domingo, 5 de enero de 2014

Desde la Atalaya "La importancia del cambio social"



 
RADHA BURNIER

 La importancia del cambio social

    A medida que la gente de todo el mundo cree que el nivel de eficiencia es cada vez mayor, o debería serlo, el lugar que ocupa la ética en la vida se relega. A los niños se les educa para conseguir un buen trabajo y alcanzar el éxito con su esfuerzo, independientemente de si lo que hacen está bien o mal. La cuestión de lo que está bien, o de lo que es muy opuesto a lo que está bien, les preocupa muy poco. En un artículo sobre este tema publicado en el Guardian Weekly, leemos las preguntas que se les hicieron a unos estudiantes de diez años. Los niños lo basaban casi todo en términos de cómo obtener un trabajo, siendo ésta la verdadera razón por la que creen tener que adquirir las habilidades sociales. Cuando se les preguntó si ese era el único objetivo, la mayoría dijeron “Claro que sí. ¿Es que hay otro?” Si esta es la actitud de las personas que consideramos educadas, ¿qué podemos esperar de la gente en general? En otro artículo, el autor dice que el altruismo puede haber sido un mecanismo importante para nuestros antepasados, en una etapa determinada de su evolución y que también puede ser una clave para nuestra supervivencia actualmente. Esto es pues, lo que pensamos del altruismo, un medio para conseguir un fin egoísta.

   A la ética se le ha dado un lugar importante en el estudio de la filosofía, pero se ha convertido en algo simplemente teórico. Cada vez interesa menos tener una percepción ética de lo que ocurre en el entorno inmediato de una persona o en el mundo en general. La ética, de hecho, se considera poco importante como práctica, aunque puede que siga ocupando un lugar en el estudio de la filosofía.

   En Grecia y en la India, y tal vez también en algunas otras civilizaciones, tenía un lugar distinto. Indudablemente, formaba parte de una base filosófica, pero más que nada era la esencia de un modo de vida que hacía que los seres humanos merecieran el nombre de “humanos”. Los animales, naturalmente, no tienen que practicar la ética, ellos tienen un código moral propio. Pero el ser humano, que posee la capacidad de pensar, tiene el derecho y el deber de decidir cómo quiere vivir; y las filosofías de algunos países, incluyendo los antes citados, nos dieron una pauta respecto a este tema.

   Llega un momento en que la consideración ética se practica en la vida de forma inconsciente y natural. Un ser humano totalmente adulto e internamente maduro no puede carecer de las consideraciones relacionadas con la ética en todo lo que hace. Tiene una situación delante y ha de decidir si tener éxito es correcto, o solamente importante. Estos asuntos no le preocupan, pero le enseñan de un modo que otras cuestiones no lo hacen. La ética forma parte de la vida, una parte importante, para alguien que se vuelve digno de su posición como ser humano, y que es más capaz que otra persona que todavía no es consciente de todo esto.

   Una conciencia ética es lo que conduce al ser humano hacia el sentimiento religioso. El sentimiento religioso es conciencia de la naturaleza sagrada de todas las cosas. Está oculto en la mayoría de la gente, pero igualmente existe. Es difícil describir qué es, pero su importancia la puede sentir todo aquél que lo haya experimentado. Por esto, tanto si se trata de cortar una planta, como de herir a un ser humano o en las relaciones más complicadas, ocupa un lugar. Pero este sentimiento debe llegar, empezando por comprender la importancia de la actitud correcta y del sentimiento correcto hacia todas las cosas, y del valor oculto de esta comprensión.

   ¿Qué es lo correcto? Este es un descubrimiento que sólo puede hacerlo el ser humano. No se relaciona con nuestras preferencias personales ni tampoco condena a nuestros enemigos a seguir adelante. Tiene que conocerse para poder apreciarlo. Una gran parte de la vida, en sus primeras etapas, consiste en descubrir el elemento ético a través de todas las situaciones confusas que puedan aparecer. Una persona que sea éticamente consciente no se ve afectada por los sentimientos personales. Mira las situaciones desde un punto de vista más elevado.

