lunes, 17 de octubre de 2016

TEOSOFIA COMO UN PODER VIVIENTE

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Boris de Zirkoff

Debería recordarse constantemente cuando debatimos ideas y sucesos relacionados al Movimiento Teosófico, que la Teosofía es fundamental y esencialmente, una forma de vida. No es solamente un sistema de enseñanzas técnicas o un conjunto de doctrinas dedicadas a la gratificación de mentes insaciables que se deleitan en llenar las cámaras espiritualmente estériles de su intelecto con términos altisonantes.

 Nunca puede estar demás repetir que la Teosofía es por sobre todo una doctrina ética, un patrón de comportamiento ético, y una manera de conducta ética. Estas éticas están basadas en enseñanzas sublimes incluyendo los hechos de la estructura y funcionamiento de la Naturaleza. Pero solo estas enseñanzas, no relacionadas con la forma de vida, y consideradas como un mero sistema intelectual de pensamiento, no son solamente estériles, sino positivamente maliciosas y productoras de un sutil estigma de egoísmo y estancamiento moral.

En eso se halla el peligro de un enfoque intelectual a las enseñanzas de la Sabiduría Antigua. Este peligro puede evitarse solamente por medio de un sincero y constante esfuerzo por parte del estudiante por poner en práctica las reglas que ha aprendido intelectualmente y para aplicar en la vida diaria esos pensamientos básicos que ha entendido que son los cimientos de la vida espiritual.
De esta manera evitará el peligro de separar su mente y corazón de la mente y corazón colectivos de la humanidad, o de la comunidad de la que es una parte integral. Hay estudiantes que han alcanzado una muy profunda comprensión del aspecto puramente intelectual de las enseñanzas teosóficas, pero que permanecen, sin embargo, como miembros éticamente estériles de su comunidad.  Ellos se mantienen apartados en su actitud hacia la vida, y no guardan una relación vital con los dolores y problemas humanos que los rodean. Ellos viven en torres de marfil creadas por ellos mismos, indiferentes de lo que está sucediendo a su alrededor, generalmente inadvertidos por los demás, y es probable, que mayormente inalterados.

Hay otros que pueden o no, haber alcanzado un completo dominio de los intrincados detalles intelectuales de la Sabiduría Antigua, pero cuyas mentes y corazones están armonizados con el extendido sufrimiento de hombres y mujeres, en su ciega búsqueda por la liberación. Ellos mantienen su contacto con la humanidad, comparten el dolor y alegría colectivas que son parte de la red de la vida y llevan consigo su creciente comprensión de las verdades de la Naturaleza en medio de los apiñados millones, donde la necesidad de Luz es la más grande.

Es esencial para el estudiante de la sabiduría antigua mantener todo el tiempo su lazo con la humanidad, vivo y fuerte. Es su único medio de comprender finalmente la causa de la miseria y dolor humanos, como también del placer y alegría humanas – y esto no es absorberse en ellos, sino armonizar su corazón y mente con su velocidad vibratoria y reunir intuitiva, intelectual y psíquicamente, un conocimiento de los estados de consciencia que ofrecen estas diversas condiciones para el crecimiento del alma.
Es de gran importancia que el estudiante de Teosofía llegue a ser una parte constructiva de la comunidad en la cual vive, un centro de luz y conocimiento, emanando la calidez del alma y la fuerza del carácter, para que los otros observen y compartan. El debería ser – de una manera moderada – una fuente de información considerando las leyes de la vida y de un nuevo valor y esperanza para esos que están en problemas; y debería a su debido tiempo llegar a ser reconocido como un manantial de ideas y planes que, si se escuchan y realizan, mejorarían el clima ético de la comunidad y elevarían su nivel moral e intelectual sobre el promedio. Tales cosas han tenido lugar más de una vez, y pueden repetirse en miles de otros ejemplos, si sólo la mayoría de los estudiantes ‘descendieran’ de su elevada torre de mero pensamiento intelectual, y forjaran los vínculos necesarios de la compasión e interés humanos que son tan esenciales para este propósito.

