sábado, 22 de diciembre de 2012

¿QUÉ DEBERÍAN ESTUDIAR LOS GRUPOS TEOSÓFICOS?



The Theosophist, setiembre 2007

Por John Algeo
En el ejemplar de la revista The Theosophist correspondiente al mes de abril del 2007, se
planteó una pregunta con respecto a qué deberían estudiar los grupos teosóficos, y se ofreció
una respuesta en términos generales. Desde entonces, hemos recibido comentarios diciendo
que esas sugerencias generales eran útiles, pero que aquellos responsables de hacer la
programación en sus Ramas y Grupos de Estudio desearían tener sugerencias más específicas
en cuanto a qué enseñanzas deberían estar divulgando, y que una lista podría ser de utilidad.
Ningún Teósofo puede decir a otros exactamente qué enseñanzas “deberían” estar
divulgando. Pero podemos hablar sobre qué aspectos de la Teosofía “podríamos” estar
haciendo conocer mejor, tanto entre nosotros como entre los que preguntan.
A menudo se han hecho listas de posibles temas. Por ejemplo, recientemente, la Secretaria
Internacional, Srta. Mary Anderson, ofreció una lista que apareció en uno de sus escritos
publicado en el mismo ejemplar de Abril 2007, bajo el título, “La Escalera de Jacob”. Al leer
dicho artículo uno puede obtener una buena lista de temas teosóficos básicos. Esa lista ofrece
varios temas como la “creación” o emanación del universo, la evolución, los reinos de la
Naturaleza, la reencarnación, la constitución humana, el progreso humano, el sendero
espiritual y la omnipresencia divina.
Revisando los títulos de los capítulos de cualquier buen libro con información
introductoria a la Teosofía, uno encuentra sugerencias de una variedad de temas.
La página Web de la Sociedad Internacional ofrece información sobre los Fundamentos de
Teosofía (http://www.ts-adyar.org/theosophy.html). Ésta ofrece una lista de seis puntos
principales: consciencia universal e individual, inmortalidad humana, reencarnación, karma,
fraternidad universal y el plan de Dios de evolución. Cada tópico tiene una pequeña reseña
que establece lo esencial en lenguaje simple.
Otra forma de tener una idea acerca de las enseñanzas específicas para presentar en
Grupos teosóficos es mirar la lista de las publicaciones de las Editoriales Teosóficas. Claro está,
no todos los libros producidos por estas Editoriales son adecuados para usarse en
presentaciones dentro de un Grupo Teosófico, porque algunos de ellos son muy especializados
o técnicos. Pero dar una mirada en general a las listas de publicaciones puede ayudar a tener
una gama amplia de temas que cualquier grupo puede enfocar con la finalidad de hacer que la
Teosofía sea más ampliamente conocida.
Como se ha solicitado una lista, seguidamente ofrecemos algunas ideas básicas que se
pueden encontrar en la literatura teosófica y que muchos Teósofos considerarían no como
definitivas ni restrictivas, sino como representativas:

