lunes, 18 de febrero de 2013

UN PASO CORTO PARA EL HOMBRE, UN SALTO GIGANTE PARA LA HUMANIDAD




Dr. John Algeo
Imaginemos la siguiente escena: el cielo allá arriba es perpetuamente negro,
no hay atmósfera para reflejar la luz. Por sobre el horizonte distante de una
desolada planicie, irónicamente, llamada 'Mar de tranquilidad', un globo grande azul y
blanco pende suspendido en los cielos. En e s e globo distante, en Sydney, Australia,
es media tarde del 21 de Julio de 1969. Pero debajo del cielo negro por encima del
'Mar' polvoriento y sin aire, no existen los días ni las horas. De un aparatejo de ciencia
ficción parecido a un capullo sale un astronauta vestido como un buceador de mar
profundo y pone su pie sobre la tierra gris y áspera. En el momento que ese
astronauta, Neil A. Armstrong, apoya su pie sobre la luna - el primer ser humano en
hacerlo - emite las siguientes palabras: 'este es un pequeño paso para un hombre, un
salto gigante para la humanidad'.
Pequeños sucesos pueden ser muestras de grandes acontecimientos. El corto
paso de Neil Armstrong desde el módulo de aterrizaje lunar llamado 'el Águila', hacia la
superficie de la luna, fue un acto pequeño que marcó un gran acontecimiento,
ciertamente un salto gigante. Fue un triunfo histórico de la ciencia y la tecnología.
Pero mucha más que eso fue una parábola, una metáfora, un mito moderno.
Historia y mitos a veces son difíciles de desentrañar y muchos acontecimientos
combinan mucho de ambos. La historia mira al pasado. El mito es un repaso atemporal
de 'lo que es el pasado, o pasajero, o lo que vendrá (para usar las palabras de William
Butler Yeats). La historia son hechos. El mito es significado. Es un hecho histórico que
los seres humanos habiendo recorrido y trepado por sobre la mayor parte de la
superficie de la tierra han llegado a cruzar el espacio para plantarse sobre la
superficie de otro trozo importante de nuestro sistema solar. Pero, ¿cuál es el
significado del hecho? ¿Cuál es el mito atemporal detrás del hecho que seres humanos
hayan puesto sus pies sobre la luna? Podemos intentar una respuesta a esa pregunta Si
consideramos el pequeño paso de Neil Armstrong como un ejemplo de siete puntos: 1)
cambio, 2) paradoja, 3) orientación en la meta, 4) encuentro, 5) cooperación, 6) unidad y
7) experiencia directa.
1.- Cambio que implica la necesidad de adaptabilidad.
La llegada a la luna de Neil Armstrong, un hombre de carne y hueso, ciertamente es un
cambio notable de ubicación. Pero la historia de nuestra especie ha sido una historia de
movimiento, de migración, de exploración, de reasentamientos. La teoría científica de los
geneticistas de hoy que se ocupan de la evolución, nos dicen que el Homo Sapiens se
originó en África y de ahí se extendió por todo globo habitable, a las tierras húmedas y
esponjosas de Bretaña, a las remotas e inhabitables zonas de Australia y las estaciones
metereológicas incrustadas en el hielo de la Antártica . La información teosófica en la
DOCTRINA SECRETA también nos dice que los seres humanos han pasado de grandes
extensiones de tierra a otras, a medida que sus sentidos y almas iban evolucionando.
Somos una especie que viaja. Nuestros viajes son historia, pero también son mito y
símbolo. Los Masones se llaman a sí mismos "hombres, (y mujeres) viajantes". HERMÁN
HESSE escribió una novela corta titulada 'Morgenlandfahrt' o 'Viaje hacia el Este'. Las
religiones fomentan o sugieren viajes - peregrinajes a Jerusalem, la Meca o Santiago de
Compostela; al Fujiyama, al Río Ganges o al Oráculo de Delfos.
Los seres humanos han atravesado la faz de la tierra, tanto en grupos como
individualmente. Hordas de viajeros sin nombre se han movido de aquí para allá a través de
la superficie de nuestro planeta en el ir y venir de pueblos en migraciones masivas
(Volkerwanderungen). Siberianos y Asiáticos del Este han atravesado el Pacífico por el
Estrecho de Bering para poblar los continentes Americanos antes que los Europeos lo
hubieran logrado a travesando el Atlántico. Musulmanes henchidos de fervor religioso,
se extendieron desde Arabia a África y Sudeste de Asia. Indo-europeos aventados
desde algún desconocido 'Urheimat ("madre tierra original1) se fueron a India, Nueva
Zelandia, California y......eventualmente la superficie de la luna con el paso y las
palabras memorables de Neil Armstrong.
Otros individuos también fueron pioneros antes que Neil Armstrong llegara a la
planicie lunar. Marco Polo y su gente siguió la 'Ruta de la Seda' hacia el este hacia
Cathay. Colón navego hacia el oeste descubriendo por lo tanto lo que para los europeos
era un Nuevo Mundo. Magallanes cincunnavego el globo. El Capitán James Cook también
lo hizo explorando las aguas y las costas de /Australasia .