Algunas personas suponen, que nuestros esfuerzos individuales pueden ser  en el mejor de los casos, muy pequeños y su influencia insignificante. Este es el tipo de pensamiento superficial que no tiene en consideración algunos de los principales factores contenidos en esta ecuación. Debería recordarse claramente, que el pensamiento espiritual es mucho más poderoso que la mera mención y la última es más poderosa que la sola ilusión. El alcance del pensamiento espiritual creativo aún no ha sido determinado, y la manera en que produce sus efectos es mayormente desconocida, excepto para los ocultistas instruidos y avanzados que tratan con estos asuntos experimentalmente.
Cada pensamiento dirigido hacia la verdadera espiritualidad – que es invariablemente uno con el desapego, impersonalidad y simpatía por los demás – tiene un alcance, potencia, impulso e intensidad enormes, comparado con el mero pensamiento intelectual o quizás el mero ‘deseo’ mental y emocional. Cae como un rayo sobre las mentes y corazones responsivos y contiene dentro de sí mismo poderes alquímicos de perpetuación de sí mismo y de recreación desconocidos en algunos de los planos inferiores de la acción humana. Está también asociado con el resto de las entidades espirituales que trabajan continuamente en el mundo.

El resultado es que un definido esfuerzo espiritual por parte de un estudiante, en una dirección dada, puede muy bien dar origen a una reacción en cadena de efectos, la extensión de la cual parecería ser totalmente inexplicable sobre bases puramente mecánicas. El pensamiento espiritual tiene sus propias repercusiones en otros planos. Las leyes de la ‘resonancia del pensamiento’ y de ‘pensamientos armónicos y matices’ son prácticamente desconocidas para la ciencia moderna, y constituyen un tipo superior de ciencia que es conocida en su plenitud, pero por altos iniciados, aunque cada uno de nosotros puede aprender al menos su ABC.

La realización de las verdaderas reformas sociales dirigidas al mejoramiento de las condiciones bajo las cuales la mayoría de la humanidad vive en el presente, no es un asunto de dinero, poder político, fama personal, o influencia mundana. Es fundamentalmente un asunto de pensamiento espiritual creativo, en su mayoría, por parte de unos pocos. Un pensamiento nace en el tiempo correcto cíclicamente, y dirigido al primer canal abierto que puede presentarse, puede impregnar a un gran número de mentes y corazones humanos, cada uno de los que llegan a ser un centro de fuerza espiritual saliente dirigido hacia el mismo objetivo. El resultado acumulativo de esta reacción en cadena ha producido a veces algunos resultados muy sorprendentes, responsables de algunos de los más importantes sucesos en la reforma social y el desarrollo del pensamiento científico moderno. Entre estos resultados podrían mencionarse tales movimientos y sucesos ampliamente separados como el Renacimiento Literario Céltico, la Independencia Nacional de India, la Abolición de la Esclavitud en los EEUU, el descubrimiento del electrón, el uso terapéutico de la música, la abolición de una cantidad de acuerdos restrictivos basados en la discriminación racial y una cantidad de otros cambios notables que han tenido lugar en tiempos recientes en la etapa de la historia humana, tanto en el Oriente como en el Occidente.

Para que no se malentienda, debería declararse aquí inequívocamente que el Movimiento Teosófico es estricta y tradicionalmente no político y no sectario, sin poner atención y sin comprometerse en las controversias políticas del presente, las que están aquí hoy día y se van mañana, para ser probablemente reemplazadas por otras controversias y argumentos. Pero mientras es no político como un Movimiento, no solamente reconoce el derecho de cada estudiante de Teosofía a tomar parte, si gusta, en todo lo que pueda ser constructivo y útil en la estructura política de su respectiva tierra, sino que en realidad lo estimula a compartir, como un individuo, como un ciudadano o sujeto y como un profesado humanitario, en el proceso de reformas sociales justas, iluminadas y progresistas, cuya aspiración es, como expresado por uno de los Maestros, ‘el mejoramiento de la condición de los pobres’. Y no solamente es estimulado a participar en este proceso, sino que se espera que tome la iniciativa individual para originar nuevos movimientos y se mueva inspirado en la erradicación de la corrupción y el mal, en la estructura social del presente, por medio de medidas sociales y reformas humanitarias, libres de los partidos políticos y dedicadas al bienestar de toda la humanidad, sin consideración de raza, credo, color afiliaciones políticas o conocimientos religiosos.

La universalidad es la nota clave de un verdadero teósofo. Dondequiera que el sectarismo e intolerancia muestren sus repugnantes rostros, la Teosofía puede existir solamente en el nombre. Cuando se manifiesta en la universalidad de opiniones y la más elevada incorporación de la Ética, se convierte en un poder viviente en los corazones de los hombres.