1. La unidad fundamental de toda la humanidad y, de hecho, de toda vida y existencia.
2. El valor de múltiples enfoques de la Verdad: científico, filosófico y religioso.
3. El valor de varias culturas a través de la historia de la humanidad, expresando enfoques
diferentes y complementarios acerca de la vida.
4. La existencia de misterios en el universo y en el ser humano cuya comprensión total
está más allá del alcance de cualquiera de nuestros sistemas de pensamiento.
5. La habilidad de los seres humanos de usar la razón y la imaginación para afrontar tanto
los misterios como los problemas de la vida.
6. El reconocimiento de correspondencias en todo el cosmos, a través de las cuales
podemos inferir cosas que no hemos experienciado1 directamente; un reconocimiento
conocido como el Gran Axioma Hermético.
7. El derecho y la responsabilidad de todos los individuos de descubrir la verdad por sí
mismos.
8. La realidad de una Verdad absoluta que puede expresarse solamente en términos
relativos en este mundo “mayávico” 2 o relativo.
9. La obligación de cada uno de nosotros de respetar aquellos otros enfoques de la Verdad
que no sean los propios.
10. La trascendencia de la Realidad primordial más allá de toda concepción humana, y sin
embargo la habilidad de los humanos para experienciarla directamente.3
11. La triplicidad de la Realidad primordial como consciencia, materia y energía
entrelazadas.
12. La presencia de vida y consciencia en todas las formas materiales a través del universo,
en rangos escalonados o “reinos”.
13. La evolución progresiva y cíclica de la consciencia e inteligencia a través de las edades,
además de la evolución de las formas corpóreas.
14. El desarrollo progresivo a través del tiempo de seres separados hacia el “darse cuenta”
de su propia unidad espiritual y su participación en el todo.
15. La obligación que cada persona tiene de promover el bienestar general de todo: de los
otros seres humanos (sin considerar raza, sexo, o grupo étnico) como también de los
animales y el mundo natural.
1 Usamos este término porque lo que sucede tiene lugar en lo más recóndito de nuestra consciencia. No creemos
que la palabra ‘vivenciar’ cubre el significado total de la palabra inglesa; por otra parte ‘vivenciar’ no está en el
Diccionario de la Real Academia Española; tampoco aparece ‘experienciar’ por eso el agregado en (3) siguiendo
una expresión de Ortega y Gasset. (Nota del Traductor)
2 Del Sánscrito ‘maya’ – ilusión. (N. del T.)
3 Experiencia vivencial directa. (N. del T.)
3
16. La Reencarnación—las sucesivas incorporaciones de nuestra consciencia esencial—de
tal forma que vida y muerte son experiencias recurrentes en nuestro desarrollo.
17. El Karma—el principio de armonía, proporción, equilibrio—manteniendo orden en el
universo de manera impersonal.
18. Inofensividad y servicio; el precepto de que deberíamos tratar a otros como nos gustaría
que nos traten a nosotros.
19. La existencia de múltiples mundos o “planos” más allá de lo físico, o de otras
dimensiones que las espacio-temporales, dentro de los que funcionamos
simultáneamente.
20. La complejidad septenaria de la constitución humana, aspectos que funcionan en esos
mundos múltiples o dimensiones de la existencia.
21. La presencia en la esencia de nuestro ser de una chispa de la realidad primordial o
divina.
22. La existencia de seres que han llegado a un “despertar”, una iluminación, y se han
dedicado a ayudar a otros a lograr lo mismo; los grandes maestros de la humanidad.
23. La existencia de un ancestral cuerpo de verdades eternas, una manera de mirar al
mundo—la Tradición de Sabiduría—que puede encontrarse en varias formas en todas
las culturas del mundo.
24. La responsabilidad de todas las personas por sus propias acciones y reacciones y, por
ende, su habilidad de convertirse en vencedores y no víctimas.
25. El poder de nuestro pensamiento que puede afectarnos a nosotros mismos, a nuestro
entorno y a los demás, y por lo tanto, nuestra responsabilidad para usar bien ese poder.
26. La presencia de orden, propósito y significado en el mundo cuyo desarrollo sigue un
plan comprensible.
27. La realidad de un propósito y significado en la vida de cada individuo cuyo
descubrimiento se espera que logremos, respondiendo al llamado de nuestra propia
naturaleza interna.
28. La posibilidad de nuestra participación en forma activa en la evolución progresiva del
universo.
29. La perfección última de la naturaleza humana, de la sociedad, y del medio ambiente,
para lograr lo cual se nos exhorta a trabajar.
30. El deber de todos de practicar altruismo; la preocupación por ayudar a que otros logren
su propia inherente perfección fundamental.
31. La existencia de un “Sendero” o camino para acelerar nuestra propia evolución
individual, disponible para todo aquél que lo busque.
4
32. Nuestro carácter como producto de nuestro pasado y causa de nuestro futuro (tanto de
lo que fuimos como de lo que nos convertiremos) de tal forma que en cada acción nos
re-creamos a nosotros mismos.
33. Nuestra habilidad, por medio del ejercicio de nuestro libre albedrío, para optimizar las
consecuencias de nuestro pasado y elegir nuestro sendero hacia el futuro.
34. Un reconocimiento de que los problemas sociales de la guerra, superpoblación,
explotación, prejuicios, opresión, avaricia y odio son los síntomas de una enfermedad,
que es la ilusión de creer que podemos beneficiarnos a nosotros mismos a expensas de
los demás; y la cura para esto, que es el reconocimiento de que somos uno con todos los
demás y con toda vida en el universo.
35. La garantía que Krishna le dio al Príncipe Arjuna y Cristo a Dame Julian de Norwich4
en el sentido de que todo finalmente estará bien, y la confianza para vivir con un
propósito que surge de esa garantía.
36. El compromiso de vivir una vida de responsabilidad colectiva como miembros que
somos de un núcleo de trabajadores dedicados a fomentar el logro de ese propósito
fundamental.
Tradujo: Dolores, Adyar
Revisado por el Departamento de Educación
de la Sociedad Teosófica en América