La población de nuestro planeta está constantemente cambiando de lugar y el
corto paso de Armstrong fue solo una instancia más, aunque impresionante, del
movimiento incesante de la humanidad. Pero ¿Cuál es el significado mítico de todo ese
movimiento? Los lugares cambiantes de poblaciones y de las personas es una
expresión del principio general de que todo lo de este mundo está siempre cambiando.
Hace tiempo, Buddha en India enseñó que toda la existencia es impermanente.
Y al mismo tiempo Heráclito en Grecia enseñaba que todo fluye. No podemos poner el
pie dos veces en el mismo río; de hecho no podemos hacerlo ni una sola vez, pues así
como estamos poniendo nuestro pie en el agua, el río esta cambiando. Y mucho antes
que el Buda o Heráclito, los antiguos chinos tenían su LIBRO DE CAMBIOS, el ICHING
que enfoca el mundo como un perpetuo devenir.
Pero ¿ qué significa para nosotros vivir en medio de impermanencia y perpetuo
devenir? Como la Duquesa le dijera a Alicia en el País de las Maravillas: 'todo tiene una
moraleja, si tan solo tú puedes encontrarla'. ¿ Qué moraleja tiene para nosotros el
hecho implacable del cambio? Su moraleja obviamente es que tenemos que cambiar
conjuntamente con el cambio que nos rodea; tenemos que adaptarnos a las
circunstancias siempre nuevas en que nos encontramos. Vivir es crecer: no crecer es
anquilosarse. Como la Primer Ministro Británica Margaret Thatcher solía decir, no
hay alternativa. El cambio requiere adaptabilidad.
El corto paso de Neil Armstrong fue verdaderamente un gran salto, porque con
él, el movimiento incesante de la humanidad llevo a uno de nuestros muchachos a otro
mundo. Por lo tanto, uno de los significados míticos del corto paso de Armstrong es la
inevitable del cambio, con un requerimiento concomitante de adaptabilidad. Pero hay
una paradoja en la inevitabilidad de cambio porque si el cambio es inevitable, entonces
el cambio en sí mismo es incambiante.
2.- Paradoja que implica la necesidad de discernimiento.
Y así el segundo significado de llegar a la luna es de paradoja. El pequeño paso
de Neil Armstrong fue paradójicamente, como él mismo lo dijera, un salto gigante,
porque llevó a un ser humano a un lugar en donde ningún humano había estado antes....
O, sí lo estuvo?
Parte de la tradición teosófica, en el gran mito de LA DOCTRINA
SECRETA, es que la vida en el planeta tierra no vino a la existencia de la nada. Como
el Rey Lear de SHAKESPEARE proféticamente señala "nada viene de la nada". La vida
en la tierra no vino de la nada, sino que tuvo un ciclo anterior de desarrollo en otro tipo
de mundo del cual se dice que nuestra luna es un resto moribundo.
Así pues, cuando Neil Armstrong piso la luna en nombre de la humanidad, ¿ no
sería que de alguna manera nos estaba llevando a todos nosotros a casa, al lugar de
donde hemos venido? No, - THOMAS WOLF estaba en lo correcto con el título de su
gran novela, YOU CAN'T GO HOME A6AIN (Tu no puedes volver a casa). La vida
toda es una espiral. Cuando retornamos a lo que parecería ser nuestro punto de
partida, descubrimos que realmente no fue ahí donde comenzamos; nuestro hogar ha
cambiado y nosotros hemos cambiado, de forma que es un 'nosotros' diferente que
regresa a un 'hogar' diferente. El paso de Armstrong, es un sentido, fue un retorno
a nuestro pasado mítico, a nuestra vida pre-terrestre en la Cadena Lunar, pero en
otro sentido fue comienzo totalmente nuevo. Eso es también una paradoja.
El paso de Armstrong fue un cambio - paradójico, pero de una manera diferente,
porque el cambio solo no es el relato completo. El cambio se complementa,
paradójicamente, con permanencia, así como el movimiento lo hace con estabilidad.
Las enseñanzas de Buddha de que el mundo es a n ¡ t y a, 'inconstante' se
complementa con la enseñanza de Sankaracharya de que la realidad fundamental es s a t, o
'ser incambiante' o 'seidad', como lo ha expresado H. P. Blavatsky. La insistencia de
Heráclito de que toda cosa está siempre en movimiento, se complementa con la
insistencia de su contemporáneo, Parmínedes, de que en un cosmos donde no falta nada y
en donde consecuentemente, no hay espacios vacíos, nunca nada puede moverse. Y en
China, el I-CHING o Libro de Cambios era el libro más antiguo entre la sociedad más
estable que probablemente hayamos conocido, expresando la incambiante Voluntad del
Cielo.