   Este punto de vista más elevado es lo que conduce al ser humano hasta el mundo de la bondad, del amor y de la sabiduría. Es, pues, importante empezar a descubrir qué es lo ético. Algunas personas sabias han dicho que todo en la vida es para bien, porque todas las cosas nos pueden enseñar lo que es bueno y lo que no lo es. Podemos, pues, decir que la vida se vive no para tener éxito, para seguir adelante, para ser apreciado etc., sino para descubrir lo que es realmente correcto. Cuando se contempla la vida de esta manera, tal vez también se reduce el sufrimiento, porque la persona percibe que de hecho, todo es bueno. En cada individuo hay cosas imperfectas que hay que descubrir y de las cuales se pueden aprender lecciones.



Una actitud vigilante

   Siempre resulta difícil saber lo que está bien o lo que no, porque lo que es correcto para una persona menos desarrollada, podría no serlo para un individuo más avanzado. Entonces, ¿quién tiene que decidir? Naturalmente esto es algo que tendría que preocupar a todo aquél que empieza a ser consciente de lo que está bien y lo que no. Antes que tal percepción aparezca en su mente, se comporta más como un animal y hace lo que le parece ventajoso en ese momento.

   El hecho de estar en la Sociedad Teosófica supone que la persona ha llegado al punto en el que no solamente piensa en lo que es correcto desde su punto de vista personal, sino en lo que beneficia a un número cada vez mayor de personas. Llega el momento en el que piensa en el bien de todos y de todas las criaturas que están en el mundo. Tal vez alcanza un nivel en el que se preocupa del bien no sólo de las criaturas que viven en este momento, sino incluso de los que supuestamente están muertos. Puede saber que el cuerpo está muerto, pero lo que habita el cuerpo no lo está. En la Sociedad Teosófica, esperamos que la gente se preocupe por su manera de vivir. Es una manera que beneficia a los demás, incluso a quienes nunca ve, o solamente a los que percibimos físicamente. Llegamos a una etapa en la que somos conscientes de muchas cosas, sin ni siquiera verlas u oírlas. Al decir esto, hay que ser muy prudente, porque también se puede aplicar este principio de manera incorrecta. Podemos presuponer todo tipo de cosas respecto a personas y cosas que nunca hemos visto, y decir lo que se nos pasa por la cabeza, aunque no sea correcto. Todo ello acaba convirtiéndose más o menos en lo que podríamos llamar una invención. La mayoría de las mentiras lo son respecto a cosas que no sabemos, pero que creemos saber. De modo que cuando hablamos de estas cosas, es muy posible que sean incorrectas.

   Quedé especialmente sorprendida una vez al leer un largo escrito que no contenía casi nada que correspondiera a la verdad. Puedo afirmarlo con cierto grado de certeza porque todo el artículo hablaba de mí, y los defectos de los que hablaba, eran míos. Muchas afirmaciones que se suponían ciertas no lo eran, y muchas otras eran totalmente imaginarias y nada más. Decían, por ejemplo, que yo me había puesto en contacto con altos cargos del Gobierno de la India y les había hecho aceptar lo que yo quería mediante “incentivos”. Todo esto era producto de la imaginación pero lo presentaban como si fuera cierto. El resto del escrito era parecido. Este es el problema de la gente con una imaginación llena de prejuicios; confunden la ficción con la verdad y avanzan sobre esa base, que los conduce por un camino muy dudoso.

   Muchas creencias, especialmente las que pertenecen a la religión, son de este tipo. Se toman las ideas de una persona y se transmiten a otra, y todas ellas pueden ser erróneas. Todavía hay mucha gente que tiene una percepción y una imagen erróneas del carácter de HPB. La consideran una impostora, una estafadora de clase baja, etc. Pero todo esto no es cierto. Este tipo de especulaciones presentadas como verdad se extienden no sólo ampliamente, sino que, continúan por mucho tiempo, porque de esa percepción falsa van naciendo otras ideas. Así pues, es mejor no llegar a conclusiones, sino mantener la mente abierta.

