domingo, 29 de diciembre de 2013

Soledad y Silencio


Toral Pradhan

 “Es VERDAD que he trepado montañas y caminado por remotos lugares ¿Cómo podría haberte visto, excepto desde grandes alturas o a gran distancia? ¿Cómo se puede estar cerca realmente, a menos que se esté lejos? Esto es lo que Kahlil Gibran decía cuando las personas lo criticaban por vivir en soledad la mayor parte de su vida. Es por ello que aún vive en nuestros pensamientos y palabras.

   La soledad tiene que experimentarse para saber cómo se siente, nunca puede describirse en palabras. Su potencial nunca puede conocerse. Soledad significa reservar algo de tiempo en un retiro de pocos días en un lugar montañoso y tranquilo, a orillas del mar, o sólo estar con nosotros mismos. En este mundo de ritmo vertiginoso y con un estilo de vida agitado, las personas tienen la necesidad de estar solas, necesitan espacio para ellas mismas. Requieren estar con sus propios pensamientos y emociones. La soledad conduce a un estado de introspección, permite un enfoque más desapasionado de la vida. Porque es únicamente cuando una persona está sola que puede ver su perspectiva personal de la vida. La soledad, la voz interior, se hace cargo. Y esta voz nunca falla. Sólo guía y enriquece.

   Desde siempre los hombres se han alejado de las multitudes enloquecidas hacia cuevas, islas, selvas, para descansar de las distracciones cotidianas. Para estar solos, contemplar y reflexionar. Sólo a través de estos retiros ellos sugirieron muchas verdades importantes y filosofías de vida, y sus pensamientos y palabras aún son valiosos en la actualidad.

   Por lo tanto, la necesidad consiste en escapar del ruido, la conmoción, de la gente, no físicamente sino mentalmente. Puede sacarte de la hostilidad y la confusión, puede ayudarte a encontrar respuestas a tus preguntas y a estar en paz.

   Por soledad queremos decir estar solos. Es un factor esencial para el estilo de vida urbano, donde se vuelve complicado para  una persona encontrar un momento para estar en soledad, en compañía del ser. Sólo estos momentos pueden tranquilizar la mente, hacerla pacífica, dado que las distracciones externas y la carga de trabajo sólo llenan el día de tal manera que nos dejan totalmente agotados, exhaustos. La calidad del trabajo sufre y nos deja insatisfechos. No es la actitud personal hacia el trabajo lo que cambia, sino que es el cansancio físico y mental lo que causa letargo y monotonía en el trabajo. En momentos así, unos pocos minutos en silencio y soledad pueden ser de gran ayuda. Proveen a la mente de la soledad deseada al relajarla y rejuvenecerla. Se siente renovada y activa nuevamente. Un exceso de ruido y actividad son la causa raíz de este estado de desequilibrio mental. El hombre debería aprender a bajar el ritmo, a hacer un alto en la lucha por la supervivencia. Como dice el poema:


¿Qué es la vida si llenos de preocupaciones,

no tenemos tiempo para detenernos y mirar?


   Aunque se tengan todos los lujos en la vida y esta pueda parecer un lecho de rosas sin dificultades ni problemas, aún así también la mente se siente aprisionada. Algo falta. Necesita libertad para soltarse, para estar sola, para vagar como quiera dentro de espacios sin límites, en lugares donde pueda encontrar solaz, en fronteras desconocidas y grandiosas alturas. Sólo para ganar fortaleza y eficiencia. Significa estar en soledad. Separar al ser del mundo externo y estar con uno mismo.

   La soledad hace que el espíritu renazca. La soledad y el silencio ayudan a alcanzar un equilibrio emocional, a organizar los pensamientos, a reflexionar y mirar introspectivamente. A sentir la luz y rejuvenecer.

   El silencio da energía. Emily Dickinson ha dicho;


No decir nada a veces es decirlo todo.


   El silencio te conecta al ser. Te lleva más allá del habla y del pensamiento. Es el momento en que se está sin el ego. El silencio deja ir al miedo, la ansiedad y los celos. En los Upanishad-s bien se dice:


Hay algo más allá de la mente que mora en el silencio. Es el supremo misterio más allá de los pensamientos. Deja que la mente y el cuerpo sutil descansen en ello y en ninguna otra cosa.


Hablar es más tolerable porque ofrece una fácil distracción a la confusión interior. Las personas estresadas y angustiadas pueden estar en silencio pero por dentro puede que estén gritando. El lenguaje es el vehículo para la transformación social, mientras que el silencio es el vehículo para la transformación individual. El silencio es tan profundo como la eternidad, y el lenguaje es superficial como el tiempo. El silencio puede obrar maravillas en ciertos momentos cuando las palabras se vuelven vanas.

   La generación más joven está tan acostumbrada a la vida ruidosa y agitada, que para ellos el silencio se vuelve una molestia, una maldición. Necesitan compañía constante. Se sienten perdidos o abandonados cuando están solos. Precisan estar con otras personas o la compañía de aparatos electrónicos les da una felicidad superficial. En su interior tienen un vacío, una desolación que los altera constantemente. No pueden siquiera pensar en vivir solos. Sobreviven únicamente en la superficialidad, en la ilusión. Según ellos, unirse al ser, buscar la paz y la soledad es para los viejos y los ignorantes.  No se dan cuenta que esta soledad y silencio pueden hacer que sus vidas y su mente estén calmos, llenas de energía, y también puede darles satisfacción en cualquier cosa que hagan. Satisfacción que siempre reclaman, que nunca parecen alcanzar, y persiguiéndola hacen en la vida todo tipo de cosas. Van detrás de trabajos, carreras, socios, amigos y relaciones. Pero todo les parece que es una etapa pasajera, como su propio ser que es incapaz de detenerse, de descansar en un lugar, en una relación, en una cierta etapa de la vida. La mente confusa no le permite al ser marcar el ritmo, reflexionar sobre la vida, mirar hacia atrás, porque siempre está en movimiento.