Todo movimiento es relativo. Cuando nos movemos, lo hacemos en relación a alguna
otra cosa. Sentado dentro del vagón de un tren y mirando por la ventana a otro tren que
va en sentido opuesto al que nosotros vamos, no podemos estar seguros de si estamos
sentados sin movernos y el otro tren es el que se mueve, o si ese tren está quieto y somos
nosotros los que nos movemos. Solamente cuando el otro tren desaparece de nuestra vista
y vemos la estación ferroviaria quieta, inmóvil ante nuestros ojos, recién llegamos a la
conclusión que tanto nosotros como la oficina de la estación han permanecido inmóviles
mientras que el otro tren era el que se estaba moviendo en relación con nosotros y la
estación. Si hubiere una sola cosa en el Universo, no podría moverse ni permanecer inmóvil
- la noción misma de movimiento sería inconcebible.
En este mundo, todo movimiento - como dijera ALBERT EINSTEIN es relativo, o,
como dicen los filósofos Hinduistas, es m a y a v i c.- Y como el cambio es una especie de
movimiento, el cambio también es m a y a .- El ejemplo clásico de m a y a en la literatura
indica la parábola de una persona que entra a una habitación oscura y ve lo que se le
aparece como una cobra enroscada en un rincón. Aterrada por lo que está viendo, la
persona sale y va en busca de una linterna. Al volver a la habitación y enfocando la
linterna hacia lo que creyó ser una cobra la persona, aún asustada, se da cuenta que lo
que hay ahí es solamente un inofensivo trozo de soga. Era suficientemente real, pero
no era lo que parecía ser. La primera apariencia de una cobra era m a y a v i c la luz
demostró que era un trozo de soga enroscada.
Pero ahí mismo yace una paradoja. Todo lo que conocemos en este mundo son
apariencias. La segunda percepción, la de una soga enroscada, también era una
apariencia. En nuestra mente común y corriente, no podemos conocer la realidad, la
cosa en sí misma, detrás de apariencias de una cobra y una soga. Solo podemos usar
nuestro discernimiento para decidir a qué apariencia corresponde que debiéramos
responder.
Como todas las cosas m a y a v i c, el cambio es suficiente en sus propios
términos, pero no es lo que nuestra percepción nos dice que es. Es como las olas del
océano, patrones de energía jugando sobre la superficie de una realidad profunda y
estable. Cambio y estabilidad, paradójicamente, son aspectos de la misma cosa, al igual
que una cobra o una soga, o un paso pequeño y un salto gigante.
Las paradojas no son meros juegos para una mente indolente. Llevan consigo una
gran implicancia. Nada es de la manera como lo vemos porque no vemos la realidad, sino
solamente las apariencias. Y debido a que eso es verdad (y ahí viene la moraleja de la
Duquesa), tenemos que hacer uso de nuestro discernimiento frente a las apariencias.
Se dice que discernimiento es la primera cualidad para entrar en el Sendero es decir,
para hacernos de nuestra propia vida y desarrollo. Pero, de hecho, ejercitar el
discernimiento es algo que tenemos que hacer constantemente, porque en cada
momento de nuestras vidas, estamos enfrentados a tomar decisiones, a elegir. Y las
elecciones que hagamos como la Arjuna en el BHAGAVADGITA, están entre opciones
paradójicas, conflictivas, dharma-s o deberes paradójicos. Por lo tanto, la
paradoja requiere del discernimiento.
3.- Orientación en la meta lo que implica la necesidad de opción.
Además del hecho del cambio y el complemento paradójico de cambio y
permanencia, hay otro aspecto del mito del aterrizaje en la luna y el viaje a través
del espacio que hizo posible que Neil Armstrong llegara a la planicie lunar. El primer
aterrizaje sobre la luna no fue el resultado de una decisión casual de lanzar un
cohete con gente dentro. Fue el resultado de un plan claro y de una preparación
detallada para llegar a una meta determinada. Su meta fue el pequeño paso y, por
supuesto, el retorno a la tierra de quien lo diera. El viajar normalmente no es un
movimiento al azar, un errabundear sin dirección. La mayoría de los viajes tienen
una orientación definida. Cuando nos vemos existe en nosotros la intención de ir a
algún lado.
En los grandes viajes míticos que llamamos 'búsqueda', 'peregrinajes'
siempre hay una meta. Ulises desea volver a Ithaca; Percival quiere encontrar el
6rial; Rama aspira liberar a Sita; Hobbit busca destruir el Anillo de Poder.
Dorothy quiere volver a Kansas; Neil Armstrong intentó poner su pie sobre la luna.
Hay un motivo en el viaje. Viajar en la vida no es hacer un 'tour', una gira; es salir
a la búsqueda.
Ciertamente, no siempre llegamos al lugar a donde pensamos que estamos
yendo. A veces hacemos algún progreso por equivocación. Cuando Colón llegó al
Caribe, pensó que había llegado a algunas islas cerca de la costa de India, de ahí
que su primer lugar de anclaje llegó a ser conocido como las Indias Occidentales.