   Mantener la mente abierta respecto a ciertos prejuicios puede resultar difícil, porque se tiende a aceptar ideas imperantes en una época y región determinadas. Estos prejuicios son muy difíciles de eliminar para mantener la mente libre de afirmaciones sin verificar. En la Sociedad Teosófica, una de las cosas que hemos de aprender es a mantenernos abiertos, sin recargar el cerebro con muchos tipos de ‘información’, verdadera o falsa. Gran parte de las cosas que recordamos no tienen ninguna importancia. En estos casos tal vez lo mejor sea aligerar la mente de todas las cosas innecesarias y de los recuerdos de todo lo que sabemos o imaginamos. Tratemos, pues, de mantener la mente libre y abierta, y mirar las cosas sin llegar a ninguna conclusión sobre temas que no estamos en posición de juzgar.



Programas de disección virtuales

   Nos alegra leer en The New Indian Express del 16 de marzo 2010 que hay otras universidades que dejarán también de diseccionar animales para los experimentos de zoología que hacen en los laboratorios. Entretanto, la University Grants Comission –Comisión de Becas de la Universidad- (una organización de toda la India), está considerando poco a poco la idea de abolir estos experimentos, aunque de momento no parecen haber llegado a ninguna decisión definitiva. Nos dicen que ya se ha acabado la disección de animales vivos, o que se está en proceso de acabar con ellos, en una media docena de universidades. Existen varias alternativas para muchos de estos experimentos, incluyendo la disección virtual, el estudio de campo de los animales, y otros métodos más humanos para aprender cosas sobre ellos, según las personas que trabajan por un tratamiento ético de los animales en la India. Si lo que apareció en el periódico es cierto, entonces es un comienzo muy alentador. Hay muchas universidades en la India y la disección puede tener “un impacto devastador en el medio ambiente, diezmando las poblaciones salvajes de insectos y anfibios”.

   Aunque tal vez no todos estén de acuerdo con ello, finalmente será muy beneficioso terminar con la indiferencia y la crueldad, examinando a los animales en estudios de campo, etc. Se pensó que muchas formas de investigación eran vitales, pero posteriormente se vio que eran innecesarias porque se descubrieron otros métodos más simples y más fáciles. Incluso ahora, cuando en Europa ya se ha demostrado que es algo superfluo, en los Estados Unidos siguen utilizando a los animales para testear varios artículos, y para hacer que los medicamentos sean más seguros para los seres humanos. Pero estos mismos medicamentos producidos en Europa sin continua experimentación con animales a gran escala, como en los Estados Unidos, también se han probado y resultan muy seguros. Desgraciadamente, hay empresas que siguen usando animales fuera de Europa y venden después los productos en ella.

   El deseo de tener beneficios económicos en muchos casos es tan fuerte, que toda otra consideración queda en segundo plano. Esta es la razón por la que están proliferando medicamentos usados por los seres humanos, a los cuales se vuelven adictos; el grandísimo número de personas implicadas en este negocio encontrará cualquier método que pueda para hacer prevalecer su punto de vista y hacer que sus ingresos aumenten.

   En el pasado había en la India muchas personas que se contentaban con ganar lo suficiente para vivir con una comodidad razonable, llevando a cabo lo que tuvieran que hacer. Esta actitud se ha visto sustituida en la actualidad por el deseo de experimentar todos los “placeres” que tenemos a nuestra disposición en la actualidad. Parece que, como tendremos que renunciar a algunos de estos placeres, por el impacto que todo esto está causando en el medioambiente, habrá una mayor promoción de diversiones y de maneras artificiales de hacer agradable la vida, cuyos efectos serán desastrosos. Ya es hora pues, de pensar en este tema, y de darnos cuenta que la simplicidad e incluso la austeridad son más deseables y beneficiosas que la actual ambición desbocada de tener más placeres y más cosas que el ser humano imagina como buenos.