   Esta puede ser la razón por la que muchos jóvenes en la actualidad se vuelven rebeldes, pierden la motivación y las metas en la vida.  Esta puede ser la razón de por qué muchas personas en los países desarrollados han comenzado a cambiar un estilo de vida profesional, agitado, lujoso por modos de vida más simples. Más y más personas por todo el mundo están practicando meditación, yoga, etc., para alcanzar esa paz, ese conocimiento del propio ser antes de tratar de conocer al mundo externo. Esa búsqueda de regocijo, de bienaventuranza eterna no se propone únicamente para la espiritualidad, sino también para la paz del mundo. Esa búsqueda de serenidad que sólo la soledad y el silencio pueden proveer.

   Como muy bien lo explicó la Madre Teresa:


Necesitamos encontrar a Dios, y él no puede encontrarse en el ruido y en la agitación. Dios es amigo del silencio. Observa cómo la naturaleza, los árboles, las flores, la hierba, crece en silencio. Mira cómo se mueven las estrellas, la luna, el sol, en silencio. Necesitamos silencio para poder contactar las almas.


Meditar en él y trascender la conciencia física. De esta manera alcanzarás la unión con el Señor del Universo. Así te identificarás con él que es Uno sin segundo. En él todos tus deseos se cumplirán.

La verdad es que estás siempre unido al Señor. Pero debes saberlo.