Colón estaba equivocado. Aquellos que se opusieron al viaje de Colón lo hicieron, no
porque pensaran que la tierra era plana, más de lo que él mismo pensaba, sino
porque pensaban que Colón había menospreciado la distancia que divide Europa
Occidental, del este de Asia. Claro esta, que tenían razón en ese aspecto, pero
estaban equivocados al oponerse al viaje.
A pesar de que Colón estaba equivocado y sus críticos estaban en lo correcto
en lo que respecta a la distancia, aún así, Colón tuvo éxito logrando algo notable
y digno de tomarse en cuenta; el no encontró una ruta occidental hacia India, pero
descubrió algo mucho más valioso, una tierra continental hasta ese entonces
desconocida para los Europeos de aquellos tiempos. Fue un descubrimiento
inesperado, no planificado, sorpresivo. Pero ese descubrimiento no pudo haberse
hecho sí Colón hubiera zarpado de viaje sin planes y sin meta fija en su mente. Si
meramente el se hubiera hecho a la mar sin rumbo, navegando por las costas de
Europa, no hubiera llegado a ninguna parte.
El que se tenga una orientación acerca de la meta a alcanzar no significa que
uno llegará a esa meta, pero el no tener una meta significa que no hay ningún lugar
adonde llegar. Como ROBERT BROWNIN& dijera, 'el alcance del hombre debe exceder
su capacidad, pues, ¿para que está el cielo? ' Tener una meta es lo mismo que tener
un propósito. Y nosotros los seres humanos estamos conformados de tal manera que la
mayoría necesitamos un sentido de propósito para vivir efectivamente. La tradición
Hinduista nos ofrece una selección de propósitos: riqueza, placer, deber, iluminación
(a r t h a. R a m a d h a r m a , m o k s h a ) . Pero vivir sin ningún propósito no es
una opción; carece de sentido, de significado.
El pasaje a través del espacio que llamamos viaje, es análogo al pasaje a través
del tiempo que llamamos evolución. La tradición de Sabiduría de Teosofía ve a la
evolución como orientada también, a una meta. Así como generalmente no salimos de
viaje sin haber decidido adonde llegar, tampoco la vida comienza su evolución sin un
propósito para llegar a algún fin. El fin de la evolución de acuerdo a H. P. Blavatsky
es un mayor refinamiento material, un darse cuenta consciente y unidad espiritual.
Evolución no es meramente la sobrevivencia del más fuerte en una competencia
entre formas alteradas al azar. Es un patrón de un cambio con propósito, físico,
intelectual y espiritual.
Y la moraleja de esto es que nosotros, seres humanos, hemos llegado a una
etapa de evolución general en la que, siendo auto-reflexivos, podemos planificar
nuestro propio futuro. En lugar de meramente responder automáticamente a cualquier
estímulo que nos golpee, en vez de solamente estar condicionados por nuestro
pasado, tenemos la habilidad de reflexionar sobre el mundo, sobre nosotros mismos y
la meta de nuestra existencia. Tenemos la habilidad de planificar nuestras metas y
vivir con un propósito. Claro está, puede que no lleguemos adonde pensábamos que
estábamos yendo, sino que arribamos a otro lugar. Ese es el factor Colón. Pero si somos
adaptables y hemos desarrollado cierto discernimiento, podemos reconocer un nuevo
continente cuando llegamos a él y hacer de nuestra meta lo mejor que nuestros planes
nos han inducido a hacer, aún si el resultado nos llega a sorprender.
4.- Encuentro, que implica la necesidad de aceptación.
Cuando Armstrong y sus compañeros de tripulación llegaron a la luna, se
encontraron con un mundo diferente de cualquier otra cosa antes conocida. Era un
mundo sin atmósfera y sin líquidos, cuya superficie marcada con agujeros como
cráteres, evidenciaban las cicatrices y los restos de encuentros anteriores con otras
cortezas de espacio-materia. También se enfrentaron a un mundo que les deparaba
una notable oportunidad. Arquímedes, comentando sobre el principio de palanca, se
dice que declaró: 'dadme un lugar en donde yo pueda situarme y moveré el mundo'
Puede que no sea posible levantar un objeto muy pesado elevándolo directamente, pero
si uno toma distancia y usa la palanca con un fulcro, debidamente centrado, uno es
capaz de hacerlo. De la misma manera, es imposible ver nuestro mundo con exactitud
mientras estamos en él. Pero si tenemos otro lugar en donde ubicarnos, podemos ver
nuestro mundo como nunca antes lo habíamos visto. La luna nos ofreció ese lugar.
Si buscáramos un icono que represente nuestro tiempo, un símbolo sagrado
para el comienzo del siglo 21 y tercer milenio, evidentemente, un candidato seguro es
la imagen de la tierra azul y blanca en un cielo negro, que los astronautas vieron y
captaron para que todos nosotros la viéramos también. Quien es capaz de mirar esa
imagen de ese globo magnífico, fuerte, frágil, vital, respirando, viviendo, misterioso,
serenamente hermoso, inspirador, sin sentir una viva emoción de reconocimiento. Eso
es la tierra. Eso es nuestra casa. Así es como nos vemos para el resto del universo. En
esa imagen, nos encontramos con nuestro mundo y con nosotros mismos dentro de ese
mundo.