 A comienzos de 1981, se publicó el duodécimo volumen de la serie de los Collected Writings y los siguientes dos volúmenes estaban en la imprenta. Radha Burnier, Presidenta de la Sociedad Teosófica con base en Adyar escribió al ‘Querido Hermano Boris’ el 23 de febrero:
‘Los miembros del Consejo General y yo, lo consideramos unánimemente a usted como la persona más idónea para recibir la Medalla Subba Row ahora. El trabajo que usted ha hecho al preparar los Collected Writings de nuestra gran Fundadora, H.P.Blavatsky, es monumental. Toda indicación del aprecio sentido respecto a la labor de su vida, parece ser inadecuada. Sin embargo, en agradecido reconocimiento de sus incansables esfuerzos durante algunas décadas, por poner a disposición del mundo la riqueza del conocimiento contenido en los escritos de HPB, tengo el honor de solicitar a la Srta. Joy Mills que le presente a usted, a nombre de la Sociedad la medalla Subba Row’.
Radha Burnier apreció realmente la extensión y profundidad de la erudición que dedicó al proyecto de los Collected Writings, puesto que durante los 1950 ella había respondido con paciencia y precisión a los cientos de preguntas que el Sr. De Zirkoff envió a la Biblioteca de Adyar y Centro de Investigación respecto a términos en sánscrito y tamil. Muchos otros amigos y colaboradores escribieron acerca de Boris de Zirkoff cuando, después de una larga enfermedad, murió el 4 de marzo de 1981. Una edición final de Theosophia, la Edición de Tributo, estaba llena de cartas alabando la dedicación de su amigo, erudición y espíritu servicial, su ingenio, humor y estilo de vida sencillo, modesto. Joy Mills citó una carta que Boris le había escrito:
‘La única cosa por la que vivo y trabajo es por la perpetuación y difusión de la Teosofía legítima ya sea a través de las palabras de HPB o de esos que han permanecido fieles a su mensaje y a las instrucciones de Aquellos que se hallan detrás de ella’.



viernes, 14 de octubre de 2016

SOBRE EL TEMOR


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Tim Boyd

Uno de los conceptos centrales de la tradición de la Sabiduría Eterna se refiere a la naturaleza multidimensional del universo y de nosotros mismos como individuos – el hecho es que nosotros funcionamos en muchos niveles simultáneamente. La extensión de la consciencia dentro de nosotros y nuestros alrededores es ilimitada -todas las cosas desde los aspectos aparentemente inconscientes de nuestro ser hasta la más elevada consciencia divina están continuamente presentes en un momento dado y forman el núcleo de nuestro ser. Cuando examinamos este concepto más profundamente nos hacemos conscientes de que la dimensión más poderosa de nuestro ser es la parte a la cual parecemos tener el menor acceso de momento a momento. El aspecto superior de nuestra naturaleza es el más oculto. Hay términos y nombres que usamos para describirlo – Yo Superior, el alma, la Chispa Divina, el Ego, la individualidad, Atma.Buddhi-Manas. Algunas de las cualidades que parecen manifestarse cuando este aspecto superior de nuestro ser tiene un mayor predominio en nuestras vidas son la paz, amor, compasión y sabiduría.

 El poeta Lord Alfred Tennyson describe bellamente la cercanía y eterna presencia de este yo superior de esta manera:
‘Háblale a Él, porque El escucha
Y Espíritu con Espíritu pueden encontrarse –
 Él está más próximo que tu respiración
 Y más cerca que tus manos y tus pies’.

Cuando el tiempo continúa, nos hacemos conscientes de que esto no es algo que alguno ha creado como una ficción. Tenemos vislumbres de él, nuestras propias experiencias de esta naturaleza más profunda. Cuando esta consciencia se mueve más allá de ser un mero concepto hasta el nivel de la experiencia actual, nos enfrentamos con un problema. Mirando el mundo poblado por billones de personas como nosotros, en cada uno de quienes habita esa misma Chispa Divina, encontramos que hay un abismo entre la naturaleza superior y nuestra conducta normal. Nosotros vemos guerras, hambre, desequilibrio económico, la totalidad de la gama de problemas centrados en el yo, creados por los humanos. Al igual encontramos tales contradicciones en nuestras vidas individuales.

Así, tenemos que preguntar si en realidad este Superior es el núcleo y base de cada ser, y el que explica nuestro propio comportamiento cuando interactuamos con otros y con el mundo que nos rodea. Es una pregunta importante.  Una de las cosas que H.P.Blavatsky escribió dice para este punto: ‘En cualquier plano que nuestra consciencia pueda estar actuando, tanto nosotros como las cosas que pertenecen a ese plano son, por ahora, las únicas realidades’. Por ejemplo, un pez en el agua está rodeado por las criaturas del mar, vive en un mundo acuoso, y no comprende ni interactúa con las aves que vuelan en el aire o las personas que caminan sobre la tierra.