Śvetaśvatara Upanishad, I.11-12

martes, 24 de diciembre de 2013

UN SENDERO PROPIO



       
Tran-Thi-Kim-Dieu

                  Cada uno de nosotros ha experimentado la vida hasta cierto punto. Aunque la consciencia puede variar de acuerdo a nuestros ambientes, todos hemos conocido el sufrimiento, disgusto, desesperación, placer, alguna felicidad y quizás, alegría. Como teósofos, cada uno de nosotros tiene algo que hacer en el mundo; aunque hay un sentimiento de que mientras vivamos en el, sin embargo  no pertenecemos enteramente a el. Parece que el brillo del mundo deja de tener el encanto para nosotros que para otras personas que viven completamente en el mundo y pertenecen a el.
               Ser miembros de la Sociedad Teosófica no nos confiere superioridad ni nos da más prerrogativas que al resto de la humanidad, pero sugiere que estamos buscando una vida que tenga un significado, y que una forma significativa de vida nos conduce a cada uno de nosotros más pronto o más tarde hacia el sendero espiritual. La diferencia se halla en el hecho que estamos buscando una forma de vida que sea digna de vivirse.
               En el pequeño libro A los Pies del Maestro, uno puede leer:
                ‘En el mundo, solo hay dos clases de personas – aquellas que conocen y aquellas que no conocen, y este conocimiento es lo único que importa. Qué religión sostenga un hombre, a qué raza pertenezca – estas cosas no son importantes; lo que es realmente importante es el conocimiento del plan de Dios para los hombres. Porque Dios tiene un plan, y este es la evolución’.
               La palabra ‘dios’ no simboliza un dios personal; significa la naturaleza más profunda de lo que existe. Podemos llamarlo lo Divino. La literatura teosófica habla abundantemente acerca del conocimiento del plan Divino de evolución. Es el conocimiento del alma espiritual, el Yo Uno, revelando a la humanidad el futuro del alma humana que es glorioso y sin límites.
              LaVoz del Silencio habla acerca de tres vestíbulos: el Vestíbulo de la Ignorancia, el Vestíbulo de la Instrucción y el Vestíbulo de la Sabiduría. La humanidad está en la presente vida en el primer vestíbulo, el de la ignorancia – siendo la peor ignorancia no saber que uno es ignorante! La mayoría de los seres humanos son ignorantes pero no saben que lo son. Sin embargo, irónicamente hay una certeza inconsciente que uno sabe. Por el reconocimiento de que uno es ignorante, uno puede ir en busca de conocimiento y finalmente lo adquiere.
             Más de una vez, en la Joya Suprema de la Sabiduría (Vivekachudamani), el maestro llama al inquiridor ‘hombre sabio’. Efectivamente, los investigadores espirituales son una especie de individuos sabios; han visto su ignorancia y por lo tanto tratan de remediarla pidiendo instrucciones a los instructores espirituales. El acto de pedir instrucción testifica la buena voluntad de aprender.
                       Ahora, ¿qué debería uno aprender y cómo? Uno puede aprender variadas habilidades, la habilidad técnica de conducir un automóvil, pilotear un avión o usar un computador. Para esto uno puede hacer algún esfuerzo y algún sacrificio en otros campos. Esto es parte del método y los requisitos no pueden ignorarse o descuidarse si uno desea alcanzar la habilidad deseada.  El aprendizaje de habilidades técnicas es interminable, ya que la tecnología se desarrolla y  suministra aparatos más nuevos que aguijonean la curiosidad de la mente humana. Así es con la reunión de información. Vivimos en un mundo de información donde billones de megabytes de información están siendo enviados alrededor del planeta. Como la red de información está creciendo más extensa y más compleja cada día, uno puede ser atrapado en ella si no se da cuenta. Viviendo en el mundo como lo hacemos, no podemos negar todas las habilidades. Pero a menos que uno sea indiferente a la evolución espiritual, uno tiene que limitar  el envolvimiento con el proceso de obtener información y aprender nuevas habilidades. Este es un asunto de discernimiento en el que nuevamente A los Pies del Maestro da valioso consejo:
                   ‘Por muy sabio que ya seas, en este Sendero tienes aún mucho que aprender; tanto, que aquí también debe haber discernimiento, y debes pensar con cuidado si algo vale la pena de ser aprendido. Todo conocimiento es útil, y algún día tendrás todo el conocimiento, pero mientras poseas tan solo una parte, cuida que sea la parte más útil’.
                   ¿Cuál es la parte más útil del conocimieno? Depende de la motivación del aprendiz. La elección delo que es más útil se hace de acuerdo a lo que se define como digno de aprender. Para una persona que pertenece enteramente al mundo y cuya motivación está basada en objetivos materialistas egoistas, el interés estará dirigido a más riqueza y poder. Para una persona que vive en el mundo pero que ya no pertenece a él, la motivación puede ser muy diferente, porque para él hay ‘cosas más grandes quela riqueza y el poder – cosas que son reales y perdurables’.
                      ¿Pero cuáles son estas cosas que son reales y perdurables? ¿Cómo puede uno obtener aún la más ligera idea de ellas si está uno todavía bajo el hechizo de lo que es irreal? La forma de vida, el hábito del pensamiento, la rutina de las acciones, formadas por tendencias mundanas y motivos egoistas, son nubes que velan una visión clara de lo que es real. El mundo en que vivimos es un mundo de apariencias. A menos que uno pueda ver más allá de esas apariencias, uno nunca puede alcanzar la visión de lo real. Uno de los Mahatmas  señaló que una de las mayores dificultades en su tarea de enseñar a los discípulos era hacer que aprendieran a soltar su dependencia sobre las apariencias. Y para hacerlo, los discípulos tienen primero que desaprender.
                       El condicionamiento llega de lo que llamamos el medio, formado de la cultura racial, crianza familiar, educación intelectual y religiosa. Todas estas son como estratos de colores artificiales pintados sobre la madera natural que es la naturaleza fundamental de un individuo. Cuando uno comienza a desaprender el medio, comienza a deshacer el condicionamiento.
                         Al principio uno puede comprender que lo que dio por sentado como real, no lo es. Uno también puede comprender que lo que consideraba importante, no lo es. Todo el proceso es como quitar los estratos de la pintura artificial, uno a uno, para descubrir la madera natural del Yo real. Corresponde al instante en que cambia nuestra visión y adquiere un ángulo más amplio para mirar de nuevo la vida.
                        Cambiar nuestra visión no es solo un asunto de auto-adaptación a las circunstancias. Esto podría ser mera astucia, eludir las dificultades de la vida. Un cambio de visión no significa compromiso tampoco, sino como una consecuencia directa, las escalas de valores caen una tras otra, siendo reemplazadas por unas más valiosas. Esto puede seguir por un largo tiempo, hasta que se encuentra la escala que está basada en virtudes universales, y plenamente aceptada como el  criterio final para nuestro pensamiento, palabra y acción.
                          Lo mismo ocurre con las ideas y conceptos, que son ‘cosas’. Aunque los pensamientos son objetos más sutiles que materiales, son ‘cosas’ no menos en la etapa de manifestación. En el proceso de aprendizaje, los pensamientos son reemplazados por unos más profundos resultantes de mayor comprensión. Esta comprensión, cuando es correcta, no es diferente de la visión interna o percepción.
                         La percepción naturalmente requiere correcta  motivación y finalmente conducirá a su abolición. Es así porque la motivación testifica al yo mientras la acción inegoísta necesariamente es sin motivo. La percepción conducirá al genuino principiante adelante hacia el discernimiento de la naturaleza de la misma acción.
                         Así, cambiar visiones, depurar conceptos, producir recta acción de entre la percepción, son las consecuencias del aprendizaje. A un nivel sutil uno puede decir que este aprendizaje es el aprendizaje espiritual que también es la purificación de la naturaleza humana interna. En otras palabras, este aprendizaje es purificación. Cuando toma la forma de investigación en la naturaleza de lo que existe por medio de la reflexión y la meditación, ayuda al principiante a descubrir el verdadero Yo. Así, el aprendiz se mueve, paso a paso, desde lo irreal hacia lo real.
                       El sendero desde lo irreal a lo real no es un camino  suave, pavimentado donde sombreados refugios están listos para recibir al viajero  cada vez que esté cansado. La jornada desde lo irreal a lo real no es automáticamente una jornada segura tal como a menudo se afirma, se espera, se aguarda. Por el contrario, es una jornada peligrosa a través de la cual el peregrino no puede pasar siempre ileso. Podría al igual, perder su vida antes que la completa porque las trampas son tan numerosas como las debilidades del peregrino; el peor enemigo que él tiene, por lo tanto, es él mismo. Las trampas como enumeradas en Luz en el Sendero son, ambición, deseo por la vida, deseo de comodidad y sensación, sentido de separatividad y hambre de crecimiento. Cada uno de ellos, de acuerdo al consejo, debe ser ‘matado’. En suma, el mejor grillete puede ser identificado como orgullo.
                       El orgullo tiene una amplia gama de formas, desde lo tosco a lo sutil. Hace que una persona sienta que es mejor que otros – si no el mejor de todos. Insidiosamente susurra al orgulloso que todo el mundo debería inclinársele; que debería dársele atención especial. A sus ojos, es contundentemente evidente que las cosas deberían seguir su camino, puesto que sabe más que todos los demás. La ilustración más elocuente puede encontrarse en la personalidad del Sr. Hume a quien uno de los Mahatmas calificó como un ‘monumento al orgullo’. El Sr. Hume les pidió instrucciones pero en el trasfondo de su mente, había constantemente la creencia que sabía más que ellos acerca de cómo enseñar y a quienes. Todos nosotros podemos ser ‘pequeños’ Humes en nuestras vidas diarias, lo que una honesta y aguda auto-observación puede revelar.
                       Entrar al Sendero significa no regresar ya al Vestíbulo de la Ignorancia, sino tratar de moverse hacia una mayor comprensión. Todas las trampas pueden ser consideradas como un paso que dar y conquistar hasta que la última de ellas se pase. Este punto de retorno no es sino un acto de voluntad para decidir no permitir que el alma flote de vida en vida sin dirección. Entrar al Sendero corresponde al momento en que uno toma la vida y destino de uno en nuestras manos, resistiendo las tempestades que se generan debido a nuestra ignorancia o acciones pasadas, que lo arrojan  a uno de aquí para allá en el océano de la ‘existencia’ o samsara. Cuando hay esta decisión de tomar el destino de uno en nuestras propias manos y la perseverancia para mantener esta decisión, solamente entonces comienza el sendero espiritual. No antes.
                      El Sendero es el sendero del aprendizaje y el servicio. Uno deja el Vestíbulo de la Ignorancia y cruza el umbral que conduce al Vestíbulo de la Instrucción. Mientras aprende el discípulo se le previene que discierna el aprendizaje de la cabeza de la sabiduría del alma como se declara en La Voz del Silencio:
                      ‘Antes de dar el primer paso, aprende a discernir lo verdadero de lo falso, lo siempre fugaz de lo sempiterno. Aprende sobre todo a distinguir la Sabiduría de la Cabeza, de la Sabiduría el Alma; la doctrina del “Ojo”, de la del “Corazón”. Verdaderamente, la ignorancia se asemeja a un vaso cerrado y sin aire; el alma es como un pajarillo preso en su interior…Pero aún la ignorancia misma es preferible a la Sabiduría de la Cabeza, si ésta no tiene la Sabiduría del Alma para iluminarla y dirgirla’.
                         La Sabiduría de la Cabeza únicamente es un fertilizante para que crezca el orgullo. Infla el sentido de separatividad e hincha el ego personal. Todos los verdaderos instructores espirituales han prevenido a sus discípulos en contra del flagelo del orgullo. Hasta el último peldaño el orgullo puede ser una causa potencial para nuestra caída. El aprendiz tiene que mantener una constante mirada vuelta hacia adentro para impedir  la nutrición del orgullo, y observar para ‘matar’ tal enfermedad del alma.
                           La advertencia en La Voz del Silencio menciona:
                           ‘En el Vestíbulo de la Instrucción encontrará tu alma las flores de vida, pero debajo de cada flor una serpiente enroscada’.
                           Podría significar que la instrucción contiene la promesa del conocimiento, pero cada vez que el conocimiento alcance un cierto nivel de éxito, detrás se halla el peligro del amor por sí mismo, como una serpiente siempre dispuesta a dar una mordida mortal.
                           La humildad es como un escudo  protector. Por lo tanto, La Voz del Silencio aconseja:
                           ‘Se humilde si quieres alcanzar la Sabiduría. Se más humilde aún, cuando de la Sabiduría seas dueño’.
                           El aprendizaje es infinito. Así es el Sendero. Pero como dije, cuando el proceso es correcto, dará acceso a la percepción como un preludio a la Sabiduría. Esta Sabiduría es la luz interna que ilumina el camino del principiante hacia el descubrimiento del plan divino que es el plan de evolución.
                          Este sendero, como lo veo, es el mismo que el camino descrito por HPB como ‘empinado y espinoso, un camino que conduce al corazón mismo del Universo’. La declaración del vidente contemporáneo, J. Krishnamurti, afirmado que ‘ La verdad es una tierra sin sendero’, no es una negación del camino de HPB, como puede parecer ser a primera mirada. Porque, debiera haber un sendero a la Verdad, este sendero debe necesariamente conducir al corazón del Universo, que es también el corazón del Yo Uno. Pero no puede ser un sendero pre- ideado. De hecho, ¿hay otro sendero por el que ir que este sendero que es el sendero universal, y aunque al mismo tiempo, un sendero propio? Nuevamente aquí La Voz del Silencio  insinúa una respuesta:
                            ‘No puedes recorrer el sendero antes de que te hayas convertido en el sendero mismo’

