sábado, 4 de agosto de 2012

PREGUNTAS Y RESPUESTAS





Con la Sra. Radha Burnier y el Dr. John Algeo

Convención Internacional, Adyar, 30 de Diciembre de 2005


P1.-  ¿Qué lugar ocupa el humor, sin tonterías ni frivolidad, en la vida de un buscador serio?            

 RB: Si el buscador ha incursionado algo en el sendero, ya será un teósofo que va adquiriendo sabiduría.  A medida que así lo hace se dará cuenta cada vez en mayor medida de lo que es real y lo que no lo es, de lo que es importante y de lo que carece de importancia.  Él se dará cuenta, como lo ha señalado el Sr. Leadbeater, de que nada importa mucho y, en la mayoría de las cosas, no importan nada.  Tener sentido del humor es como tener un sentido de  la proporción, que significa no considerar muy seriamente las cosas sin mayor importancia.   Entonces seremos capaces no solamente de tener sentido del humor, sino también de espíritu tolerante, en el más amplio significado de este término.

 Yo tengo un perro al que le gusta menear su cola en todo momento.  Sería tonto enojarse y decir: ‘es un perro tonto, no debería hacer eso’.  El perro hace eso porque es lo que el ha entendido con respecto a ser un perro amistoso.  ¿Podemos ver los incidentes de la vida de este modo?  Así como no criticamos ni condenamos al perro por menear su cola indiscriminadamente, ¿podemos ver otros acontecimientos con buen humor y sentido de  la proporción?

 Se dice que todos los Maestros de Sabiduría tienen un fino sentido del humor -un humor que no hiere, porque no es frívolo ni tonto.  La gente es tal cual es y debemos aceptarla y sentirnos felices por ello. El humor también involucra un cierto reconocimiento de la Ley que asegura que todo se encamina a su debido momento hacia lo bueno; por lo que no hay necesidad de molestarse o enojarse, no importa lo que suceda; las cosas se corregirán por sí mismas a su debido tiempo.

 JA: Yo creo que es especialmente importante tener sentido del humor con respecto a uno mismo, ser capaz de reírse de si mismo.  El tomarse a uno mismo demasiado seriamente es el camino hacia la expansión del ego.  Si uno se puede reír de sí mismo, se da cuenta de que todos los seres humanos son ridículos.  Y si uno reconoce esto, se ve a sí mismo en una relación apropiada con el resto del universo.  Uds. saben, de la existencia de esa gran figura en el Buddhismo Chino y Japonés – Hotei o Putai, el Buddha sonriente.  De manera que reírse no es inconsistente con una profunda sabiduría.  De hecho, si somos verdadera y realmente sabios, nos reiremos.

 P2.- ¿Es posible aprender Teosofía en otras fuentes además de libros?

 JA: Yo tengo la firme convicción de que si mañana se quemaran todos los libros existentes en el mundo, si todos los que sabemos algo de Teosofía muriéramos, de tal forma que la Teosofía se borrara completamente de la faz de la tierra, no importaría, porque al día siguiente la Teosofía reaparecería.

 La Teosofía no está en los libros; no está en las mentes de los seres vivientes.  La Teosofía está en el corazón del universo y, en consecuencia, en el corazón de cada uno de nosotros y desde ahí es de donde la Teosofía viene.  Podemos aprender acerca de la Teosofía en libros, conferencias, debates, pensando, pero podemos aprender Teosofía solamente si ponemos nuestros corazones a tono con el gran corazón del universo.  Por lo tanto, sí es posible aprender Teosofía en otras fuentes además de en los libros.

 RB: El gran Sankaracharya dijo: ¿Qué utilidad tienen los libros si no te dan sabiduría?  Y si tienes sabiduría, entonces,  ¿qué utilidad tienen los libros?

 Los libros son como el andamiaje, pero no son el edificio.  Varias de nuestras tradiciones han hablado acerca de las limitaciones del conocimiento procedente de libros y de la importancia del auto-conocimiento. Sin el conocimiento de uno mismo ningún otro conocimiento verdadero es posible, ya que existe la tendencia de interpretar todo lo que aparece en los libros de forma que nos satisfaga y esté de acuerdo con nuestras propias opiniones. Por lo tanto, no aprendemos nada de ellos.

 No olvidemos que la misma Naturaleza tiene mucho para enseñarnos.  Madame Blavatsky escribió que si queremos seguir los pasos de los filósofos herméticos, debemos abandonar nuestro conocimiento previo y aprender un nuevo alfabeto en el regazo de la madre Naturaleza.  Krishnamurti también dijo en sus pláticas: ‘Pon a un lado tus libros, bota tus libros’, pero permitía que sus pláticas fueran impresas, mostrando con ello que sus palabras no deberían interpretarse literalmente.  La verdad no está en los libros, ni tampoco alcanzaremos la liberación por el hecho de conocer el contenido de éstos.