Se ha dado el mismo ejemplo para nuestra consciencia como individuos. Un ladrón, cuya consciencia y atención está centrada en robar, puede mirar a un hombre santo y todo lo que puede ver es su billetera o la bolsa en su hombro, y verla como una oportunidad de robar. Para un mentiroso, el mundo es deshonesto. Para un santo, cada ser, ya sea una persona santa, un criminal, un mendigo, un sacerdote o un empresario, cada ser y cada cosa son sagradas, a causa del plano de consciencia sobre el que ella funciona.
Un gran pensador griego, Sófocles, dijo algo en una ocasión que habla del mismo concepto: ‘Para quien tiene miedo, todas las cosas murmuran’; todas las cosas se mueven y todas las cosas son una fuente de temor. Podemos imaginar una persona asustada caminando por una calle tarde en la noche, cada sonido aparece en su mente como un aviso de un peligro inminente. La emoción común del temor es compartida por todos. Esto es algo que influencia la vida y el comportamiento de todos en algún punto. Para muchos, el temor puede ser como una ‘sombra que nunca se aparta’.

Algunos dicen que hay sólo cuatro emociones – tristeza, felicidad, ira y temor – y que todas las otras cosas son solo una mezcla de estas básicas cuatro. El temor es una de las emociones centrales que tienen una forma de surgir y aparecer en nuestra consciencia esas veces cuando nos sentimos amenazados y en peligro. Dependiendo de la persona, la lista de cosas que pueden causar tales temores, es larga. Hay algunas para quienes las arañas causarían que salieran de la habitación chillando y llorando. Las culebras, ratones, truenos, y así sucesivamente, son ejemplos comunes, pero nosotros también tenemos la misma respuesta emocional a otras cosas. Muchos tienen un enorme temor a pararse frente a otros y hablar acerca de lo que ellos piensan o creen. El temor al rechazo por parte de otros es un poderoso temor. Muchos otros temen a la muerte.

Nosotros sentimos estos temores en el momento presente, aunque somos mentalmente capaces de proyectarlos al futuro, de modo que las personas pueden estar en un estado de constante temor acerca de las cosas que no han sucedido y nunca sucederán. A menudo sucumbimos a esta condición. El problema es, como muchos estados emocionales, que no es algo aislado de solamente un plano de nuestra consciencia. La emoción fuerte tiene una cualidad penetrante que alcanza a nuestros cuerpos físicos y a nuestras mentes también. Solo desde un punto de vista fisiológico, al momento en que aparece el temor comienzan a suceder cosas dentro del cuerpo. El término que se usa para la respuesta es ‘lucha o huida’. Nuestros cuerpos se preparan para una u otra frente a una amenaza real o imaginaria. Con el surgimiento del temor, se liberan las hormonas en el cuerpo; la gente comienza a sudar, sus corazones se desbocan, se tensan los músculos, aumenta el azúcar en la sangre – todo en preparación para la pelea o escape imaginario.

En nuestra literatura teosófica tenemos descripciones clarividentes de las formas de pensamientos que se generan desde una mente temerosa. Cuando se describen o representan, siempre predomina un tono gris en estas formas de pensamiento. Los colores vívidos asociados con el amor o alguna emoción decisiva, están ausentes. Los clarividentes también describen el aura de la persona asustada como ‘endurecida’ con un tinte gris impidiendo la entrada o salida de las energías superiores. El estado del ser atemorizado tiene una tendencia natural a encerrarlo a uno en la experiencia del aislamiento. El temor puede también contaminar a otros. Tiene una cualidad contagiosa.

En Las Cartas de los Mahatmas repetidamente encontramos advertencias o consejos tales como ‘temor no’ o ‘nunca temor’. En las traducciones de las escrituras de alrededor del mundo hay numerosos ejemplos donde esta misma palabra ‘temor’, se usa para describir un orden superior del ser. No se usa para describir nuestra reacción personal a las serpientes, etc., sino una dimensión completamente superior de la comprensión. En la Biblia hay una declaración que requiere pensar en ella: ‘El temor a Dios es el comienzo de la sabiduría’. Es una curiosa declaración porque está hablando acerca de algo totalmente diferente que nuestro normal sentimiento de temor que sentimos cuando estamos amenazados.