                                                  The Theosophist, Diciembre de 2004

                                                   

domingo, 15 de diciembre de 2013

Coordinación de la Ciencia y los Valores Humanos




C. A. SHINDE

El Prof. C. A. Shinde es conferencista nacional de la Sección India de la ST, y Bibliotecario de la Biblioteca de Adyar.

 Somos conscientes del hecho de que la ciencia clásica revela leyes que están basadas en el tiempo, y espiritualmente revela leyes eternas que están más allá del tiempo. También sabemos que la Ciencia es objetiva y espiritualmente es subjetiva. El motivo es que la Ciencia puede hacer escavadoras robots y clones humanos, pero no puede entrenar las emociones del operador o del conductor que puede dañar la naturaleza. La espiritualidad, por otra parte puede entrenar las emociones del operador o del conductor de modo que no dañe el ambiente natural existente a su alrededor. La coordinación de ambos trae felicidad a la humanidad.

   La ciencia no está separada del hombre. En realidad, las máquinas son extensiones de sus sentidos y órganos de acción.

-          Los teléfonos y celulares son extensiones de sus oídos.

-          El microscopio y el telescopio son extensiones de sus ojos.

-          El microondas y la lavadora son extensiones de sus miembros.

-          La televisión e Internet son extensiones de su mente.

   En este sentido, necesita saber que en el nivel sensorial no hay lugar para los valores. Proceden de un nivel superior. La búsqueda real es necesaria en ambos campos, el científico y el espiritual.

   En el campo de la espiritualidad el hombre generalmente hace preguntas tales como: ¿Quién soy? ¿Cuál es el propósito o el significado de la vida? ¿Es posible producir orden dentro de nuestra consciencia? ¿Qué es la muerte? Estas son preguntas que hace cuando entra al campo de la espiritualidad. También aprende que hay grandes buscadores que han traído orden dentro de su consciencia, y que ese orden es amor, compasión, humildad, que son valores humanos.

   La investigación científica está perdida cuando la ciencia y el científico quedan atrapados en el materialismo y la tecnología. La mente utilitaria del hombre desarrolla tecnología, pero ignora los valores humanos. La comprensión humana está incompleta a menos que coordinemos la ciencia y los valores humanos. Tanto el campo objetivo como el subjetivo deben ir a la par. De lo contrario, como sabemos, la tecnología se convierte en un arma de doble filo. Si se aplica correctamente, es una gran ayuda para la humanidad, pero la auto-indulgencia lleva a efectos malos como prácticas inmorales y carentes de ética que contaminan la Tierra para complacer los objetivos egoístas del hombre en la ignorancia del hecho de que la Tierra no le pertenece, sino que el hombre pertenece a la Tierra.

 Ciencia y valores

   Actualmente el hombre está atrapado en una psiquis de su propia creación y ha perdido libertad. Parafraseando a T. S. Eliot, podemos decir: ¿Dónde está la Vida? La hemos perdido viviendo mecánicamente. ¿Dónde está la Sabiduría? La hemos perdido en el conocimiento. ¿Dónde está el conocimiento? Lo hemos perdido en la información.