El significado mítico de nuestro primer encuentro fuera de nuestro propio mundo es
éste: para vernos a nosotros mismos verdaderamente, tenemos que mirar desde fuera
de nosotros. Esta no es una idea nueva. Los Upanishad-s tienen una parábola acerca
de dos pájaros que están en un árbol. Un pájaro continuamente está comiendo el fruto
del árbol. Si el fruto es un dulce, desea repetir la dulce experiencia, por lo tanto
engulle otra fruta. Si la fresa es amarga o acida, busca alguna que este dulce para
contrarrestrar el mal gusto y engulle otra fresa. Como resultado, se la pasa comiendo
fresas incesantemente. El otro pájaro no come nada, meramente está quieto,
observando al que come. El árbol es vida; las fresas son las frutas dulces y amargas de
las acciones; los pájaros somos Ustedes y yo. El pájaro que come es ese aspecto de
nosotros que actúa en el mundo por el interés del fruto, ya sea este dulce o amargo,
según el caso. El pájaro que está quieto y observa es ese aspecto de nosotros que no
está envuelto en el juego de los opuestos, sino que observa el juego desde afuera, sin
involucrarse .
H. P. Blavatsky en su libro LA CLAVE DE LA TEOSOFÍA habla acerca del
observar desde afuera como una meta de los antiguos Neoplatónicos, que lograron un
estado de éxtasis1 por medio de su teurgia o 'trabajo divino' La palabra 'éxtasis1, como
muchas otras en nuestro idioma, ha sufrido un lamentable deterioro en su uso. Hoy en
día la usamos para referirnos a un estado de emoción extrema, o a una clase de
droga, o quizás, a una marca de perfume. Pero para los Neoplatónicos y para
Blavatsky, la palabra tenía su sentido etimológico: del Griego 'ek' (fuera de) y 'stasis'
(estar de pie); de ahí, 'estar de pie fuera de" (uno mismo). Ser el pájaro que observa
o situarse fuera de uno mismo, es, claro está, la meta de muchas de las prácticas
espirituales, especialmente meditación.
El gran libro Hindú de guía espiritual, el BHAGAVAD6ITA, tiene una mantra
que es om tat sat. El mantra consiste de tres palabras sánscritas. 'Om', al igual que
la palabra Judeo-Cristiana "amén", es intraducibie. 'Tat' es el pronombre
demostrativo "eso". 'Sat' es el participio del presente del verbo 'ser' y por lo tanto
significa simplemente 'siendo1. Y así uno podría traducir el mantra del GITA algo así
como "Ah, ese ser". Pero Tom McArthur, un amigo escocés mío y de mi esposa y un
descatado lingüista que también ha escrito un libro sobre el GHITA, ha hecho mi
traducción favorita del mantra. Y el lo dice así: - 'bueno, eso es como es1 - (bueno, así
son las cosas).
Cuando nos encontremos con nosotros mismos tal como somos en realidad,
entonces habremos alcanzado un estado de éxtasis por habernos situado fuera de
nosotros; nos convertimos en el pájaro que observa; hemos visto el globo azul y
blanco de la tierra desde la superficie de la luna. V entonces podremos decir también
om tat sat' - 'bien, así son las cosas'.
Ese encuentro con 'así es como es' nos acerca a la moraleja de este significado
mítico del aterrizaje en la luna. El encuentro con así es como es' reclama una
respuesta de aceptación incondicional. No es una aceptación de resignación por aquello
que no puede evitarse. Es una aceptación de sorpresa gozosa de aquello que está en el
meollo de la existencia. Es una aceptación de éxtasis.
5.- Cooperación que implica la necesidad de fraternidad.
La llegada a la luna fue tanto el resultado como la causa de muchos actos de
cooperación. No es posible encontrar unos pocos seres humanos para encerrarlos en
una cápsula para atravesar 240,000 millas de vacío que separan la tierra de la luna, sin
una inmensa cooperación por parte de un masivo número de personas. El vehículo
espacial tenía 6,000,000 de partes componentes, cada una de las cuales se esperaba
que funcionaran con una confiabilidad del 99.9 por ciento. La tecnología, obviamente,
requiere de cooperación.
Pero, irónicamente, el impulso detrás del programa para llegar a la luna, no fue
de cooperación, sino de competencia. Rusia y los Estados Unidos se encontraban en
una carrera espacial y los rusos iban ganando. En 1957 el Sputnik 1 ruso se convirtió
en el primer satélite artificial de la tierra. En 1959 los Rusos enviaron el Luna 3 para
que diera vueltas alrededor de la luna sacando fotos de su perfil más apartado. En 1961
el cosmonauta ruso Yuri 6agarin se convirtió en el primer humano en 'orbitear' la
tierra. El punto al que habían llegado los rusos en el campo de la tecnología espacial
era un desafío irresistible para los científicos, técnicos y políticos Americanos que
consideraban la carrera espacial con la misma intensa seriedad con que los Australianos
consideran un match Test de cricket. Los Americanos 'se abrocharon los cinturones'
para participar en la competencia con una voluntad, y así se dieron las cosas, que las
primeras palabras emitidas sobre la superficie de la luna se dijeron en inglés y no en
ruso.