Similarmente, en uno de los capítulos del Bhagavadgita Arjuna pide a Krishna que revele su forma universal. Hasta este punto, Arjuna había estado encontrando a Krisna en el cuerpo físico como su auriga y consejero, pero en ese momento supo que Krishna era no menos que la encarnación de lo Divino y le pidió ese favor de que se le permitiera ver a Krishna en su verdadera forma. Krishna respondió diciendo que ninguna otra persona había visto nunca esta forma, pero el karma de Arjuna era tal que se le permitiría verlo. Lo que Arjuna vio causó que su cabello se erizara. Primero vio el cuerpo de Krishna con bocas por todas partes, y desde cada dirección todas las criaturas vivas desaparecían en su boca siendo devoradas. Tenía ojos en todas direcciones y era tan brillante que quemaba los universos. El efecto de esta visión en Arjuna fue tan profundo que estaba lleno de ‘temor’. La visión fue demasiado que soportar para él, tanto que solicitó a Krishna que regresara a su forma anterior porque la verdadera lo abrumaba.

La palabra usada en el Bhagavadgita para describir el estado de reverente temor, de admiración, de asombro sentido por Arjuna fue la palabra ‘temor’. Este tipo de temor resulta de un reconocimiento que apunta a nuestra completa insignificancia como individuos, que existimos dentro de algo tan grande y omniabarcante. Es quizás algo tremendo  contemplar que la realidad de nuestro propio potencial presente es ilimitado. Este es un temor superior, no temor en el sentido común y corriente, sino una cualidad que tiene grandes potenciales para nuestra exploración.

Así ¿qué hacemos? Hay una expresión que dice que: ‘La enfermedad que está oculta no puede ser sanada’. Primeramente, darnos cuenta de que hay una condición, es el comienzo de su sanación. El conocimiento de este proceso y de cómo funciona en nosotros es un comienzo – su mención y reconocimiento es un comienzo. Cuando un paciente va a un doctor, lo primero que hace el último es examinar, diagnosticar, y mencionar la condición. Entonces podría prescribir remedios, pero cualquier buen doctor también aconsejaría cambios en la dieta del paciente. En otro nivel, podría sugerir ejercicios y en otro nivel sugeriría que el paciente necesita leer algunas cosas que elevarían sus pensamientos, u ocuparlo en orar o en meditar.

Un enfoque similar por estratos podría adoptarse al tratar el temor, probablemente el mejor enfoque sería uno que se dirigiera a la causa. Una de las maneras en que nuestra condición y nuestro estado normal de la mente ha sido descrita es que funcionamos de entre ‘la herejía de la separatividad’. Esto se refiere a la falsa idea de que en alguna forma estamos separados, no sólo uno de otro, sino de la fuente Divina que habita en cada uno y en cada cosa. ¿Qué es   eso que dirige el modo de pensar que parecemos seguir?

Durante la vida de HPB ella habló mucho acerca de la meditación, pero dijo poco en términos de cómo meditar. En 1888, tres años antes que muriera, ella dictó un ‘Diagrama de Meditación’ a uno de sus estudiantes en Inglaterra. Es profundo y tiene amplia aplicación, pero particularmente para la mente que se siente apartada y separada en estados de temor.
Su foco está en la Unidad. De hecho, comienza diciendo: ‘Conciba primero la UNIDAD por la expansión en el espacio y la infinidad en el Tiempo’. Lo primero que ella aconseja es hacer el intento de concebir la Unidad. Por supuesto, es imposible, la Unidad no puede ser un concepto, no puede ser captado por la mente, pero ella nos insta a comenzar con ese intento.