   Por una parte vemos que la ciencia y la tecnología se mueven rápidamente, pero por otra, no existe un avance similar en nuestra economía y en la política, que está llevando al desempleo. Si la humanidad realmente quiere lograr la iluminación, debe tratar de desprenderse de sus apegos mundanales.

   En los últimos cien años o algo más, la población mundial aumentó de un billón a seis billones. La guerra y el capitalismo han dominado el planeta. No somos capaces de desapegarnos de nuestros deseos, ha sucedido lo contrario. Los deseos de todos han aumentado, y por lo tanto muy pocas personas han podido alcanzar la iluminación. La ciencia se está dando cuenta del poder de la mente sobre la materia, pero los seres humanos necesitan saber que la iluminación está más allá de la mente. Espiritualidad significa tener una fe viva en la bondad de todo, y esto sólo se logra si tenemos una fe viva en los valores y aprendemos a armonizarnos con la materia, la energía y la consciencia.

   Para los científicos, es el momento de probar en esa dimensión de la ciencia que lleva al hombre a desarrollarse moral y espiritualmente, a sentirse no sólo feliz sino que lo ayuda a usar del mejor modo posible lo que ha logrado. Una nueva dimensión de la ciencia se abrirá, iniciando la coordinación de la ciencia y los valores humanos, y recordando que la constitución humana no es una casa o un vehículo sino que un hombre reside en su interior. El hombre en nosotros es la consciencia pura, y su constitución es principalmente materia, energía y consciencia. Estos se deben armonizar y es posible por medio de  valores como el amor, la compasión, la humildad, interés por los demás, la búsqueda de la verdad y un espíritu de servicio generoso.

 La ciencia y la comunicación

   El medio por el cual nos comunicamos se ha vuelto importante para el hombre moderno. Porque el mismo mensaje transmitido por varios medios masivos, tiene muchos efectos diferentes, recibimos diversas respuestas. Un mensaje recibido por carta, por email, por televisión y por celular tiene efectos diferentes y podemos observar estas respuestas diferentes.

   Necesitamos recordar que la ciencia y la sociedad están vinculadas y por lo tanto la ciencia no puede operar sin valores. También es difícil y complejo separar en la ciencia los valores de los hechos. La ciencia transformó el cuidado de la salud en muchos países y mejoró el estándar de vida de millones, no podemos negar esto. Pero ha llevado a una destrucción masiva, el deterioro de la capa de ozono, y el envenenamiento de la vida salvaje por el uso de pesticidas y otros químicos. Se dice que la vida de las abejas está en peligro debido a los celulares, porque emiten radiación. Afirman que los humanos tienen sólo cuatro años más de vida después que las abejas desaparezcan: si no hay abejas, no hay polinización, ni plantas o cereales, ni animales, y entonces no habrá más humanos.

   Esta es la trama de la vida. Si los científicos se jactan de mejorar nuestro mundo, entonces deben también estar de acuerdo con su parte de responsabilidad por diferentes tipos de contaminación y por corromper el mundo de formas diversas. ¿Por qué el 65% del dinero a nivel mundial se gasta en investigación y desarrollo militar? ¿No es ahora el momento de producir una coordinación de valores objetivos y subjetivos? ¿Cómo puede cada uno involucrarse en la producción de tecnologías y no medir las consecuencias? ¿Cómo puede la ciencia estar libre de valores cuando está vinculada con la sociedad?

   Nadie puede negar el éxito de la ciencia en los últimos cuatrocientos años. Mejoró la comprensión humana del mundo y de las perspectivas humanas en él. Pero día a día el hombre se está volviendo más materialista que altruista por tal avance. La ciencia, por su naturaleza, nunca fue y nunca podría estar libre de valores porque es llevada a cabo por los científicos, no ocurre sin ellos y como sabemos, los científicos son humanos. Nadie puede evitar comportarse con un sentido de valores más que con hábitos. Una vida basada en los valores es el llamado actual para evitar más deterioro de la capa de ozono que nos protege. El hombre debe actuar de forma amistosa con el ozono. Unos pocos científicos se dieron cuenta de esto cuando llegaron a conocer el fenómeno quántico.

 La ciencia y el fenómeno quántico

   Los científicos estaban tremendamente perplejos cuando llegaron al interior del átomo, y se dieron cuenta del comportamiento de electrones, neutrones y protones, porque se comportaban de modo que desafiaban a la lógica, las matemáticas y la ciencia que habíamos desarrollado hasta ese momento. Se debe a que en el momento en que son observados, los constituyentes de un átomo comienzan a comportarse de modo diferente. Los científicos no podían creer que observarlos podría modificar la materia.

   En segundo lugar, se dieron cuenta de un hecho sorprendente, que un electrón puede dar un salto quántico, cuando un salto ocurre, digamos del lugar A al lugar B no viaja la distancia entre A y B, sino que desaparece en el punto A y de pronto reaparece en el punto B. Qué ocurre en el espacio intermedio es un misterio. Su velocidad es tan rápida que simplemente se desmaterializa en un punto y se materializa nuevamente en otro. El descubrimiento fue muy sorprendente al principio pero lentamente científicos eminentes como Einstein pudieron ver una tremenda posibilidad.

   Este salto quántico abrió un nuevo panorama. Por medio del estudio científico se reveló que todo el sistema nervioso funciona por generación y propagación de impulsos eléctricos. Pero, los científicos no están seguros de cómo se percibe esto exactamente porque diferentes estímulos tienen el mismo impulso eléctrico, y cómo se perciben correctamente es un misterio.

   Además los biólogos están llegando a descubrir un campo subjetivo, invisible pero energético. Tomen por ejemplo la terapia subjetiva en la ciencia médica. Esto muestra, 1) Que la misma medicina tiene diferentes efectos cuando es prescripta por distintos médicos. 2) La misma medicina tiene efectos diferentes en distintos pacientes aunque sea prescripta por el mismo médico. Esto se debe a que el interior del hombre varía de una persona a otra. Esta subjetividad interior de la que proceden los valores humanos es más poderosa que la naturaleza física exterior.