Así pues, la llegada a la luna fue el resultado de competencia, pero se dio paso
a la cooperación. Eventualmente, Rusos y Americanos, aquellos competidores en la
carrera por llegar a la luna se vieron envueltos en una empresa aventurada
conjuntamente con Canadienses, Europeos, Japoneses y otros. La Estación Espacial
Internacional que todos ellos produjeron, es una empresa cooperativa, internacional.
Al final del año 2000 un cohete espacial Americano se elevó en Cabo Cañaveral
en Florida llevando paneles solares gigantes de color dorado para la Estación. Esos
paneles, una vez adosados a la Estación Espacial y desplegados, medían 240 pies de
punta a punta y 38 pies de ancho. Son la estructura más grande que se haya
desplegado en el espacio y propiamente son alas gigantes, simbolizando
adecuadamente, la elevación de lo terrenal hacia los cielos, el vuelo del uno al Uno.
Es bueno notar los nombres usados en conexión con la Estación Espacial. La
Estación se identifica como 'Alpha', el comienzo; el comandante de la Estación es
Capt. Bill 'Shepherd1 (pastor); las alas solares hacen que un módulo llamado 'Unity'
(Unidad) se pueda usar. La llegada del cohete, llamado 'Endeavour' (intento, esfuerzo)
fue saludada con un título en un periódico que decía:" los tripulantes de la Estación
Espacial se vuelven uno".
El significado mítico de cooperación implícito en la llegada a la Luna y explícito
en la subsiguiente Estación Espacial Internacional tiene su propia moraleja. Para
lograr cooperación tenemos que actuar de manera fraternal: tenemos que practicar
fraternidad. Sin duda, hay dos modelos marcadamente diferentes de amor fraternal,
según los ejemplos de los clásicos pares de hermanos Rómulo y Remo y Castor y
Pollux.
Rómulo y Remo son ejemplo típico de la competencia que a veces existe entre
hermanos. Rómulo decidió edificar una ciudad, la ciudad de Roma, y marcó los
límites de la ciudad con una muralla baja. Remo, mofándose de las pretensiones de su
hermano le dijo: - ' ¿ a eso llamas una muralla de ciudad ? Te mostraré lo que haré con
esa pared' y con desdén dio un brinco por sobre la pared. Rómulo replicó: - 'muy bien,
te mostraré como responderé a cualquiera que haga lo mismo' y con su espada
descargó un golpe sobre Remo matándolo.
Castor y Pollux, por otro lado, eran hermanos de la misma madre, pero de
diferentes padres. Uno tuvo como padre a un hombre y el otro a un dios.
Consecuentemente, uno era mortal y el otro inmortal.
Cuanto el Castor, el mortal, fue abatido en una batalla, el inmortal Pollux oró a
su divino padre Zeus para que el y su hermano compartieran el mismo destino,
proponiendo pasar días alternados en los mundos inferiores adonde iban los mortales
muertos y otros días en el Monte Olimpo donde moraban los dioses. Zeus conmovido
por el amor que un hermano sentía por el otro, divinizó al hermano mortal y elevó a
ambos a los cielos donde aún están como la Constelación de Séminis.
El primer objetivo de la Sociedad Teosófica habla de 'fraternidad universal
de la humanidad'. Esa fraternidad claramente, es del tipo de Castor y Pollux.
6.- Unidad que implica la necesidad de altruismo.
Cuando Neíl Armstrong dio su corto paso, no fue solo para sí mismo, sino
míticamente también los llevo a Ustedes y a mí; fue un salto gigante para toda la
humanidad. Y hasta el nombre de quién dio el paso tiene su insinuación mítica. Neil es
un nombre Irlandés que significa 'campeón'. Así pues, Neil Armstrong es el campeón
de Brazo Fuerte (arm = brazo - strong = fuerte), una moderna versión
desnacionalizada de Jack Armstrong de All - American Boy (el héroe de una emisión
de radio de los años 30). Al dar este paso corto, Armstrong dio un salto por todos
nosotros porque todos compartimos la misma unidad de vida.
Toda acción realizada por cada persona, tiene implicancias para todos
nosotros. Como escribiera uno de los Maestros en una carta que Blavatsky citó en un
mensaje a los EE.UU., nuestro karma no es solo nuestro, sino que es la propiedad
común de toda la humanidad. Así pues, cuando Neil Armstrong puso sus pies sobre la
luna, nosotros también lo hicimos junto a el. La interdependencia y la influencia mutua
de todos los seres humanos implícita en las palabras de /Armstrong, es un corolario
de la fraternidad universal de la humanidad y la unidad de vida y de toda realidad.