Luego, presenta formas muy específicas de dirigir nuestra atención en la meditación. Nosotros primero deberíamos dirigir nuestra atención hacia ciertas ‘Privaciones’, es decir, una ‘constante negativa a pensar en la realidad de cinco cosas: (1) separaciones y encuentros – la clase de cosas que suceden todo el tiempo, (2) la diferencia entre amigos y enemigos – aquellos que son estimados y los que son rechazados; (3) posesiones, (4) personalidad; y (5) sensaciones. Todas las cosas a las que prestamos nuestra atención que tienden a aislarnos en el sentido que ‘estas son mías’, o ‘estas son mis cualidades’, o ‘estas son las cosas que me hacen diferente y separado’. Tenemos que despojarnos de la corriente mental que atribuye realidad a estas cosas. Ella agrega que la culminación de esta vía de meditación sería la realización de que ‘no tengo atributos’. No hay cualidades que dividan mi consciencia; no hay identidades que me separen de los demás; ninguna de estas cosas. Esta es la primera parte del proceso. Esta es la vía negativa, o el camino de la negación – neti neti en sánscrito.
Ella luego continúa con el otro lado de este proceso, que ella describe como ‘Adquisiciones’. Hay un cierto estado de la mente que vamos a ‘adquirir’, en este caso a través de la meditación sobre tres elementos: (1) Una Presencia Eterna en la imaginación en todo el espacio y el tiempo – un esfuerzo continuo de imaginarnos como universalmente presentes en todo el espacio y tiempo – es una cosa muy difícil de hacer. Obviamente, todo esfuerzo en esta dirección tiene el efecto de disminuir las limitaciones de la personalidad. Ella dice que meditar de esta manera tiene el efecto de desarrollar un estado fundamental de la consciencia que funciona aun cuando estamos dormidos. Así, aun en sueños este estado de la mente permanece activo. Ella agrega que el valor se convierte en la característica de la persona que recorre este sendero, y así no se experimenta temor al enfrentar los variados peligros y tribulaciones que llegan a nuestro camino en la vida. (2) La segunda adquisición que ella enumera es in intento continuo en una actitud de la mente hacia todas las cosas que no es ni amor, ni odio ni indiferencia – un estado de ecuanimidad que considera que todo es igual. No hay división de mejor, superior, esos que amamos o aquellos que rechazamos. (3) El tercer aspecto de que ella habla, es la mente que considera todas las cosas que existen como siendo una expresión de limitación solamente. HPB sugiere estos tres elementos como curativos o medicina para las variadas enfermedades que aparecen de la herejía de la separatividad entre la cual está el temor. Estas adquisiciones culminan con el reconocimiento de que ‘yo soy todo el Espacio y el Tiempo’.

Estas son sugerencias. Aunque, para nuestros presentes propósitos he apuntado a la emoción específica del temor, ellas se aplican universalmente y merecen el intento de explorar más profundamente.



sábado, 8 de octubre de 2016

COMPASIÓN EN LAS DIFERENTES TRADICIONES ESPIRITUALES





                                                                  Chittaranjan Satapathy

La compasión es una virtud en toda tradición principal y es también central en cada religión. La compasión implica un sentimiento de unidad con el otro, no solamente sentir piedad por alguien. En las tradiciones Hindú y Budista, la compasión se iguala con karuna. Una expresión diferente, daya, se usa para implicar misericordia, bondad y algunas veces piedad. Algunas de estas expresiones a menudo se usan de modo intercambiable, debido a la falta de claridad y comprensión más profunda. Las enseñanzas teosóficas valoran enormemente la virtud de la compasión para el crecimiento espiritual y la iluminación. En La Voz del Silencio, la que es un gran y final regalo de HPB para todos nosotros, se dice que la Compasión no es un atributo y no puede ser destruida. La Compasión es la Ley de Leyes – la Armonía eterna – la ley del amor eterno. En las Leyes de la Vida Superior, la Dra. Besant dice, ‘Toda escritura declara que el Corazón de la Vida Divina es Compasión Infinita. Compasivo, entonces, debe ser el hombre espiritual’. En vista de la importancia concedida a la compasión, estamos examinando la misma en el contexto de las diferentes tradiciones y religiones.
Hinduismo
En la literatura hindú clásica, la compasión es reconocida como una gran virtud y se expresa en diferentes términos, siendo los más comunes, karuna, daya y anukampa. Karuna implica particularmente un esfuerzo por comprender a otros desde su perspectiva. Palabras como karuna sindhu (océano de compasión) y karuna nidhana (morada de compasión) son los nombres dados a las importantes deidades hindúes Krishna y Rama. Buda llegó a ser reconocido posteriormente como uno de los diez avatares (encarnaciones) de la deidad hindú Vishnu. El Dasavatara Stotra (himno a los diez avatares) ensalza su compasión y los pasos que dio para detener el sacrificio animal. Estos ejemplos demuestran ampliamente que a karuna como virtud se le da suma importancia en el hinduismo. Los textos védicos ordenan extender la compasión no sólo a los seres humanos sino a todo ser vivo.
La compasión es un estado en el que uno ve a todos los seres vivos como parte de su propio yo y el sufrimiento de cada uno se ve como el sufrimiento propio. Se extiende hacia todos, incluyendo a esos que son extraños y aún a esos quienes pueden ser enemigos. Daya (compasión) se define en el Padma Purana como el deseo virtuoso de mitigar el dolor y dificultades de otros empleando cualquier esfuerzo que sea necesario. Anukampa , una expresión similar, se refiere al estado de uno después que ha observado y comprendido el dolor y sufrimiento de otros.
Por lo tanto, la compasión no es piedad (kripa) como implica el anterior sentimiento de unidad con el sufriente, mientras que la piedad puede sugerir solamente un sentimiento de pena por él acompañado de condescendencia. ¡Uno puede sentir compasión también!
Un antiguo texto hindú tamil, el Thirukkural que es muy popular en el sur de India dice:
‘Encuentra y sigue el sendero bueno y rígete por la compasión.
Porque si se examinan los variados caminos, la compasión resultará ser el medio para la liberación’.(Thirukkural 25:241-242)
Patanjali en sus Yogasutras destaca la importancia de la compasión (karuna)junto con las otras tres virtudes, es decir, maitri, mudita y upeksha.