 Ciencia, Industria y Gobierno

   Un aspecto importante que es necesario que consideremos es que gran parte de la ciencia actual está fundada por la industria más que por el gobierno. Respecto al informe de investigación y desarrollo, el 60% lo pagan compañías privadas cuyo propósito fundamental es ganancia y no  humanidad o actuar en armonía con el ambiente. La ciencia está por lo tanto conducida cada vez más por valores corporativos que favorecen a un puñado de inversores, sobre el resto de la humanidad. ¿No está mal por parte de los científicos que eludan sus responsabilidades?

   Y respecto al gobierno, tiene que jugar un rol decisivo, además de implicarse con la conservación, debe percibir los ideales por medio de la práctica. Esto es así especialmente en la exploración del espacio, en el desarrollo de la biotecnología, en la conservación de la biodiversidad y en la preservación de una cultura que promueve la fraternidad y la transmisión de valores humanos. Es sólo aquél que tiene el amor hacia la humanidad en su corazón, el que es capaz de captar totalmente la idea de la regeneración. Entonces él nunca hará mal uso del poder, dice un Maestro de Sabiduría en una carta a A. P. Sinnett.

 Ciencia y Medioambiente

   El calentamiento global es el desafío más alarmante pero a su vez, para algunos, es controvertido, porque la mente científica duda y necesita evidencia de los diferentes hechos. Estos hechos ocurren simultáneamente como la pérdida de la masa de hielo en las dos regiones polares, el incremento en la acidificación del océano y la potencial extensión de los fracasos en los cultivos en muchas regiones ecuatoriales. A pesar de todo esto, el modo en que trabaja la ciencia y la forma en que los científicos comunican las condiciones del clima son todas probabilidades y no certezas. Sin embargo, el corazón humano siente y acepta sin evidencia que mientras se vierta CO2 a la atmósfera con mayor rapidez que la eliminación natural de la Naturaleza, el planeta definitivamente sufrirá; entonces, ¿por qué el hombre hace mal uso de las fuerzas? Los desarrollos en la ciencia y la ingeniería avanzan a un ritmo rápido pero el desarrollo en ética y espiritualidad es muy lento y esa es la razón por la que el hombre usa mal las fuerzas de la Naturaleza. Si la ciencia y la ingeniería son rápidas y la economía, la ética y la espiritualidad son lentas, entonces se producirá la destrucción de alimentos y bienes, llevando a hambrunas en medio de la abundancia. La humanidad necesita darse cuenta ahora que los recursos naturales se agotan cuando se usan. Pero los recursos humanos desaparecen cuando no se usan. La tragedia de la vida no es la muerte final, sino los recursos que mueren dentro de nosotros, tenemos que darnos cuenta de esto.

   En 1881, la India mató 9.000 toneladas de sapos para exportar sus patas que se sirven en ciertos restaurantes que los almacenan en cámaras de frío, y por esa exportación India obtuvo 12 crores de rupias. Pero como consecuencia hubo una explosión de insectos en la población. (Porque el hombre perturbó el control biológico de la población de insectos matando los sapos). Los sapos podrían haber comido 9000 toneladas de insectos cada semana. Por lo tanto, India tuvo que importar insecticidas por doce crores de rupias para matar a los insectos. Los sapos los hubieran matado sin costo alguno. La necesidad de nuestra época es comprender la trama de la vida. Es necesaria la coordinación de la ciencia y los valores humanos, para controlar las energías de la naturaleza por el bien de todas las criaturas vivas. Los científicos son conscientes de la “noche nuclear”. Si hubiere una explosión nuclear, entonces toda la tierra se convertiría en polvo y el sol no se vería, cubierto por este polvo, por incontables años, y la vida sobre la tierra desaparecería.

   La Ciencia es como un pájaro que vuela alto en el vasto espacio del cielo y la Espiritualidad es como un pez que bucea profundamente en las aguas del océano. A la luz de la Teosofía, podemos producir la coordinación de la ciencia y la espiritualidad basándonos en los valores humanos, porque son medios que nos ayudan a volar y bucear en la búsqueda de la verdad. Pero los valores humanos nos enseñan que el sacrificio y el servicio bondadoso son importantes para acelerar la evolución del hombre. Esta es la era, en lo que respecta a la evolución humana, donde la ciencia y la espiritualidad podrían unirse, esto podría ocurrir por la investigación de la ciencia del vivir, que incluye los valores humanos. El hombre podría llegar a saber que visiblemente expresiones diferentes no son más que el fluir de la luz y el amor ocultos que abarcan al hombre y a la naturaleza por igual, como lo invocamos en “Oh Vida Oculta” para producir ese altruismo creativo.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Enseñanzas budistas sobre las relaciones



RADHA BURNIER

  El Templo Budista aquí en Adyar se construyó bajo la sugerencia del Mahatma KH quien incluso envió un pequeño bosquejo para indicar qué tipo de santuario debería ser. Todo el proyecto fue el resultado del profundo interés que el Hermano Jinarâjadâsa puso en el mismo. Fue él, quien como Vice-Presidente y como ayudante de la Dra. Besant, hizo hacer el plano, hizo que se levantara la estructura, trajo una rama del árbol Bodhi original de Ceilán (Sri Lanka) y lo plantó allí.

   Se dice que el Buddha dio enseñanzas muy útiles a un agricultor que le dijo: “No puedo comprender las cosas profundas que dices, por favor, enséñame algo simple”. El consejo que le dio sobre las relaciones es sugestivo. Todos podemos meditar y explorar lo esencial de las relaciones. Krishnaji dijo que la vida es relación, porque constantemente estamos conectados.

   Obviamente dijo que la responsabilidad de los padres es ayudar al niño (puede ser un nieto, un niño adoptado), ser virtuosos, dar el ejemplo, y aprovechar las oportunidades para señalar qué está bien y qué está mal. Se debe incluir cómo evitar dificultades morales en la vida, como parte de la educación que los padres deberían darle al niño. Luego, el niño, el hijo o la hija, deben cuidar de sus padres, respetarlos, mantenerlos si fuera necesario, y mantener su memoria. Incluso un padre ignorante ha hecho algo bueno.