La primera proposición fundamental de la Teosofía es que, más allá de la
multifacética variedad de la existencia, hay una Se - ¡dad absoluta, inconoscible, la
fuente de todo ser. Ningún límite discrecional separa la consciencia de la substancia,
el espíritu de la materia. Dios del mundo, uno de nosotros para los demás. Finalmente
hay solamente lo que los Upanishad -s llaman 'Eso': Una realidad, que todo lo penetra,
todo lo abarca todo lo incluye, que es todo lo que es, y que se expresa a sí mismo en la
infinita variedad del universo manifestado. La variedad no es el azar, sino que es un
intrincado sistema de interrelaciones, un complejo de abigarrada belleza, en las
palabras del poeta místico Gerard Manly Hopkins.
La proposición fundamental de la Teosofía subyace en el primer objetivo de la
Sociedad Teosófica en el que su fundamento está implícito: la familia universal de la
humanidad. Como toda realidad es una en su esencia, así, toda la humanidad es
esencialmente una en su genética, su psicología y su espiritualidad. Somos una familia y
así como las acciones de cualquier miembro de cualquier familia afecta a todo el resto
de los miembros, así, cada uno de nosotros afectamos a todos los seres humanos por
medio de nuestras acciones, sentimientos y pensamientos, nuestras palabras y
nuestras aspiraciones. Cualesquiera sean las diferencias que nos dividen - razas,
credos sexo, castas, color y todas las otras variaciones superficiales, somos una
especie, un pueblo, una familia.
Esta no es una proposición abstracta, teórica o idealista, o un objeto
¡mpráctico. Tiene una moraleja. Reconocer nuestra unidad biológica, intelectual y
espiritual, es la única forma de sobreponerse a lo provinciano, lo etnocéntrico, lo
superficial que son solo diferencias que nos dividen y amenazan con destruirnos
apelando a impulsos separatistas y egocéntricos. Estos impulsos tienen su lugar en la
economía total de la Naturaleza, pero permanecen al pasado y no al futuro.
El impulso que pertenece al presente y al futuro es lo que Blavatsky llamo
'altruismo'. Altruismo es preocuparse por el bienestar fundamental de otros. Su
equivalente Cristiano es ágape, el amor hacia otro en beneficio de la Naturaleza
divina en todos nosotros.
El corto paso de Armstrong que también fue un salto gigante para la
humanidad, es también una afirmación mítica del hecho de que una persona puede
actuar conscientemente representando a otros. La enseñanza cristiana de la expiación
o reconciliación dice que la vida de una persona hace posible que todos los demás
lleguen a un estado de unidad. La enseñanza Buddhista del voto de bodhisattva dice que
un individuo puede demorarse en llegar a la meta justificadamente merecida, si decide
ayudar a otros a alcanzar la misma meta. En todas las tradiciones religiosas
encontramos los conceptos de salvadores, santos, sabios, veedores reverendos,
bodhisattva -s , renunciantes, aquellos que inegoistamente trabajan para beneficio de
otros.
7.- Experiencia directa que implica la posibilidad de transformación.
Estas reflexiones meditativas nos han llevado desde un corto paso que es al
mismo tiempo un salto gigante, a cambiar y de ahí a una paradoja, a una meta con
orientación, a un encuentro, a cooperación y unidad. Todo esto puede parecemos que
no tiene relación con nuestras vidas diarias. Pero esa apariencia, al igual que el cambio
en sí, es también ilusión. Toda nuestra experiencia en la vida es de cambio;
nacimiento, crecimiento, deterioro y muerte; de aquí para allá, yendo y viniendo. En
medio de esas fluctuaciones, nosotros, los seres humanos anhelamos estabilidad en
nuestras vidas.
Al ir en busca de estabilidad, nos volcamos a la religión, la filosofía, la ciencia.
Pero religión, filosofía y ciencia en sentido común y corriente nos pueden hablar
solamente de cambios comunes y corrientes de varias clases. Lo que necesitamos
'experienciar1 es un tipo especial de cambio, una transformación de alertidad. Esa
transformación nos llevará desde la superficie de la vida a sus profundidades; de las
fluctuaciones impermanente, a una estabilidad duradera; desde una separatividad
fragmentada, a una totalidad unificada. Esa transformación es el propósito de la
Teosofía, así como lo es el propósito interno de cada tradición religiosa. Se le da
muchos nombres: iluminación, samadhi, salvación, expiación, tikkun, iniciación. (1) La
manera como lo llamemos no crea diferencia alguna. Es algo que modifica la vida y
cambia el mundo.
Nosotros los teósofos a menudo hablamos como si la Teosofía tratara
principalmente de karma y reencarnación, rondas y razas, principios y planos. No es
así. Todo eso son los detalles, las especificaciones, la maquinaria de la Teosofía. No
son la esencia de la Teosofía. La Teosofía sí tiene ciertas suposiciones metafísicas
básicas: la unidad de toda existencia, el orden del cosmos y el propósito de la vida.