Sikhismo 
El Sikhismo igualmente considera que la compasión es una gran virtud. El Gurú Granth Sahib continúa diciendo:
‘Usted no tiene compasión; la Luz del Señor no brilla en usted.
Usted está sumergido, sumergido en la maraña mundana’.
A un Sikh se le ordena sentir el dolor y sufrimiento de otras personas envueltas en alguna tragedia y la compasión se considera ser una cualidad divina. En la escritura Sikh, Dios es llamado mahadaial (super misericordioso),daiapati (señor de la compasión), y daial dev (dios compasivo). 
Jainismo
El jainismo acentúa la observancia de la compasión verbal y mental en añadidura a la compasión por todos los seres vivos. El Señor Mahavira adoptó la suprema compasión en su vida aún hacia las serpientes venenosas. La doctrina Jaina, ahimsa paramo dharma, proviene de la compasión por todos, la que impone que los seres vivos se presten servicio unos a otros.

Cristianismo
Las palabras hebreas y griegas traducidas como ‘compasión’ en la Biblia significan simpatía, misericordia y piedad. La Biblia describe a Dios como compasivo y benevolente, rico en amor, y su compasión se describe como inagotable, infinita y eterna. Se dice que la compasión surge dentro de nosotros cuando nos vemos enfrentados con aquellos que sufren y se produce acción para aliviar su sufrimiento. En la literatura cristiana, ser compasivo se iguala también con ser tierno de corazón y actuar bondadosamente. La compasión de Dios se da libre y tiernamente como la compasión de una madre por un hijo. La compasión de Dios se caracteriza por actos de bondad e interés por el sufrimiento humano. El deber hacia Dios en la literatura cristiana incluye la preocupación compasiva por la gente incluyendo al prójimo. A Cristo se le considera que es el Padre de la Compasión caracterizado por ideas de ternura y afecto, y a los creyentes se les pide ser imitadores de Cristo para vivir una vida de amor y solicitud para los demás. 

Islamismo
El islam es muy mal entendido en el presente a causa de los horrendos actos de terrorismo realizados por algunos. Muchas personas, tanto no musulmanes como también musulmanes, piensan erróneamente que el concepto de jihad es dominante en el islam. Sin embargo, esto no es verdad. En primer lugar, jihad significa esforzarse por servir a los propósitos de Dios. Se entiende que la jihad incluye deberes religiosos para mantener la religión como también la lucha interna espiritual, siendo la última más importante.
En segundo lugar, es la compasión la que representa el verdadero espíritu del islam como en el caso de otras tradiciones religiosas. En la tradición islámica Alá es aludido como el Misericordioso y el Compasivo. En el idioma árabe en que está escrito el Corán, las palabras usadas son Rahman y Rahim. Ciento trece capítulos del Corán de ciento catorce comienzan con el verso, ‘En el nombre de Dios el Compasivo, el Misericordioso’. Los musulmanes son instados en sus escrituras a mostrar compasión hacia todos incluyendo al pobre, las viudas, los huérfanos y aún los prisioneros. Ellos pagan zakat (dar obligado como contraste de sadaga – dar voluntario) que va en ayuda del pobre y el necesitado. Cuando ellos ayunan durante el mes de Ramadan, los ayuda a solidarizar con el dolor del hambriento del menos afortunado y aumenta su sensibilidad hacia el sufrimiento de otros. El Profeta Mahoma es aludido como el ‘Misericordioso del Mundo’. Se cita diciendo. ‘Dios, es más cariñoso y bondadoso que una madre con su querido hijo’. Como en el caso de otras tradiciones, en la tradición islámica también, la compasión que implica sufrimiento con otros se considera ser una virtud. Se dice en el Corán que Dios ha creado al hombre a su imagen y entre todas sus cualidades divinas, la compasión y misericordia se consideran las más elevadas. Por lo tanto, para un musulmán, la compasión y la misericordia llegan a ser los ideales supremos que realizar. No hay duda de que la compasión ocupa un lugar dominante en el islam junto con las virtudes de la misericordia afectuosa, solícita y mostrada hacia todos en la creación de Dios. El Corán acentúa particularmente la compasión hacia los padres, hijos, esposos, parientes, huérfanos, enfermos y sufrientes, vecinos y caminantes. Los sufís dan gran importancia a la compasión y su doctrina realmente fundamental que es llamada ‘Sulh-i-kul’, que es paz con todos, que en otras palabras significa no violencia y no agresividad.