 La Teosofía debe aprenderse por medio del estudio de sí mismo, el estudio de la Naturaleza y de toda la vida que nos rodea.  Reflexionar es tan necesario como observar.  Uno de los grandes Upanishads dice que para conocer Brahman, debemos aprender a escuchar, a observar, a meditar y a contemplar.

 P3.- En un mundo gobernado por leyes, ¿cuál es el concepto de misericordia?

 RB: A nuestra vez preguntamos qué quiere decir la persona que hace la pregunta cuando dice un mundo gobernado por leyes, ¿leyes del país o resoluciones de las Naciones Unidas?

El cosmos está gobernado por Leyes Universales inmutables y esas leyes, sin discusión son todas expresiones de la compasión absoluta que es inherente a todo el universo, su vida y su consciencia. La consciencia iluminada es compasión per se, compasión universal.

 Todas estas leyes existen para ayudarnos a progresar espiritualmente. Podemos no aceptarlas porque no las comprendemos y nuestra voluntad personal es demasiado fuerte.  Annie Besant escribió en su autobiografía de las inmensas dificultades con las que ella se enfrentó cuando dejó la iglesia Cristiana –pobreza, abusos, difamación con respecto a su carácter y más. Pero haciendo una retrospectiva de su vida, ella dijo que si le dieran la oportunidad de volver a vivir su vida, no elegiría no tener dificultades, porque cada dificultad le había enseñado algo.  Cada dolor, cada experiencia es una oportunidad para aprender.  La vida busca elevar a cada uno y las leyes del universo operan para hacer surgir lo bueno. Lo Supremo ha sido descrito en India y Grecia como verdad, belleza y bondad. De ahí que la bondad sea una característica de toda cosa natural en el cosmos.

 JA: La palabra inglesa ‘ley’ (law) tiene dos usos.  Así pues, tenemos leyes que son creadas por legislaturas y reglamentos hecho por seres humanos, este es un tipo de ‘ley’.  Luego tenemos la ley natural.  La ley natural no ha sido creada por alguien, sino que es la forma como las cosas son en el mundo.  Si por ‘misericordia’ entendemos eximir a alguien de las consecuencias de haber quebrantado una ley, esto es posible cuando se trata de leyes humanas.  Un juez puede ejercer la misericordia y perdonar a alguien, pero nadie nos puede perdonar por haber quebrantado las leyes de la Naturaleza.  Las leyes de la Naturaleza no pueden quebrantarse, solamente tenemos que cumplir con ellas.

 La palabra inglesa ‘misericordia’ (mercy) viene de la palabra latina misericordia que significa literalmente ‘dulce, suave, afable de corazón’, o, compasión. Afable de corazón y compasión son la misma cosa, permeando la estructura del universo.  Por lo tanto, realmente, no hay diferencia entre ley y misericordia, si es que estamos hablando de leyes cósmicas y no de leyes humanas.

 P4.- Al practicar altruismo nos encontramos con personas que están necesitadas pero que tienen la tendencia de convertirse en parásitos. ¿Cómo se trata con este tipo de personas?

 JA: Yo creo que todos hemos tenido una experiencia similar.  Cuando nos enfrentamos ante la necesidad tenemos que hacer algo inmediatamente que sirva de ayuda.  Pero si es eso sólo lo que hacemos, no hemos quitado la causa y la necesidad. Consecuentemente, tendremos nuevamente que hacer algo más para enfrentarnos a la causa inmediata y a la necesidad.  En esto, no hay fin; por lo que la persona no se vuelve un parásito por algo que haya hecho.  Se vuelve un parásito porque nuestra actitud no fue la apropiada.

 Para ayudar a las personas uno no debe meramente tratar los síntomas, la necesidad inmediata que presiona. Si uno va al médico porque se siente enfermo, el médico tratará los síntomas; si se padece de dolor de cabeza, le dará una aspirina que deberá ingerirse para aliviar el dolor.  Pero si es solo eso lo que el médico hace, no habrá curado al enfermo.  El médico debe localizar la causa de la enfermedad y curarla.

 Similarmente, altruismo involucra tratar los síntomas; debemos prestar ayuda inmediata para aliviar a la persona en la medida que podamos, pero finalmente lo que es necesario que hagamos es ayudar a la persona a que se ayude a sí misma.  Deberemos ofrecerle lo que pueda necesitar para sobrellevar el problema.

 Citando el dicho: si le doy a alguien una libra de harina, lo he alimentado por una semana, pero si le doy una libra de semillas y le enseño a cómo usarlas correctamente para que se reproduzcan, lo he alimentado para siempre.

 Así pues, el mejor altruismo no es simplemente atender las necesidades inmediatas, sino también la causa subyacente de los problemas.  Claro está, la causa de todo generalmente se debe a avidya  o ‘ignorancia’ a determinado nivel.