lunes, 17 de octubre de 2016

TEOSOFIA COMO UN PODER VIVIENTE

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Boris de Zirkoff

Debería recordarse constantemente cuando debatimos ideas y sucesos relacionados al Movimiento Teosófico, que la Teosofía es fundamental y esencialmente, una forma de vida. No es solamente un sistema de enseñanzas técnicas o un conjunto de doctrinas dedicadas a la gratificación de mentes insaciables que se deleitan en llenar las cámaras espiritualmente estériles de su intelecto con términos altisonantes.

 Nunca puede estar demás repetir que la Teosofía es por sobre todo una doctrina ética, un patrón de comportamiento ético, y una manera de conducta ética. Estas éticas están basadas en enseñanzas sublimes incluyendo los hechos de la estructura y funcionamiento de la Naturaleza. Pero solo estas enseñanzas, no relacionadas con la forma de vida, y consideradas como un mero sistema intelectual de pensamiento, no son solamente estériles, sino positivamente maliciosas y productoras de un sutil estigma de egoísmo y estancamiento moral.

En eso se halla el peligro de un enfoque intelectual a las enseñanzas de la Sabiduría Antigua. Este peligro puede evitarse solamente por medio de un sincero y constante esfuerzo por parte del estudiante por poner en práctica las reglas que ha aprendido intelectualmente y para aplicar en la vida diaria esos pensamientos básicos que ha entendido que son los cimientos de la vida espiritual.
De esta manera evitará el peligro de separar su mente y corazón de la mente y corazón colectivos de la humanidad, o de la comunidad de la que es una parte integral. Hay estudiantes que han alcanzado una muy profunda comprensión del aspecto puramente intelectual de las enseñanzas teosóficas, pero que permanecen, sin embargo, como miembros éticamente estériles de su comunidad.  Ellos se mantienen apartados en su actitud hacia la vida, y no guardan una relación vital con los dolores y problemas humanos que los rodean. Ellos viven en torres de marfil creadas por ellos mismos, indiferentes de lo que está sucediendo a su alrededor, generalmente inadvertidos por los demás, y es probable, que mayormente inalterados.

Hay otros que pueden o no, haber alcanzado un completo dominio de los intrincados detalles intelectuales de la Sabiduría Antigua, pero cuyas mentes y corazones están armonizados con el extendido sufrimiento de hombres y mujeres, en su ciega búsqueda por la liberación. Ellos mantienen su contacto con la humanidad, comparten el dolor y alegría colectivas que son parte de la red de la vida y llevan consigo su creciente comprensión de las verdades de la Naturaleza en medio de los apiñados millones, donde la necesidad de Luz es la más grande.

Es esencial para el estudiante de la sabiduría antigua mantener todo el tiempo su lazo con la humanidad, vivo y fuerte. Es su único medio de comprender finalmente la causa de la miseria y dolor humanos, como también del placer y alegría humanas – y esto no es absorberse en ellos, sino armonizar su corazón y mente con su velocidad vibratoria y reunir intuitiva, intelectual y psíquicamente, un conocimiento de los estados de consciencia que ofrecen estas diversas condiciones para el crecimiento del alma.
Es de gran importancia que el estudiante de Teosofía llegue a ser una parte constructiva de la comunidad en la cual vive, un centro de luz y conocimiento, emanando la calidez del alma y la fuerza del carácter, para que los otros observen y compartan. El debería ser – de una manera moderada – una fuente de información considerando las leyes de la vida y de un nuevo valor y esperanza para esos que están en problemas; y debería a su debido tiempo llegar a ser reconocido como un manantial de ideas y planes que, si se escuchan y realizan, mejorarían el clima ético de la comunidad y elevarían su nivel moral e intelectual sobre el promedio. Tales cosas han tenido lugar más de una vez, y pueden repetirse en miles de otros ejemplos, si sólo la mayoría de los estudiantes ‘descendieran’ de su elevada torre de mero pensamiento intelectual, y forjaran los vínculos necesarios de la compasión e interés humanos que son tan esenciales para este propósito.

Algunas personas suponen, que nuestros esfuerzos individuales pueden ser  en el mejor de los casos, muy pequeños y su influencia insignificante. Este es el tipo de pensamiento superficial que no tiene en consideración algunos de los principales factores contenidos en esta ecuación. Debería recordarse claramente, que el pensamiento espiritual es mucho más poderoso que la mera mención y la última es más poderosa que la sola ilusión. El alcance del pensamiento espiritual creativo aún no ha sido determinado, y la manera en que produce sus efectos es mayormente desconocida, excepto para los ocultistas instruidos y avanzados que tratan con estos asuntos experimentalmente.
Cada pensamiento dirigido hacia la verdadera espiritualidad – que es invariablemente uno con el desapego, impersonalidad y simpatía por los demás – tiene un alcance, potencia, impulso e intensidad enormes, comparado con el mero pensamiento intelectual o quizás el mero ‘deseo’ mental y emocional. Cae como un rayo sobre las mentes y corazones responsivos y contiene dentro de sí mismo poderes alquímicos de perpetuación de sí mismo y de recreación desconocidos en algunos de los planos inferiores de la acción humana. Está también asociado con el resto de las entidades espirituales que trabajan continuamente en el mundo.