Judaísmo
En la tradición judía Dios es invocado como el Padre de la Compasión y de aquí que sea aludido como compasivo (Rahmana). Los Rabis hablan de los trece atributos de la compasión. La idea de la compasión es equiparada con un sentimiento del padre con el hijo. La palabra Rihim proviene de la palabra hebrea Rehem, la madre. En el judaísmo la compasión incluye dolor y piedad por alguien en necesidad, creando un deseo de aliviar, y la falta de compasión es caracterizada por la crueldad. El judaísmo usa palabras como la compasión, empatía, altruismo y amor intercambiablemente. Sin embargo, un examen en profundidad aclara que la compasión es más que simplemente una emoción humana. La Cábala, la tradición mística judía lo pone de esta manera: ‘La bondad da a otro. La compasión no conoce a otro’. También se dice que la compasión es la base del amor.

Budismo
La compasión o karuna está en el mismo corazón de las enseñanzas de Buda. Cuando Ananda le preguntó si el cultivo de la bondad amorosa y la compasión es una parte de nuestra práctica, Buda respondió con lo negativo. Dijo que el cultivo de la bondad amorosa y la compasión no es parte de nuestra práctica, sino que es toda nuestra práctica.  Se dice que el último deseo del Buda fue aliviar el sufrimiento de todos los seres vivos en todas partes.  El Dalai Lama dice, ‘Si tú quieres que otros sean felices practica la compasión. Si tú quieres ser feliz, practica la compasión’. En el budismo, la bondad amorosa (metta/maitri) y la compasión son virtudes complementarias – la primera tiene la característica de desear la felicidad y bienestar de otros mientras que la compasión tiene la característica de desear que otros estén libres del sufrimiento que alcanza a todos los seres vivos.

Conclusión
En la mayoría de las tradiciones, la compasión se diferencia de la piedad. Mientras la piedad puede ser condescendiente, la compasión surge de un sentido de igualdad e interconexión de la vida.  La compasión presupone el respeto por la dignidad de la vida – la nuestra como también la de los demás. Como tal, la compasión tiene poco que ver con el sentimentalismo o mera piedad. La piedad, que surge de la emoción y sentimentalismo, no puede sola aliviar el sufrimiento y traer alegría. Por otra parte, la compasión pertenece a un nivel espiritual superior que surge de prajña o sabiduría. De hecho, la sabiduría y compasión van juntas y usted no puede tener una sin la otra. Es a través de la sabiduría, prajña, que uno comprende el sufrimiento de los demás y a través de la compasión uno ayuda a eliminar ese sufrimiento. Los iluminados permanecen con nosotros como maestros y liberadores a causa de su inmensa compasión, karuna. Los Grandes pueden verdaderamente ser descritos como la compasión encarnada.
 Se nos ha dicho que el camino más rápido al crecimiento espiritual es el sendero de la compasión. Y la razón de por qué esto es así no es difícil de adivinar.  A través de la compasión ponemos en uso nuestras facultades divinas más nobles y elevadas, asumimos la responsabilidad hacia uno y todos, responsabilidad universal si usted quiere, y que conduce al fin de la separatividad. Un estado de no separatividad, de identificación con todos, es una identificación segura de sabiduría. La compasión, la responsabilidad universal, la no separatividad y sabiduría son facetas múltiples de la vida espiritual. A esto se debe que la Teosofía, como también las tradiciones espirituales sin excepción, nos ordenan ser compasivos.