros, que los pensamientos son cosas. Es interesante, por lo tanto, que un número de Teósofos que no tienen problema con la  afirmación de Leadbeater, retírate del yo – la misma afirmación hecha por J. Krishnamurti y David Bohm que el pensamiento es un proceso material.. Algunos de nosotros preferimos la versión endulzada: pero el significado y el desafío es el mismo.
               Nuestros pensamientos pueden hacer mucho. Establecen quienes somos por la producción de ciertas tendencias, y causan ciertas vibraciones dentro y a nuestro alrededor. El pensamiento es altamente creativo en una cierta forma acumulativa, lineal. Pero el pensamiento no puede crear algo nuevo. El pensamiento puede crear rosas negras en lugar de rojas, el pensamiento puede crear ratas con oídos humanos, el pensamiento puede mezclar los colores de la paleta en infinitas o al menos, innumerables formas: pero ¿podría el pensamiento haber creado el mismo color? ¿Podría el pensamiento haber creado lo que es ser un color? El pensamiento puede solamente trabajar con lo que está allí. Solamente Dios, o la Verdad, o el Infinito, pueden causar que algo sea.
               La Vedanta Advaita va mucho más lejos en cuanto a igualar el pensamiento con la ignorancia. En el Viveka-Chudamani, Sankaracharya iguala avidya o ignorancia existencial directamente con manas o mente. Dice: ‘No existe avidya además de manas. El mismo manas es  avidya, el instrumento para la producción de la esclavitud de la existencia condicionada’. Asimismo, el Raja Yoga mira al pensamiento como una modificación o condición de la mente que interrumpe la conciencia. Mirar el pensamiento no llega naturalmente: y no es auto-evidente que el pensamiento es un problema. Tenemos que tener una buena razón para comenzar esta clase de exploración o investigación. A menudo, alguien que se ha liberado de todo esto llega y dice: ‘mira lo que está sucediendo; mira lo que estás haciendo’. Si estamos abiertos a este mensaje por cualquier razón, seremos inspirados a comenzar a mirar en esta dirección, lo cual, por ponerlo  suavemente, es la única dirección que el pensamiento no quiere que miremos. El pensamiento está feliz de explorar el espacio externo, y aún el mundo dentro del átomo hasta un punto: está feliz de explorar cualquier cosa que haya proyectado. Pero tener la mirada atenta puesta en el pensador es una proposición profundamente inquietante. Esta es por supuesto, una metáfora: el pensamiento no es realmente inquietado, el pensamiento no es pensar ‘no me mires’, ‘no me mires’. Simplemente no va allí, a menos que se dirija con un propósito determinado.
               Debido a declaraciones tales como ‘ningún karma conducirá a la emancipación’, y la afirmación de Ramana que el Yo está siempre Realizado, algunos modernos pseudo-gurús han hecho posible  abusar de la idea que no se requiere ningún esfuerzo en el sendero. Algunas veces Ramana Maharshi exige linaje, o se sostiene que Krishnaji enseñó un enfoque ‘sin esfuerzo’. Pero ambos, Ramana y Krishnaji señalaron en cientos de ocasiones que la vida de  Auto-indagación es completamente exigente. Una vez un visitante preguntó a Ramana acerca de lo que el inquiridor llamó ‘el método de Krishnamurti de conocimiento sin esfuerzo ni opción’. Como lo entiendo, Krishnaji nunca trató el conocimiento sin opción como un método, para él era un hecho: pero el asunto evocó una respuesta interesante no obstante. La respuesta de Ramana fue esta:
               ‘El conocimiento sin esfuerzo ni opción es nuestra naturaleza real. Si podemos alcanzarla o estar en este estado, está bien. Pero uno no puede alcanzarla sin esfuerzo, el esfuerzo de la meditación deliberada. Todas las vasanas de siempre llevan la mente hacia fuera y la vuelven hacia los objetos externos. Todos estos pensamientos tienen que abandonarse y la mente volverse hacia adentro. Para esto, es necesario el esfuerzo para la mayoría de las personas’.
                Observemos que Ramana dice que todos los pensamientos que llevan a la mente hacia fuera deberían abandonarse: no que todos estos pensamientos deberían no existir. Esto es lo que es la verdadera renunciación: o en el idioma de Krishnaji, morir a lo conocido. No significa que lo conocido cesa de existir. Lo conocido siempre existirá. Los pensamientos siempre existirán, pero nuestro apego a ellos debe terminar si vamos a llegar a ser verdaderamente concientes.
                  Aunque hay mucho que se dice  en las tradiciones espirituales de aquietar o silenciar la mente, el camino de la contemplación no es pasivo. Como el dotado metafísico Ananda  Coomaraswamy dijo una vez: ‘la práctica contemplativa incluye una actividad que es comúnmente comparada con las llamas de un fuego a una temperatura tan elevada que no muestran ni  oscilaciones ni humo’. Claramente, entonces está incluido el Recto Esfuerzo, tanto para la purificación del corazón como para la práctica de la Auto-indagación. Una vez que surge el deseo el deseo dela liberación, todo lo que no esel Yo, esto no es Liberación, es desechado sin esfuerzo como innecesario e inútil. Para esta clase de investigación, el análisis no es necesario. En su pequeño pero poderoso libro ¿Quién soy yo?, Ramana señaló que alguien que desea sacar la basura no necesita analizarla y ver lo que es: la basura simplemente necesita desecharse. Similarmente, quien quiere conocer el Yo necesita solamente  descartar todo lo que oculta el Yo. Viveka o vigilancia entonces llega naturalmente.

                                           The Theosophist, Julio de 2004
                                            Tradujo: Perla R.