domingo, 21 de julio de 2013

INTELIGENCIA UNIVERSAL.



                                                                                        Radha Burnier
Mientras la tendencia de una violencia aumentada y una acción voraz prosigue a prisa, también hay una corriente de pensamiento e investigación que se dirige hacia una percepción más profunda del universo, viéndolo como una inteligencia viviente. Los problemas en la física cuántica están forzando a los investigadores de mente liberada a encontrar contestaciones que no están en concordancia con la posición de los materialistas. Los conservadores tienen vergüenza de enfrentarse a cualquier postulado que sugiera que la conciencia es universal y que las interconexiones relacionan de forma invisible a todas las cosas que hasta ahora habían sido consideradas como entidades localizadas individualmente separadas. Pero libros como  ‘THE SELF-AWARE UNIVERSE’ por Amit Goswami y ‘ON PURPOSE’ por Charles Birch están comenzando a erosionar el paradigma materialista que extrañamente insiste en hacer que nuestras vidas no tengan significado, haciéndonos que nos veamos como parte de un vasto sistema mecánico. Felizmente, el nuevo enfoque está comenzando a reconocer la primacía de la conciencia, mientras que la presencia del propósito  de toda existencia, aún hasta en la más inferior de las existencias individuales, se está intuyendo. En este contexto los teósofos recordarán una frase que aparece en ‘LAS CARTAS DE LOS MAESTROS DE A.P. Sinnett (P. 228, 3ª. Ed.Ing):
                  ‘El mundo – refiriéndose a las existencias individuales – está lleno de esos significados latentes y profundos propósitos que subyacen en todas las manifestaciones de vida del Universo’.
                A principios de este siglo Edward Carpenter en su libro  ‘THE ART  OF CREATION’ describía la Naturaleza como un panorama de vida consciente presionando permanentemente hacia la expresión y manifestación. El autor recordaba a sus lectores que la gente duda de la existencia de vida consciente en criaturas primitivas como las ostras, solo porque están incapacitados para comprender los movimientos de la vida latiendo dentro de tales formas y lo interpretan de una manera que es inteligible para ellos. Carpenter escribió:
               ‘En la medida que nos acerquemos al amor y comprendamos a los animales, los árboles y el rostro de la Naturaleza, encontraremos que es imposible negar la existencia de inteligencia en todos ellos’.
               El místico se da cuenta de la existencia de una inteligencia cósmica que todo lo penetra, si abre su corazón al amor y a la comprensión de toda cosa. Ahora el científico lo está descubriendo por medio del intelecto guiado por la intuición. A medida que más y más de todo esto prosigue, investigadores de mente abierta pueden descubrir que desde todas partes de la Naturaleza llegan mensajes que hablan de la insondable belleza y el significado inefable de la Inteligencia Una, el Todo-Ser. Como lo dice Carpenter:
              Incontables huestes de seres vivientes, de todo grado de organización y conciencia son una expresión de si mismos proclamando y desarrollando aquello que está dentro de ellos – tal como cada niño de hombre, desde el nacimiento a la muerte, se esfuerza constantemente por manifestar, desarrollar, desarrollar y dar expresión a aquello que yace dentro de ellos...Considerar el mundo como simplemente un campo de seres y personalidades separadas querellantes, es imposible, porque (como toda ciencia, filosofía y experiencia nos convence), inevitablemente hay una vasta unidad que todo lo subyace y todos esos seres y personalidades deben estar enraizadas en la Vida e Inteligencia Una primordial; todas ellas al final y en la más honda profundidad tienen que tener un propósito y objetivo común de existencia – y en ese pensamiento hay liberación, y en ese pensamiento, hay reposo, descanso’.
                Hay una brillante esperanza para la humanidad en el nuevo paradigma que se está desarrollando a través de la lógica sólida de la investigación y la ciencia. Puede que pase mucho tiempo antes que el impacto de esta comprensión sature la conciencia humana lo suficiente como para generar una nueva ética que rechace la guerra, violencia, avaricia y el interés personal, es decir, las perniciosas actitudes del momento presente que son el producto de un pensar materialista y que se van desvaneciendo a pasos demasiado lentos. Pero no importa cuán lentamente lo sea, una nueva ética debe necesariamente brotar de las nuevas percepciones de hoy que emanan de aquellos que está haciendo de la ciencia un aliado, que a través de la lógica da validez a algunas de las percepciones de místicos y profetas religiosos.


                                                  The Theosophist, Septiembre 1996
                                                  Tradujo: Dol,Uruguay