   Luego llegamos a los alumnos y los maestros. El alumno debe aprender bien, debe tener la actitud del aprendizaje. Lamentablemente esto está faltando en muchas escuelas, y los maestros tratan de ver qué hacer al respecto, los estudiantes tampoco están listos para seguir el consejo de los maestros. Pero el maestro, como el padre, debe entrenar al estudiante en la rectitud, en lo que es bueno o no, que puede cubrir todo un rango en la vida, desde cuidar el cuerpo físico hasta alimentar el alma. Es la obligación del maestro estimular a los estudiantes en todo lo que hagan que sea bueno, y dejarlos desarrollar sus facultades y sus talentos. No es indispensable que se tomen literalmente las palabras del Buddha, porque tenemos padres biológicos, y porque hay otros que son como padres. Hay personas que nos han ayudado a aprender que no son maestros en el estricto sentido de la palabra. A veces, incluso los niños pequeños nos ayudan a aprender porque ven las cosas de modo inocente.

   Luego llegamos a la relación entre marido y esposa, y algo importante de notar es que el marido debe respetar a su esposa. Tal vez eso faltaba en India en aquél entonces, como sucede actualmente. Un hombre bueno debe respetar a su esposa, valorarla, serle fiel, etc., y cuidar que sea honrada y no despreciada. Cuando otro marido hace comentarios despectivos respecto a su esposa frente a los sirvientes, por ejemplo, él debe hacer lo contrario. Y la esposa debe mantener una casa ordenada, ser ahorrativa como una buena administradora, debe tener una actitud muy hospitalaria con los amigos y familiares, ser siempre un apoyo y, por supuesto, ser casta.

   Ahora llegamos a los otros tres tipos de relaciones a los que Buddha se refirió, por ejemplo la relación entre los amigos y los compañeros más cercanos. Ellos deben actuar como verdaderos amigos, amigos que buscan el bienestar de un compañero. Esto no es sólo bienestar físico, ayudándolo a que invierta su dinero o algo parecido. Si el amigo tiene tal vez nociones falsas, es necesario hacérselo notar, de modo gentil y afectuoso, y no decir “él es un amigo y lo apoyo en todo ya sea correcto o incorrecto”. Esto no significa que actuamos interfiriendo o presumiendo que sólo nosotros sabemos qué es lo correcto. Los consejos se deben dar con sentido común. También significa que es necesario compartir con ellos, en la prosperidad o en la pobreza, ser generosos, hablar y recibir ayuda. Se debe ayudar cortésmente, actuando como uno lo hace de igual a igual. Los amigos deberían estar atentos a lo que le ocurre a los demás, porque una persona puede a veces bajar la guardia, puede ser inconsciente de lo que hace, y debido a esa inatención, actuar tontamente. Un verdadero amigo debe cuidar y ayudar que otro no se meta en problemas. El consejo del Buddha es bueno, extiende bastante nuestras relaciones porque no es solamente a nuestra propia familia, sino a las familias de nuestros amigos cuyo bienestar y prosperidad debemos cuidar.

   Como dijo Annie Besant más de una vez, avanzar en percibir la unidad por medio de actitudes de afecto y responsabilidad comienza en pequeña escala a medida que el individuo se desarrolla. Entonces, para empezar, deberíamos tener los sentimientos correctos, actuar bien en relación con nuestra familia y nuestros amigos. Luego aumenta la capacidad de afecto, de responsabilidad, de cariño. Todo el mundo se convierte en nuestra familia, y todos son amigos. Generalmente esta es una cuestión incluso con problemas que no son personales. Ya que una comunidad puede enfrentar grandes problemas debido a ideas y acciones tontas, vemos que todavía queda mucho para que cada individuo lo tenga en cuenta. El tipo de apatía que existe actualmente, en la que nadie se preocupa por lo que le ocurre a la sociedad como un todo, se debe reducir. Aunque este consejo se le dio a un hombre simple, con palabras sencillas, al meditar en él podemos darnos cuenta que existen implicancias mucho mayores que debemos aprender por nosotros mismos.

   Luego, están las relaciones entre amos y empleados. En la sociedad actual, tan compleja en comparación con el tipo de sociedad que existía hace tiempo, cuando existen muchos países donde no hay sirvientes, no significa que esta categoría de relación no exista. Se puede decir que incluye a quienes se supone que son superiores, y que se relacionan con los así llamados subordinados. A quienes tienen poder sobre otros, poder político o económico, o cualquier otro tipo de poder, a veces incluso algún tipo de dominio psicológico por ser más inteligente que las otras personas, puede ocurrir cualquier cosa. Supongan que estamos en una posición como para tener a alguien en la palma de la mano, por ser más inteligente que otro, ¿qué puede suceder?

   Consideremos entonces, qué es la acción correcta. La mayoría de los líderes teosóficos dieron un ejemplo maravilloso en sus vidas, porque tuvieron una actitud muy diferente a la de la persona mundanal, con gran consideración cuando la otra persona era más débil. El amo debería distribuir la riqueza incluso con el sirviente o el subordinado. Pedirle a un sirviente que haga algo que no puede hacer, y luego culparlo, retarlo o castigarlo, está mal porque las personas tienen sus limitaciones debido a la inherente etapa evolutiva. Existen muchas amas de casa que le gritan a los sirvientes porque éstos actúan con poca inteligencia, sin pensar que si fueran inteligentes, no serían sirvientes. De modo que esto es muy cruel. En muchas relaciones no pensamos, y esperamos que el otro sea lo que tal vez no es, o no puede dar. Mi padre solía decir que la Dra. Besant (él la quiso mucho al igual que muchas personas que la conocieron de cerca) desaprobaba la teoría que la familiaridad produce contento. No todos lo que se le acercaron tuvieron un amor y respeto profundo por ella, aunque fue una persona excepcionalmente noble. Pero ella, creo, solía decir que no debemos exigir de alguien más de lo que esa persona puede hacer. Deben darle a esa persona algún tipo de trabajo que sea adecuado a su nivel de comprensión y capacidad. Si les dan un trabajo equivocado, si ponen una estaca cuadrada en un agujero redondo, y culpan a la otra persona, la falta es realmente de ustedes.