El resultado es que un definido esfuerzo espiritual por parte de un estudiante, en una dirección dada, puede muy bien dar origen a una reacción en cadena de efectos, la extensión de la cual parecería ser totalmente inexplicable sobre bases puramente mecánicas. El pensamiento espiritual tiene sus propias repercusiones en otros planos. Las leyes de la ‘resonancia del pensamiento’ y de ‘pensamientos armónicos y matices’ son prácticamente desconocidas para la ciencia moderna, y constituyen un tipo superior de ciencia que es conocida en su plenitud, pero por altos iniciados, aunque cada uno de nosotros puede aprender al menos su ABC.

La realización de las verdaderas reformas sociales dirigidas al mejoramiento de las condiciones bajo las cuales la mayoría de la humanidad vive en el presente, no es un asunto de dinero, poder político, fama personal, o influencia mundana. Es fundamentalmente un asunto de pensamiento espiritual creativo, en su mayoría, por parte de unos pocos. Un pensamiento nace en el tiempo correcto cíclicamente, y dirigido al primer canal abierto que puede presentarse, puede impregnar a un gran número de mentes y corazones humanos, cada uno de los que llegan a ser un centro de fuerza espiritual saliente dirigido hacia el mismo objetivo. El resultado acumulativo de esta reacción en cadena ha producido a veces algunos resultados muy sorprendentes, responsables de algunos de los más importantes sucesos en la reforma social y el desarrollo del pensamiento científico moderno. Entre estos resultados podrían mencionarse tales movimientos y sucesos ampliamente separados como el Renacimiento Literario Céltico, la Independencia Nacional de India, la Abolición de la Esclavitud en los EEUU, el descubrimiento del electrón, el uso terapéutico de la música, la abolición de una cantidad de acuerdos restrictivos basados en la discriminación racial y una cantidad de otros cambios notables que han tenido lugar en tiempos recientes en la etapa de la historia humana, tanto en el Oriente como en el Occidente.

Para que no se malentienda, debería declararse aquí inequívocamente que el Movimiento Teosófico es estricta y tradicionalmente no político y no sectario, sin poner atención y sin comprometerse en las controversias políticas del presente, las que están aquí hoy día y se van mañana, para ser probablemente reemplazadas por otras controversias y argumentos. Pero mientras es no político como un Movimiento, no solamente reconoce el derecho de cada estudiante de Teosofía a tomar parte, si gusta, en todo lo que pueda ser constructivo y útil en la estructura política de su respectiva tierra, sino que en realidad lo estimula a compartir, como un individuo, como un ciudadano o sujeto y como un profesado humanitario, en el proceso de reformas sociales justas, iluminadas y progresistas, cuya aspiración es, como expresado por uno de los Maestros, ‘el mejoramiento de la condición de los pobres’. Y no solamente es estimulado a participar en este proceso, sino que se espera que tome la iniciativa individual para originar nuevos movimientos y se mueva inspirado en la erradicación de la corrupción y el mal, en la estructura social del presente, por medio de medidas sociales y reformas humanitarias, libres de los partidos políticos y dedicadas al bienestar de toda la humanidad, sin consideración de raza, credo, color afiliaciones políticas o conocimientos religiosos.

La universalidad es la nota clave de un verdadero teósofo. Dondequiera que el sectarismo e intolerancia muestren sus repugnantes rostros, la Teosofía puede existir solamente en el nombre. Cuando se manifiesta en la universalidad de opiniones y la más elevada incorporación de la Ética, se convierte en un poder viviente en los corazones de los hombres.


 A comienzos de 1981, se publicó el duodécimo volumen de la serie de los Collected Writings y los siguientes dos volúmenes estaban en la imprenta. Radha Burnier, Presidenta de la Sociedad Teosófica con base en Adyar escribió al ‘Querido Hermano Boris’ el 23 de febrero:
‘Los miembros del Consejo General y yo, lo consideramos unánimemente a usted como la persona más idónea para recibir la Medalla Subba Row ahora. El trabajo que usted ha hecho al preparar los Collected Writings de nuestra gran Fundadora, H.P.Blavatsky, es monumental. Toda indicación del aprecio sentido respecto a la labor de su vida, parece ser inadecuada. Sin embargo, en agradecido reconocimiento de sus incansables esfuerzos durante algunas décadas, por poner a disposición del mundo la riqueza del conocimiento contenido en los escritos de HPB, tengo el honor de solicitar a la Srta. Joy Mills que le presente a usted, a nombre de la Sociedad la medalla Subba Row’.
Radha Burnier apreció realmente la extensión y profundidad de la erudición que dedicó al proyecto de los Collected Writings, puesto que durante los 1950 ella había respondido con paciencia y precisión a los cientos de preguntas que el Sr. De Zirkoff envió a la Biblioteca de Adyar y Centro de Investigación respecto a términos en sánscrito y tamil. Muchos otros amigos y colaboradores escribieron acerca de Boris de Zirkoff cuando, después de una larga enfermedad, murió el 4 de marzo de 1981. Una edición final de Theosophia, la Edición de Tributo, estaba llena de cartas alabando la dedicación de su amigo, erudición y espíritu servicial, su ingenio, humor y estilo de vida sencillo, modesto. Joy Mills citó una carta que Boris le había escrito:
‘La única cosa por la que vivo y trabajo es por la perpetuación y difusión de la Teosofía legítima ya sea a través de las palabras de HPB o de esos que han permanecido fieles a su mensaje y a las instrucciones de Aquellos que se hallan detrás de ella’.