Pero la Teosofía ni siquiera se ocupa en forma predominante de esas suposiciones.
Tampoco forman parte de su esencia. Teosofía, principalmente, se refiere a una
experiencia directa de lo trascendente, conducente a la transformación de nuestra
capacidad de darnos cuenta, de alertidad, la apertura de nuestras percepciones, la
experiencia - no de lo que parece ser, sino de lo que ES.
Una enciclopedia de Religiones del Mundo, Merriam-Webster (1999) lo dice
así: Toda especulación teosófica tiene como fundamento la premisa mística de que
para llegar a conocer a Dios, hay que pasar por una experiencia directa.' Y agrega que
una especulación teosófica así se ha encontrado en 'Pitágoras, y Platón; en los
maestros Gnósticos Simón Magus y Valentino; en los filósofos neoplatónicos Platino y
Proclus; en los místicos medievales del Norte de Europa, Meister Eckhart y Nicolás de
Cusa; en los místicos especulativos del Renacimiento, Paracelso y Giordano Bruno; en
el místico-filósofo alemán, Jacobo Bó'hme; como también en los Veda-s, los
Upaníshad-s, el Bhagavadgita, Sufismo, Budismo, Taoismo y la Teosofía moderna de
H.P. Blavatsky, H. 5. Olcott y su Sociedad Teosófica.
La Teosofía es teosófica solamente cuando conduce a una experiencia directa
de lo divino. Esa experiencia puede surgir de repente el algunos individuos y con gran
intensidad, como le sucedió a Saúl en el camino a Damasco, cuando, como los Hechos,
de los Apóstoles dicen ( 9:3 ), - 'de repente brilló alrededor de el una luz del cielo' que lo
golpeó - hasta hacerlo caer. Pero, para la mayoría de la gente, la experiencia viene
gradualmente y se va incrementado por medio de pasos cortos. Sin embargo, hasta un
corto paso en esa dirección puede ser un salto gigante. Como lo dice Julio Carney en su
poema LITTLE THIN6S (Pequeñas Cosas):
pequeñas gotas de agua,
pequeños granos de arena,
forman el océano poderoso
y la tierra placentera
No importa como esa experiencia venga, esa transformación, que es la base de
la Teosofía, es un cambio que nos saca del mundo de preocupación con lo impermanente
y nos lleva a otro mundo de experiencia, que es permanente, real, lo eterno. Puede que
sea un paso corto, pero es un paso hacia otro mundo.
Neil Armstrong salió de un módulo de aterrizaje hecho en la Tierra y pisó la
superficie no trillada de la Luna. Por medio de la transformación que es la base de la
Teosofía, podemos salimos del territorio conocido de la vida común y corriente,
siempre cambiante, y pisar la tierra sin sendero de la Realidad permanente. Pero, al
dar de ese paso, realmente no estamos yendo a ningún lugar. Nos estamos volviendo
totalmente despiertos, nos estamos dando cuenta de lo que somos y donde ya estamos.
El cuerpo humano, según la ciencia nos lo dice, esto hecho de la materia de las
estrellas. La materia física con la que nuestros cuerpos están compuestos, ha estado,
no solamente una vez, sino repetidamente, en el interior de las estrellas. Y la religión
nos dice que el espíritu humano es celestial en origen. Cuerpo y alma, somos tanto de
este mundo como de los mundos más allá. La atracción de esos mundos nos lleva a ellos,
al igual que los astronautas, aquellos navegantes de las estrellas que fueron atraídos
hacia la Luna. Los pioneros de nuestra humanidad, los grandes maestros del pasado
como el Buddha , el Cristo, Confucio y todos los de su clase, nos han mostrado una
forma equilibrada de elevarnos por sobre la gravitación de la Tierra para alcanzar los
reinos celestiales. Al seguir esas sugerencias cada uno, individualmente, podemos dar
un corto paso que colectivamente se convertirá en un gran salto para nosotros.

El más largo de los viajes comienza con un primer paso. ¿Qué tal si
caminamos juntos?
FIN
Conferencia pública ofrecida en el Congreso Mundial,
en Australia en enero del 2001
Tradujo: Dol /Adyar
Nota: Cuando las palabras aparecen escritas con sus Letras separadas, es porque en
el original se Ha usado otro tipo de letra.
En la página 14 se ha usado la expresión 'experienciar'. En Inglés hay una
marcada diferencia entre 'experiment' = experimentar donde sujeto y objeto son
diferentes y 'experience' donde sujeto, objeto y campo de experiencia es lo mismo. A
veces se ha usado la palabra Vivenciar' pero no la consideramos apropiada en este
caso (1) - página 14 - 'tikkun' - término Hebreo usado en la Cabala.
Significo literal -
'restauración1 Equivalente a expiación -
iluminación

Centro de Difusión e Información
Sección Mexicana de la Sociedad Teosófica A.C.
Dirección: Ignacio Mariscal No. 126
Col. Tabacalera Mexicana, México, D.F. C.P. 06030
Te/. 5546-6545
Fax. 55864200
16