   A veces ven a un hombre delgado, mal alimentado, a quien se le pide que mueva una carga pesada. Se hace lo mismo con los animales, y existe poca consideración por lo que le ocurre a la otra persona o animal, un hombre que trabajó todo el día, que no se alimentó bien, esforzándose al pedalear cuando varias personas están sentadas en el rickshaw, sin considerar jamás el esfuerzo físico al que se lo obliga, o puede ser el trabajador de una fábrica a quien se le exige hasta lo último. A los animales y  a los sirvientes a menudo se los trata de este modo. Pero debemos recordar que desde el punto de vista espiritual está muy mal. Debemos proteger a todos aquellos que son más débiles que nosotros, ¿quién los va a proteger, si no lo hacemos nosotros? Todos tenemos ese tipo de responsabilidad.

   A veces una persona muy pobre, y hay muchas personas pobres en este mundo, toma algo que no le pertenece. Asumimos una posición muy seria al respecto y decimos que debe ser castigado. Pero puede haber personas ricas, que sin ser vistos, hacen cosas mucho peores y se toma a broma, diciendo que así es como actúa esa gente. Entonces, debemos observar nuestras propias actitudes en todas estas relaciones. Den comida y salarios adecuados, dice el Buddha, y también dice que compartamos nuestra amabilidad con ellos; Krishnaji solía decir lo mismo. Supongo que las personas que alcanzan cierto nivel de unidad dicen cosas similares. Krishnaji dijo en más de una ocasión, en presencia de todos nosotros: “Les dais a vuestros sirvientes la misma comida que coméis vosotros?” En muchas casas le dan mucho menos al sirviente y eso indica una actitud general de desigualdad.

   Pero la vida espiritual, que es esencialmente la percepción de la unidad, produce un sentido diferente. El respeto que sentimos por alguien, posiblemente una persona ignorante, se debe a que también es un ser humano en el camino, en el viaje humano, tal vez en otro lugar diferente a nosotros respecto a la meta. También nosotros estamos en algún lugar del camino, y hay personas más adelante que nos miran como nosotros los miramos a ellos. Luz en el Sendero dice: “No imagines que puedes separarte del hombre malvado o del insensato”. Puede haber una diferencia entre ustedes, pero la diferencia entre tú y los Maestros es mucho mayor que la que hay entre ti y el insensato. Entonces, trátenlos con consideración, con respeto. No les hablen de un modo que ni siquiera pensaríamos usar en relaciones de importancia.

   El Buddha menciona esto y dice: deben darles vacaciones. Incluso ahora -excepto para quienes son trabajadores reconocidos- hay muchas personas que trabajan en casas privadas, etc., que nunca tienen vacaciones y si piden algunos días les fruncen el ceño, como si estuvieran abandonándolos. Todos necesitan algún descanso, tienen sus necesidades. Si es un hombre, necesita tiempo para afeitarse, las mujeres necesitan tiempo para hacer algunas tareas en sus propias casas, y no debemos tenerlas trabajando para nosotros todo el tiempo, debemos ser considerados con ellos.

   Una de las cosas que menciona Buddha es trabajar alegremente, contentos. Si la relación es buena, y si el amo es generoso, el sirviente no debería rezongar. Si pensamos respecto a los empleados de algunas compañías, aunque reciban mucho, no están contentos, quieren aún más. Trabajar cuando las condiciones son razonablemente satisfactorias, contentos, alegres, de modo que la sociedad misma funcione pacíficamente, de modo ordenado, es muy importante. Deberíamos hablar bien del amo, y no hablar mal de él a sus espaldas.

   El Hno. Raja cambió un poco las palabras, pero el texto original budista habla sobre las relaciones de la gente común con quien vive la vida religiosa, no quienes aparentan ser religiosos, como muchos que sólo son mendicantes o pillos disfrazados. Pero es posible que fuera costumbre honrar a quienes vivían una vida religiosa, en cualquier nivel, sinceros en tratar de conocer la verdad.

   Nuestra relación con todos ellos debe ser de buena voluntad y afecto en pensamiento, palabra y acto, y siempre deberían ser bienvenidos. Esto era muy común y se hacía tradicionalmente en los países orientales. En el pasado, ser religioso permitía a las personas seguir su sendero sin preocupación.

   Actualmente existen algunas personas que se han vuelto famosas porque bromean y saben cómo entretener a su audiencia. Pero ese no es el verdadero trabajo de la gente religiosa, su trabajo es exponer ciertos pensamientos de modo atractivo, disuadir a las personas de hacer el mal, y guiarlos para ser virtuosos, para ser bondadosos, y mostrar el camino por su propio ejemplo, viviendo con mucha sencillez, sin codiciar las cosas materiales. Al ser gentiles, buenas y generosas, las personas religiosas ofrecen cierto tipo de liderazgo. Existen nuevos problemas en la actualidad, por ejemplo, los medioambientales. Son las relaciones del hombre con los elementos, la tierra, etc.,  pero debemos pensar en todas estas relaciones con profundidad, como algo recíproco, porque no podemos estar aislados, vivimos en una red de relaciones.

   Los budistas dicen, porque ellos creen en la transmigración, que el perro que está en la calle puede ser tu madre. Estas palabras no se deben tomar de modo literal, sino en un sentido simbólico. Todos los animales son nuestros abuelos y tatarabuelos, porque el cuerpo físico que hemos heredado tiene su origen en los comienzos de la evolución, y todos sus componentes derivan de varias fuentes. Por lo tanto le debemos los talentos, las capacidades y las características que tenemos, a casi toda la creación. Estamos relacionados con todo, de modo que podemos pensar en esta relación como universal.

   ¿Cuál es nuestra obligación en esta red de relaciones? ¿Cómo deberíamos vivir nuestra vida diaria en la que nos encontramos con todos estos tipos de personas? Esta simple lección que el Buddha dio, se puede convertir en una relación profunda, y si podemos llegar a la esencia de la relación, hemos llegado a la verdad de la vida misma